Tuvieron que pasar 6 años y cuatro meses para que los herederos del poeta Nicanor Parra, fallecido a la edad de 103 años, se pusieran de acuerdo sobre el testamento de su padre. La semana pasada, sus seis hijos: Alberto, Catalina, Colombina, Juan de Dios, Ricardo y Francisca, quienes se dividieron en dos bandos principales, pusieron término a la disputa judicial por la herencia del poeta, profesor, físico e intelectual chileno.

El miércoles 22 de mayo, los abogados de las partes, Andrés Cabello -representante de: Alberto, Catalina Parra Troncoso- y Luis Valentín Ferrada -asesor de Francisca Parra Troncoso y Colombina Parra Tuca, Nicanor Parra Muñoz y don Juan de Dios Parra Tuca- confirmaron a tres juzgados civiles (8°, 12° y 17°) que “las partes han arribado a una transacción de carácter privada”.

El avenimiento se firmó en una notaría de Santiago el pasado 9 de mayo y las partes decidieron que los términos no fueran públicos. Tanto es así que ante el 24° Juzgado Civil de Santiago solicitaron fijar “día y hora” para la exhibición del acuerdo.

Las familias harán en los próximos días una declaración pública y el acuerdo involucra todos los aspectos en discusión, como el testamento, la administración de los bienes, derechos de autor y el rol de los hijos de Nicanor Parra en la fundación que lleva su nombre. En medio de las tratativas, clave para la concreción de avenimiento resultó el rol de dos abogados de las partes que pudieron cerrar el convenio: Claudia Sarmiento socia de Sarmiento, Walker y García Abogados y Jorge Meneses, socio de Clyde & Co. y el rector de la Universidad Diego Portales, Carlos Peña.

En el acuerdo se establece que los hermanos Alberto, Catalina Parra Troncoso ponen fin a la arremetida para anular la personalidad ju

rídica de la Fundación Nicanor y, prueba de ello es que se desistieron del juicio iniciado en contra de la Municipalidad de Las Condes. El autor de los Artefactos y Premio Cervantes, quien falleció el 23 de enero del 2018 en Santiago, buscaba con abrir una fundación con su nombre que difundiera sus obras a nivel mundial.

Con ello se acuerda la continuidad de la fundación, aunque cambia la composición de su directorio, y que en primera instancia estaba compuesto por nueve miembros. En la plana mayor figuran Colombina Parra, albacea de su padre y beneficiada con el 58,33% de la herencia, quien la presidirá; la cientista política y amiga de Nicanor Parra, Carmen Fariña, que oficiará de secretaria, y Francisca Parra, artista e hija del autor de Poemas y Antipoemas, y quien será la tesorera.

Como directores, en tanto, asomaban su hijo Ricardo Parra Muñoz; el crítico literario español Ignacio Echavarría; el arquitecto Mathias Klotz; Cristalina Parra, hija de Juan de Dios; el abogado y exministro del primer gobierno de Michelle Bachelet, José Antonio Viera-Gallo, y el también abogado y rector de la U. Diego Portales, Carlos Peña. Todos ellos tendrán una vigencia de tres años, y con posibilidad de renovación indefinida.

Al mismo tiempo, las partes solicitaron al tribunal que el administrador proindiviso, José Alfredo Rojas, rinda cuenta final sobre su gestión a cargo de la administración de los bienes de la herencia de Nicanor Parra.

Todo comenzó cuando el 6 de junio de 2018, dos de los hijos del creador de Poemas y Antipoemas, Alberto y Catalina Parra Troncoso, presentaron una demanda de nulidad del testamento de su padre, aduciendo que él no contaba con sus plenas facultades físicas y mentales a la hora de redactar su última voluntad. Ambos se oponen a que la hija menor del antipoeta, Colombina Parra Tuca, sea beneficiada con el máximo legal de la herencia.

Los bienes de la herencia de Nicanor Parra incluyen bienes valorados en aproximadamente $3.400 millones, cinco inmuebles y derechos de autor. No obstante, los artefactos y otros objetos personales del poeta también han sido motivo de disputa

Colombina Parra, quien inicialmente fue designada albacea del testamento, fue una figura central en la disputa. Sus hermanos mayores cuestionaron su gestión y demandaron que rindiera cuentas. En 2019, el 24º Juzgado Civil de Santiago revocó su rol de albacea y designó a un administrador proindiviso para manejar la herencia, José Alfredo Rojas.

Por otro lado, un aspecto adicional del conflicto es la disputa sobre las obras de arte de Violeta Parra, hermana de Nicanor. Parte de estas obras estaban en posesión de Nicanor y, tras su muerte, la Fundación Violeta Parra ha solicitado su restitución, argumentando que fueron llevadas a su casa por razones de seguridad después del golpe militar de 1973.

La disputa por la herencia de Nicanor Parra estuvo marcada como un complejo entramado de desacuerdos sobre la validez del testamento, la administración de sus bienes, y el manejo de su legado cultural, todo esto en medio de tensiones familiares y procesos judiciales que llegan a su fin con un avenimiento entre sus hijos.