El oscuro panorama que evalúan las isapres puertas adentro tras la ley corta que ingresó el gobierno
La autoridad ratificó este miércoles que las isapres deberán devolver más de US$1.400 millones a sus afiliados. Eso vino a confirmar los temores de la industria: todos estiman que lo anunciado no hace viable la continuidad del sistema. Los ejecutivos ya se han contactado con sus controladores, y los directores del gremio también tuvieron una reunión de coordinación.
Por ahora las isapres han guardado silencio respecto de la ley corta que ingresó el gobierno al Congreso para poner en marcha el fallo de la Corte Suprema sobre la tabla de factores. Y si bien no han salido aún a hacer una declaración pública, lo cierto es que la mirada que tienen es una sola: lo anunciado pone fin a las isapres, es dejar caer al sistema, según aseguran en reserva ejecutivos de estas empresas.
Esa visión, que hoy es unánime, no era así de tajante cuando el martes por la tarde el gobierno ingresó la ley corta al Congreso, pero todos se cuadraron en el mismo bando durante la tarde del miércoles, luego de que la ministra de Salud, Ximena Aguilera, y el superintendente de Salud, Víctor Torres, acudieron a la Comisión de Salud del Senado a entregar el detalle de las cifras. Ahí se conoció que efectivamente la autoridad calcula que las isapres deberán devolver poco más de US$ 1.400 millones a sus afiliados. Eso es el equivalente a 33 años de utilidades, según ha dicho anteriormente la industria.
El martes, cuando ingresó el proyecto, toda la primera plana ejecutiva de las isapres se volcó a leer la iniciativa. En ese momento, algunos estimaban que faltaba información para saber si el sistema sería viable o no. Otros, en cambio, concluyeron de inmediato que no podrían seguir funcionando bajo esas reglas.
Entre los que tenían esta última postura, la principal preocupación radicaba en la baja de ingresos que les significaría el hecho de tener que reducir el valor de los 600 mil contratos que calculó el regulador para la totalidad de la industria. Eso, según estimaciones que anteriormente ha hecho públicas la Asociación de Isapres, implica una caída de ingresos, proyectada a diez años, equivalente a casi 100 años de utilidades. Solo por este tema, advertían desde dos isapres, el sistema no podría seguir funcionando, o al menos la mayor parte de él.
Algunos estimaban que la caída de ingresos sería del 10% mensual de por vida, otros proyectaban que estaba entre el 10% y el 15%. Eso sí, las cifras que dio a conocer más tarde el superintendente de Salud revelan que la baja de ingresos en realidad sería de un 6% promedio, ya que va desde la disminución de 1% en los ingresos mensuales que pronostica para isapre Esencial, hasta el 10% que proyectó el regulador para Vida Tres. Todo eso, calculado según las cotizaciones mensuales que se dejarían de percibir como porcentaje de las cotizaciones totales de diciembre de 2022.
Durante el miércoles los ejecutivos seguían analizando el proyecto, se contactaron con sus controladores para reportarles las conclusiones preliminares, y agendaron una reunión en el gremio para las 17:00 horas.
Pero antes de que pudieran concretar esa reunión, a las 15:00 horas los senadores de la Comisión de Salud dieron inicio a la sesión donde la ministra de Salud y el superintendente de Salud confirmaron todos los temores que tenía la industria: el plan que tiene en mente la autoridad no hace viable la continuidad de la industria.
Al menos eso es lo que concluyeron desde las distintas isapres tras conocer que efectivamente el regulador calcula que deberán devolver US$1.400 millones a sus afiliados. Una vez que tuvieron esa información, los ejecutivos de las isapres nuevamente tomaron sus teléfonos para contactar a los controladores y revelar las malas nuevas.
Uno de esos ejecutivos comenta que su controlador entiende que este es un proceso legislativo, y que los planes pueden cambiar durante la tramitación del proyecto, por lo que tienen claro que hay que esperar para ver cómo termina todo. Pero también dice que a nivel internacional evalúan que las señales que se están entregando son confusas, y ven al gobierno con desconfianza. También revela que se han reactivado los trabajos de un eventual proceso ante el Ciadi.
En la reunión que realizaron los directores de la Asociación de Isapres durante la tarde de este miércoles los ánimos no eran buenos. Fuentes que están al tanto de los temas que se trataron en la cita señalan que se habló respecto a los calificativos que usó el gobierno sobre las isapres, y la inconsistencia que ven que hay entre el proyecto, que indica que son las isapres las que deben hacer sus propios cálculos sobre los contratos donde deben reajustar planes y hacer devoluciones, así como los montos; versus el anuncio de devolución de US$1.400 millones que hizo este miércoles la autoridad. Estiman que, lo que siempre dijo el gobierno respecto de que estaban buscando la viabilidad del sistema, no era cierto. Y advierten que el anuncio de este miércoles así lo confirma.
Al cierre de esta edición, las isapres aún no salían a hacer una declaración oficial, pero desde el gremio estaban terminando de acordar la redacción para hacer público lo que ya han dicho en reserva: lo que anunció el gobierno esta semana, hace inviable la continuidad del sistema.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.