La variante ómicron del Covid sigue causando estragos. La cadena de suministro global se ha visto afectada hace ya bastante tiempo, y algunos productos ya comienzan a agotarse en el mundo. Es el caso de las papas fritas congeladas, un producto estrella entre las cadenas de comida rápida, y que ha llevado a que en algunos países estas hayan tenido que ser sustituidas por otros alimentos, porque simplemente no hay.

Hace algunos días, en algunos locales de la cadena Kentucky en Singapur, había letreros que anunciaban a los clientes que las papas fritas estaban siendo reemplazadas, mientras que McDonald´s informó que no vendería porciones grandes de este complemento de los combos en Malasia. Lo mismo ocurrió en Japón y Canadá.

¿Y qué sucede en Chile? ¿Ha llegado este problema a las cadenas de comida rápida que operan en nuestro país?

Las cadenas locales consultadas por Pulso, si bien están al tanto de la situación global en materia de suministros, dicen que han podido enfrentar de buena forma el problema, ya que han ido buscando alternativas para evitar un desabastecimiento.

“No nos hemos visto afectados por la escasez de papas fritas en el mundo, porque la estrategia de negocios de Just Burger en materia de abastecimiento de este tipo de insumos se apalanca al menos en dos hitos fundamentales: trabajamos con proveedores de primer nivel con quienes mantenemos fluida y constante comunicación y, por otro lado, operamos con un área de planificación que adelanta escenarios y se coordina para reaccionar ante contingencias en el caso de ocurrir”, señala la gerenta industrial de Just Burger, Mónica Castro.

José Manuel Aguirre, director de Supply Chain de G&N Brands, holding que agrupa a las marcas Doggis, Juan Maestro, Lovdo Pizza, Tommy Beans, Mamut y Barrio Chick´en, explica que “actualmente la falta de productos es un riesgo que está presente en nuestra industria, como en muchas otras. Para mitigar esto, tenemos un equipo de Compras y Desarrollo que trabaja de forma estratégica para minimizar los efectos que pueden ocasionar estos escenarios. Además, haber enfrentado la pandemia por Covid-19 nos entregó experiencia para manejar estos riesgos, como por ejemplo haber adelantado negociaciones que nos permitirán asegurar productos y futuras importaciones”.

Castro agrega que entre las medidas que se han adoptado para mitigar estos riesgos está que “modificamos rutas, servicios navieros, sistemas logísticos y revisamos proyecciones de inventario. Así, junto a nuestros proveedores y socios estratégicos, logramos asegurar una oferta a nuestro clientes sin interrupciones y manteniendo la misma calidad a la que ya están acostumbrados y esperan de una marca como Just Burger”.

También desde G&N Brands añaden que “otro de los puntos que hemos fortalecido, es desarrollar fuentes de abastecimiento alternativas, que nos han ayudado a ampliar nuestra base de compras para acceder a los volúmenes requeridos por el negocio”.

La escasez de papas fritas congeladas se ha sumado a otros productos que se han visto perjudicados debido al impacto que ha tenido la pandemia en la cadena de suministro global. Desde la Asociación Chilena de Gastronomía (Achiga), indican que la falta de algunos insumos ha tenido impacto en la industria, y que también explica, en parte, el alza del IPC en los últimos meses.

“En los sectores industriales hoy hay escasez de botellas de vidrios, de lata, hay una serie de productos que son insumos para lo que consume la industria gastronómica en que hemos tenido bastante quiebre de stock. Todo el tema del packaging tuvo un aumento explosivo, por lo tanto, los productores no fueron capaces de abastecer esta demanda. Las papas fritas son un producto más de muchos otros que están escaseando, y eso ha incidido en los altos niveles de inflación que tenemos no sólo en Chile, sino que a nivel mundial”, sostiene Máximo Picallo, presidente de Achiga.

Y claro, ya en algunos lugares del mundo los comensales deben pagar más por consumir papas fritas. Como es el caso de Bélgica, el mayor exportador de papas fritas y otros productos congelados, debido al alza de materias primas, costo de la energía y la mano de obra.

Se estima que el precio de este demandado acompañamiento de hamburguesas o hot dogs podría subir hasta en un 10% en los próximos meses en ese país europeo. Y no es el único alimento que sube de valor en el mundo, ya que la pandemia ha obligado a elevar los precios de muchos insumos y productos, lo que ha generado una mayor inflación en el mundo, incluido nuestro país.