Exgerente comercial de Primus enfrenta querella por estafa: firma de tecnología acusa perjuicio de $2.305 millones

Exgerente comercial de Primus enfrenta querella por estafa: firma de tecnología acusa perjuicio de $2.305 millones FOTO: MARIO TELLEZ / LA TERCERA

Digital Control presentó una querella por estafa contra Ignacio Amenábar, exgerente comercial de Primus Capital. En la acción penal el dueño de la empresa Adolfo Rasmussen alegó que Amenábar abusó de su confianza, obteniendo cheques en blanco y desviando millones de pesos. Una auditoría reciente reveló un desfalco significativo, mientras Amenábar cumple arresto domiciliario desde el 10 de mayo por otros cargos.


Por estos días, Ignacio Amenábar, exgerente comercial de Primus Capital, cuenta que pasa sus días como si estuviera en la pandemia. Debe estar las 24 horas encerrado en su casa de Lo Barnechea, tras quedar sujeto a arresto domiciliario total. Fue formalizado el pasado 10 de mayo por presuntos delitos de administración desleal, uso malicioso de instrumento mercantil falso, asociación ilícita y lavado de activos.

Pero el ingeniero comercial enfrenta ahora un nuevo problema. Su examigo, el empresario Adolfo Rasmussen, fundador de Digital Control, lo querelló por presunto delito de estafa. Digital Control es una empresa dedicada a proyectos de tecnología para salas de reuniones y directorios.

Según la acción penal, el conflicto tiene raíces profundas. Rasmussen y Amenábar se conocieron hace 14 años en la empresa de Servicios Financieros Contémpora. Mantenían una relación de amistad y confianza. Él confiaba en el ex gerente de Primus tanto profesional como espiritualmente. En 2013, Amenábar, trabajando en Primus Capital, convenció a Rasmussen de realizar operaciones de factoring con esa entidad.

“Rasmussen consideraba a Amenábar un amigo. Confiaba plenamente en sus recomendaciones y nunca las cuestionó. Su confianza en el querellado no solo era profesional, sino también espiritual. Participaban juntos en el movimiento católico Opus Dei”, consignó la querella patrocinada por los abogados Juan Cristóbal Pino y Luis Felipe Castañeda.

Desde 2016, debido al aumento de ventas, realizaron numerosas operaciones de factoring. Digital Control cedió a Primus Capital1.665 facturas por $6.977.336.826.

Sin embargo, según la querella, Amenábar abusó de la confianza de Rasmussen, pidiéndole cheques en blanco y firmar documentos para supuestas operaciones de factoring. “El querellado, abusando de la confianza de nuestro representado, le pedía cheques en blanco para respaldar operaciones”.

En 2017 y 2018, según el mismo escrito, las exigencias de Amenábar para obtener cheques en blanco se volvieron recurrentes e insistentes. Utilizaba mensajeros para recoger los cheques firmados sin mayor explicación. Rasmussen accedía por su gran confianza en Amenábar y porque este le decía que Digital Control debía dinero a Primus. “La exigencia de cheques era casi cada tres meses y el Sr. Rasmussen nunca entendió muy bien para qué hacía esto, pero accedía sin cuestionar mayormente las exigencias”.

En 2022, ante la insistente presión de Amenábar y la falta de transparencia en las cuentas, Rasmussen contrató una auditoría externa. La contadora Jacqueline Núñez realizó la auditoría y reveló una diferencia de $2.305.823.160 en favor de Digital Control que nunca fue transferida a la empresa. Este informe confirmó que Amenábar engañó a Rasmussen, haciéndole creer que las deudas con Primus existían cuando en realidad no era así. “El querellado ocultó dicha información, engañando a nuestro representado al decir que los deudores cedidos no habían pagado, haciéndole creer que mantenían deudas con Primus”.

El informe de auditoría y la revisión de la información exhibida por Primus Capital en diversas audiencias confirmaron diferencias significativas en favor de Digital Control, ratificando que Amenábar utilizó su posición y la confianza depositada en él para defraudar a la empresa. “A lo largo de la relación comercial entre Digital Control y Primus se suscribieron diversos documentos, todos supervisados por el Sr. Amenábar, quien además hizo firmar otros instrumentos que según sus dichos eran para respaldo, pero tenían un fin diverso”.

Descargo

Frente a la acción penal, Ignacio Amenábar explicó a Pulso que: “la empresa del señor Rassmusen no comienza operando con Primus el 2013, Primus se formó el 2014. Es falso que yo le pidiera cheques para respaldar las facturas”.

“Los cheques que él enviaba eran para otorgarle créditos directos que él solicitaba para después estos créditos pagarlos con facturas. Jamás se le escondió información y tenía una ejecutiva que lo atendía, además su respectivo acceso web donde podía ver en línea su deuda vigente y morosa, ya sea en cheques, facturas y contratos”, añadió.

“Están tratando de enredar el tema como muchos otros clientes que le deben a Primus y querer demostrar que no le deben dinero a Primus”, concluyó.

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