La desaparición de los empleos de cuello y corbata

Para generaciones de estadounidenses, un empleo en una empresa era el camino hacia una prosperidad estable. Pero ya no.

Los puestos de trabajo perdidos en una cascada de despidos de empleados de cuello y corbata desencadenada por el exceso de contratación y la subida de las tasas de interés podrían no volver nunca más, según afirman ejecutivos y economistas. Las empresas se están replanteando el valor de muchos puestos de trabajadores de traje, en lo que algunos expertos anticipan que será un cambio permanente en la demanda de mano de obra que alterará la vida laboral de millones de estadounidenses cuyos empleos se perderán, disminuirán o renovarán en parte gracias al uso de la inteligencia artificial (IA).

“Puede que estemos en el punto álgido de la necesidad de trabajadores del conocimiento”, afirmó Atif Rafiq, antiguo director digital de McDonald’s y Volvo. “Sólo necesitamos menos gente para hacer lo mismo”, indicó.

Mucho después de que los robots empezaran a quitar puestos de trabajo en la industria manufacturera, la inteligencia artificial está llegando ahora a los altos cargos -contables, programadores de software, especialistas en recursos humanos y abogados- y convergiendo con una presión inquebrantable sobre las empresas para que operen de forma más eficiente.

Mark Zuckerberg, CEO de Meta Platforms, dijo a sus empleados tras la última ronda de despidos de la matriz de Facebook que muchos puestos de trabajo no volverán porque las nuevas tecnologías permitirán a la empresa funcionar de forma más eficiente. El CEO de International Business Machines, Arvind Krishna, señaló recientemente que la empresa podría pausar algunas contrataciones para ver qué tipo de trabajo de back office se puede hacer con la IA. Dirigentes de muchos sectores afirman que esperan que la nueva tecnología aumente algunas funciones existentes, cambiando lo que la gente hace en el trabajo. Según Rafiq, autor de un nuevo libro sobre gestión, la IA podría permitir a los empleados contribuir mejor a sus empresas realizando un trabajo más significativo.

Según un análisis de Employ America, un grupo de investigación no partidista, el número de desempleados de cuello y corbata aumentó en unos 150.000 durante el año que finalizó en marzo. Se trata de trabajadores de servicios profesionales, directivos, informáticos, ingenieros y científicos.

“No puedo pensar en ningún trabajo en el que sea como la IA por sí misma”, sostuvo Rodney McMullen, director ejecutivo de la cadena de supermercados Kroger, que tiene alrededor de 430.000 empleados. “(Pero) Se me ocurren muchos empleos que se están viendo afectados por la IA”, agregó.

Esa dinámica subyacente se ha visto acelerada por el fuerte aumento de contrataciones de los últimos años. Los líderes de las empresas dicen que se han cargado de capas directivas hinchadas que ralentizan la toma de decisiones. El minorista Gap manifestó en abril que su nueva ronda de despidos de empleo corporativo recortaría lo que se ha convertido en una burocracia corporativa ineficiente.

El nuevo director ejecutivo de Lyft, David Risher, dijo a los inversores este mes que la empresa de transporte compartido había reducido el número de niveles de gestión de ocho a cinco. Lyft anunció en abril que eliminaría unos 1.000 puestos de trabajo de cuello y corbata en su última ronda de despidos. La estructura corporativa plana significa que Lyft “puede innovar más rápido”, comentó Risher.

El empleo atraviesa ciclos de auge y recesión. En anteriores recesiones, los ejecutivos se comprometieron a mantener los esfuerzos de racionalización, para reponer o aumentar sus filas corporativas cuando las condiciones empresariales mejoraran. Muchos ejecutivos aseguran que las fuerzas en juego sugieren que esta vez es diferente.

En épocas anteriores, cuando la subida de las tasas de interés llevó a la economía estadounidense a la recesión, las pérdidas de empleo solían estar encabezadas por los sectores más sensibles a los cambios de los tipos, como el manufacturero y el de la construcción. “Parece que ahora no estamos viendo eso. Podría ser que la estructura de la economía haya cambiado”, explicó Preston Mui, economista de Employ America, que ha estado estudiando las pérdidas de empleo de cuello y corbata.

“La verdadera pregunta es: si la Reserva Federal sube las tasas y suaviza la economía, ¿dónde va a aparecer eso?”, planteó. Las pruebas apuntan a los empleos de cuello y corbata.

Tras 14 meses de alzas de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal, las ofertas de empleo cayeron a su nivel más bajo en casi dos años en marzo, el mes más reciente de datos del Departamento de Trabajo. Los despidos en el sector de la información aumentaron un 88% en marzo con respecto al año anterior y un 55% en el sector financiero y de seguros, según los datos. En el sector manufacturero, aumentaron un 25% en el mismo periodo.

Según los economistas y especialistas en recursos humanos, las empresas se centran por el momento en mantener a los obreros (camareros de restaurantes, mozos de almacén, conductores, etc.), que siguen escaseando. Para los directivos, presionados por los inversores, esto supone un riesgo de despido para los mandos intermedios y otros trabajadores de cuello y corbata.

En las últimas semanas, Whole Foods y Walt Disney han anunciado despidos que afectan sobre todo al personal corporativo, pero no a puestos de atención al cliente, como dependiente de supermercado o empleado por horas en parques temáticos. Los trabajadores del sector minorista, incluidos vendedores y cajeros, fueron los más demandados en el primer trimestre del año, según el portal de empleo LinkedIn, junto con enfermeros y conductores.

“Las empresas se han dado cuenta de que han contratado en exceso”, indicó Nick Bunker, economista de la web de empleo Indeed. “Están recortando gastos”, añadió.

El número de empleados que trabajaban y el número de horas que trabajaban en sectores de cuello y corbata, como los servicios profesionales y las funciones médicas y veterinarias, se contrajo a finales de abril en comparación con enero, de acuerdo a datos de Homebase, que ofrece servicios de software a pequeñas empresas para la programación de trabajadores por horas.

Colton Pace, director ejecutivo de Ownwell, una empresa de análisis del impuesto sobre bienes inmuebles con sede en Austin (Texas), declaró que estaba cubriendo más puestos vacantes con contratistas temporales para dar flexibilidad a la startup en una economía incierta. También cree que la tecnología pronto realizará más tareas en la empresa.

“Quiero ser un poco más cauto a la hora de contratar”, sostuvo Pace. “Además, tiene más sentido porque no estamos seguros. Algunas de estas funciones se automatizarán”, apuntó.

Hace un año, aproximadamente el 15% de la empresa estaba formada por contratistas o temporeros. Ahora, esos trabajadores constituyen una cuarta parte de la plantilla de Ownwell, de aproximadamente 85 personas. Pace señaló que podría ver la IA y otras herramientas con el tiempo asumir una mayor parte del trabajo en la atención al cliente, operaciones y ventas.

No existe una definición firme de empleado de cuello y corbata en los datos gubernamentales. El término se aplica en general a las personas que trabajan en oficinas y tienen estudios superiores, como una licenciatura o algunos estudios universitarios. En las últimas décadas, la contratación en puestos directivos y profesionales superó rápidamente a la de otras categorías. El número de empleados en ocupaciones de gestión y profesionales aumentó casi un 150% en los últimos 40 años, y casi un 36% desde el final de la recesión de 2007-09, según datos del Departamento de Trabajo. En comparación, las ocupaciones de servicios como barberos, cuidadores de niños y empleados de casinos han aumentado un 72% desde 1983, los primeros datos disponibles, y un 3,5% desde junio de 2009.

A lo largo de los años, la mayor demanda de trabajadores cualificados y los salarios más elevados para los trabajadores con estudios universitarios ampliaron la brecha económica con los obreros. Sin embargo, tras el apogeo de la pandemia de Covid-19, los salarios aumentaron más rápidamente entre los trabajadores con salarios más bajos, lo que redujo la prima salarial universitaria e invirtió aproximadamente una cuarta parte del aumento de la desigualdad salarial desde 1980, de acuerdo a un estudio realizado por economistas, entre los que se encuentra David Autor, del Instituto Tecnológico de Massachusetts.

Los datos de las nóminas de más de 300.000 pequeñas y medianas empresas mostraron que los salarios de las nuevas contrataciones habían disminuido en general en abril con respecto al año anterior, pero cayeron más rápidamente en las profesiones de cuello y corbata, como las finanzas y los seguros, según Gusto, un fabricante de software de gestión de nóminas, beneficios y recursos humanos. En cambio, aumentaron más rápidamente en los sectores de servicios y obreros, como el turismo, la construcción y el ocio.

A medida que las empresas buscan recortar costos, algunos empresarios han afirmado que los mandos intermedios tendrán que renunciar a sus equipos y volver a ser un trabajador más. Otras, como McDonald’s, han pedido a sus empleados que acepten una remuneración reducida si quieren permanecer en la empresa.

También se espera que la inteligencia artificial elimine algunos puestos por completo. Krishna, de IBM, ha afirmado en las últimas semanas que, en un periodo de cinco años, el 30% de los aproximadamente 26.000 puestos de IBM que no están orientados al cliente podrían ser sustituidos por la automatización o la IA.

Un representante de IBM dijo que la empresa seguía contratando para miles de puestos. No hay una “pausa” generalizada en la contratación”, sostuvo. “IBM está siendo deliberada y reflexiva en nuestra contratación”, agregó.

El Departamento de Trabajo prevé que, de las 20 profesiones que crearán más empleo hasta 2031, aproximadamente dos tercios serán trabajos manuales remunerados en torno a US$ 32.000 al año, como auxiliares de atención sanitaria y personal a domicilio, cocineros de restaurante, trabajadores de comida rápida, camareros y transportistas.

Las profesiones con mejores perspectivas de crecimiento que requieren un título universitario son las de programador informático, director de operaciones y enfermero titulado. Estos puestos de trabajo pagan alrededor de US$ 100.000 al año y se prevé que estén mejor protegidos que otros trabajos de cuello y corbata frente al desplazamiento de la IA.

Algunas empresas ya están calculando cuántos empleados menos necesitarán en el futuro. La empresa de consultoría empresarial y gubernamental Guidehouse, con sede en McLean (Virginia), que emplea a unas 16.500 personas, esperaba triplicar su plantilla en los próximos años para alcanzar su objetivo de triplicar sus ingresos hasta los US$ 10.000 millones, según su Director General, Scott McIntyre. Ahora ya no.

McIntyre prevé que, con la ayuda de la inteligencia artificial y el aumento de la automatización, Guidehouse tenga que contratar a 40.000 personas en lugar de 50.000 para alcanzar su objetivo de crecimiento. “Cuanto más inteligente seas con la tecnología y la tecnología que genera productividad, más inteligente puedes ser con la contratación”, aseguró finalmente.