2021 fue un año con varios altos y bajos para la industria de las criptomonedas, pero pese a esa volatilidad el bitcóin se las arregló para alcanzar máximos históricos cuando se transó en US$ 67 mil a inicios de noviembre.

Uno de los mayores acontecimientos del año pasado fue la decisión de Paypal de permitir a sus clientes comprar y vender criptomonedas a través de sus billeteras móviles y, sobre todo, la implementación del bitcóin como moneda de curso legal en El Salvador en septiembre, convirtiéndose así en el primer país del mundo en hacerlo.

Muchas economías siguen de cerca la experiencia del país gobernado por Nayib Bukele, pero los expertos plantean reparos. El analista de Moody’s Jaime Reusche dijo que operar con bitcóin “es muy arriesgado, particularmente para un gobierno que ha estado luchando con presiones de liquidez en el pasado”, de acuerdo a Bloomberg.

Reusche señaló que la propiedad actual de El Salvador de aproximadamente 1.391 bitcoins no es lo suficientemente grande como para representar una amenaza importante para la capacidad del Gobierno de cumplir con sus obligaciones, pero que el riesgo aumentará si este decidiera comprar más criptomonedas.

La medida de establecer al bitcóin como moneda de curso legal no estuvo exenta de polémicas en el país centroamericano, donde se llevaron a cabo diversas manifestaciones en 2021 por parte de la ciudadanía. “No al bitcóin en El Salvador” o “El bitcóin es contra los pobres”, se leía en algunas de las pancartas, y es que algunos salvadoreños protestaron debido a la rapidez con que se instauró la medida, además del hecho de que traería incertidumbre financiera.

Otro hito no tan positivo que marcó a la industria de las monedas digitales en 2021 fue la prohibición por parte del gobierno de China a las instituciones financieras para que ofrezcan servicios con estas divisas digitales, además de impedir que se lleve a cabo la minería de bitcoins en el país. Turquía, Egipto, Marruecos, entre otros países, también han prohibido las transacciones con criptomonedas por su falta de regulación.

En tanto, desde una arista más positiva, un área donde sí han tenido cabida las criptomonedas son las redes sociales. A finales de septiembre de 2021, Twitter habilitó la opción de dar o recibir propinas con bitcoins, sin comisión alguna. El en ese entonces director ejecutivo de Twitter, Jack Dorsey, había señalado que el bitcóin sería “parte importante” de dicha red social.

En diciembre de 2021, además, WhatsApp comenzó a implementar la opción de pago con criptomonedas a través de los chats. Esta opción aún está disponible solo en Estados Unidos, pero los usuarios ya esperan esa posibilidad en el resto del mundo.

El miércoles el bitcóin llegó a los US$ 44.010 y, en lo que va de febrero, ha subido 14,5%, recuperándose así de una mala racha en donde marcó niveles bajo los US$ 35 mil.

Por otra parte, acumulado desde inicios de 2022, la criptomoneda más transada a nivel mundial lleva una baja de -5% y, desde su máximo histórico del 9 de noviembre de 2021 (US$ 67.734), ha caído -35%.

De acuerdo a Bloomberg, el mes pasado las expectativas de ajuste de política monetaria ayudaron a impulsar una crisis bajista en los activos de criptomonedas. Sin embargo, la confianza y la inclinación por el riesgo parecen estar regresando, según un informe de Arcane Research.

Sobre las dos semanas consecutivas de caída de su precio, uno de los motivos para aquello habría sido la posibilidad de un endurecimiento de la política de la Fed para contrarrestar la inflación.

Lo anterior ha llevado a que, por ejemplo, según Bloomberg solo un 5% de los clientes encuestados por JPMorgan Chase & Co. prevean que la moneda digital alcance antes de fines de 2022 los US$ 100.000, como algunos habían vaticinado.

Dada la caída del activo digital más grande por valor de mercado desde que alcanzó su máximo en noviembre del año pasado, los observadores del mercado en Estados Unidos han coincidido en que el camino hacia el umbral de los US$ 100.000 puede ser más difícil con una Reserva Federal más restrictiva.

En tanto, justamente el presidente de la Fed, Jerome Powell, anunció recientemente que la entidad planea publicar un reporte sobre monedas digitales en las próximas semanas, así como otros países han manifestado esa intención, como China. La Reserva Federal y otros organismos de Estados Unidos habían dicho anteriormente que las criptomonedas estables necesitan más regulación y deberían ser emitidas por bancos.

Lo anterior podría replicarse en Chile también, ya que en septiembre de 2021 el Banco Central anunció que se conformó un grupo de trabajo especializado para generar una estrategia de mediano plazo sobre medios de pago digitales en el país. De esta forma, el BC podría eventualmente emitir un “peso digital”.

Guillermo Torrealba, CEO de Buda.com -plataforma chilena líder en Sudamérica en términos de compra y venta de criptomonedas- detalló a Pulso que el 2021 fue el año de mejor desempeño para la industria de las criptomonedas, particularmente para el bitcóin.

¿Cuál es el balance que hace de lo que fue el 2021 respecto a la industria de las criptomonedas en general?

El 2021 fue por lejos el mejor año que ha tenido la industria de las criptomonedas, casi que desde cualquier punto de vista: en volúmenes transados, por ejemplo, que es la medida relevante, que en esencia es cuánto se ha comprado y vendido en criptomonedas. Solamente en Buda crecimos un 500%, son seis veces, respecto al 2020. Y dentro del 2021 hubo tremendas noticias. Aparecieron las primeras empresas de criptomonedas con licencia bancaria, salió a la bolsa Coinbase, que es una empresa como Buda.com, en Estados Unidos y fue una de las salidas a la bolsa más exitosa de la historia. Empresas como MercadoLibre, Tesla, anunciaron que están comprando bitcóin y que están guardando parte de sus reservas en bitcóin. El Salvador declaró bitcóin como moneda. Desde cualquier punto de vista ha sido el mejor año de bitcóin, por lejos.

Con respecto a Buda, ¿cómo fue el año pasado para ustedes? En términos de lanzamientos, crecimiento, etc.

Fue un super buen año, es de los años en que más hemos crecido. Y eso que el 2020 ya fue un año súper bueno, pero el 2021 se transaron en Buda.com cerca de US$ 1.500 millones, seis veces más de lo que se había transado el 2020, que es el segundo mejor año de Buda. Hay un crecimiento super exponencial.

Por otro lado, lanzamos USD Coin, que es como un dólar construido sobre criptomonedas, sobre la tecnología de criptomonedas. Es una criptomoneda que siempre vale US$ 1 y tiene todas las ventajas y la modernidad de una tecnología blockchain. Y después, a final de año, lanzamos créditos respaldados en bitcóin, que es un producto que ataca y que compite directamente con la banca.

¿A qué se debe este mayor interés de las personas por la plataforma o por las criptomonedas en general?

Hay tres razones. En primer lugar, estas tecnologías tienen un efecto de bola de nieve, donde al principio crecen como que no se nota tanto la velocidad a la que crecen, pero eventualmente toman una inercia donde el crecimiento es súper explosivo. De hecho, estudios dicen que está creciendo más rápido de lo que creció Internet, y eso que internet fue una tecnología que se masificó rapidísimo.

Después hay un contexto mundial de incertidumbre en la economía mundial, sumado a una pandemia que obligó a digitalizar la economía entera, que tuvo un impacto grande sobre bitcóin. Y luego tuvimos un contexto social en Chile que hizo que la gente empezara a buscar alternativas al peso, que fue el estallido social. La incertidumbre social e incertidumbre en la economía local hacen que la gente tenga aprensiones y miedos sobre la economía local y, como consecuencia, busque otras herramientas para resguardar su dinero.

¿Qué avizora para 2022? ¿Qué podemos esperar de la industria este año?

Se va a seguir consolidando, sin lugar a dudas. Va a aumentar la cantidad de empresas importantes que adopten bitcóin o incluso compran dentro de sus reservas, pero también adopten bitcóin. Por ejemplo, PayPal el año pasado comenzó a permitir a sus clientes comprar y vender criptomonedas a través de sus billeteras móviles. Yo creo que eso se va a seguir consolidando. Van a seguir apareciendo leyes en los países que promuevan el uso de bitcóin en la economía. Ojalá que Chile sea uno de esos países. En general lo que yo estoy viendo es que empresas como Buda.com se están consolidando bien rápido en su mercado y se están transformando ya en empresas que compiten a la par con la banca. Esta tendencia es difícil que cambie.

¿Qué criptomonedas cree que van a tomar protagonismo?

Esa es una pregunta más difícil de contestar. De todas maneras, bitcóin sigue siendo la madre del cordero. Es la más grande, la más popular, la más confiable. Eso no creo que vaya a cambiar, lo dudo. Después está Ethereum, que es una criptomoneda que se ha ido consolidando en su propio nicho, que es el nicho de los contratos inteligentes. Luego están Solana u otros blockchains que están intentando replicar lo que está haciendo Ether, con algunas variaciones que le dan alguna ventaja.

Pero yo creo que para alguien que está recién comenzando lo importante es que estudien. Y mi recomendación sería partir por bitcóin, que es lo más seguro, y luego que vayan estudiando y vayan entendiendo y eligiendo, porque la verdad es que debe haber unas 5 mil criptomonedas y me cuesta hacer una recomendación así nomás. Creo que puede ser hasta peligroso.

Y sobre Buda, ¿qué novedades vienen en 2022?

En Buda solemos ser bastante reservados con las noticias, pero vienen hartos cambios este año. Estamos lanzando la aplicación móvil ahora en este instante, vamos a seguir desarrollando productos de crédito. Hoy día están limitados a $10 mil dólares por persona y queremos que eventualmente puedas hasta pagar tu casa con un crédito barato y moderno y digital como los créditos que tenemos nosotros. Y estamos trabajando en otros productos muy interesantes como tarjetas que te van a permitir gastar tus bitcoins en medios de pago locales. En general, la línea de desarrollo de Buda hoy es desarrollar servicios financieros tradicionales, pero construidos sobre bitcóin o sobre las criptomonedas y, como consecuencia, son mucho más modernos.