No paran de crecer: transferencias electrónicas subieron 23% en 2023 y ya superan los US$270.000 millones

Todos los años son más. El número de transferencias electrónicas en el país no para de crecer, de la mano de un parque de tarjetas y cuentas asociadas que va permanentemente al alza.

Según datos proporcionados por el Centro de Compensación Automatizado (CCA), entidad encargada de procesar las transferencias de fondos, en 2023 el número de las transferencias realizadas por los usuarios totalizó 1.218.113.407, lo que implicó un alza de 23,11% año a año. Pero dicha variación salta un 983% al compararlo con el número de transferencias de fondos realizadas hace 10 años.

De dicho total, el 2,31% de las transferencias correspondió a empresas no bancarias, que incluye las tarjetas Tapp (caja Los Andes), el plástico de la caja de compensación Los Héroes, el de la cooperativa Coopeuch, las tarjetas de Tenpo, Copec Pay, Mercado de Pago, Global Card y La Polar. El resto de las transferencias fueron realizadas entre clientes de los diversos bancos del país.

En total, las transacciones efectuadas durante el ejercicio pasado alcanzaron los US$274.158 millones, es decir un alza de 10,7% respecto del 2022. A septiembre, según la última información detallada de la CCA, la transferencia promedio de mayor monto correspondió a las realizadas de empresa a empresa, y llegó a $1.807.734, mientras que en el caso de las realizadas de persona a persona, el monto promedio fue de $110.802.

Américo Becerra, gerente general de la CCA, explica que “el comportamiento de la Transferencias Electrónicas de Fondos en Línea desde su implementación ha presentado un crecimiento sostenido, mostrando números notables, especialmente en tiempos de pandemia, ya que personas que incluso no les gustaba el mecanismo, tuvieron que adoptarlo, manteniendo la dinámica posterior a este periodo. El año 2023 cerró con más de 1.216 millones de transacciones realizadas a través del Centro de Compensación, batiéndose récords diarios, más de siete millones en un día, y mensuales, con más de 124 millones de transacciones”.

El centro de compensación se creó en 1998 para, entre otros aspectos, procesar los cargos a tarjetas y pagos de ese tipo, para luego en 2008 hacerse cargo de las transferencias electrónicas de fondos que fueron autorizadas por la entonces Superintendencia de Bancos en 2007. Ese primer año, en 2008, se realizaron 13.299.340 transferencias, es decir que desde entonces el número de operaciones de este tipo ha crecido 9.059%.

En enero del 2022, el Banco Central publicó el Capítulo III.H.6, que autoriza y reglamente el funcionamiento de las Cámaras de Compensación para Pagos de Bajo Valor, que vino a regular la compensación y liquidación en el sistema financiero, lo que implicó que se sumaran normas que permiten contar con un modelo más robusto en la interacción de los bancos en el proceso de liquidación. Tras ello, en junio del año pasado, el Banco Central aprobó el Reglamento Operativo de la primera Cámara de Compensación para Pagos de Bajo Valor, y en enero de 2024, la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) autorizó a la CCA, es decir que el centro de compensación hoy pasará a ser una cámara de compensación.

Según Becerra, el modelo de cámara de compensación “ha sido implementado en países donde este tipo de transacciones ya es habitual desde hace unos años, siendo Brasil un caso de éxito, ya que agregó desarrollos en la punta que facilitan la transaccionalidad entre los clientes de los bancos o emisores”.

Actualmente los accionistas de la CCA - que es una sociedad de apoyo al giro bancario- son Banco de Chile, Santander y BCI, cada uno con el 33% de la propiedad de la compañía, la que es presidida por el presidente de la Asociación de Bancos, José Manuel Mena, con Óscar von Chrismar como vicepresidente, y José Luis de la Rosa como director.