Presidenta del Banco Central: “Es necesario evitar tensionar a la economía y alimentar condiciones insostenibles”

Rosanna Costa dijo este jueves que “la primera reducción de la tasa no es el fin de un ciclo ni el inicio de otro. Es solo el reflejo de que, tras haber avanzado en el proceso de ajuste de nuestra economía, la dosis de contractividad que se requiere es algo menor. En adelante, deberemos seguir aquilatando esta dosis”.


El escenario económico se mantiene con una desaceleración de la actividad, pero con una mejor perspectiva hacia adelante, mientras que la inflación se ha reducido.

Ante esto la presidenta del Banco Central, Rosanna Costa, expuso este jueves sobre el Panorama Económico en Chile e Implicancias para la Política Monetaria.

Entre sus principales mensajes dijo que “desde hace ya casi cuatro años, nuestro país viene enfrentando una serie de desafíos con fuertes repercusiones económicas. A algunos de naturaleza local, se sumaron otros de origen externo y de naturaleza global. Como resultado, la inflación ha aumentado a nivel mundial, aunque con componentes particulares en cada región. En el caso de Chile, los componentes locales tuvieron una relevancia muy significativa y en el punto máximo alcanzamos valores de 14% anual hace un año”

Asimismo, acotó que “como Banco Central, actuamos de manera oportuna para hacer frente a este problema, con un agresivo ciclo de alzas de la TPM, que sumaron 1.075 puntos base (pb) entre julio de 2021 y octubre de 2022. Desde ese entonces, mantuvimos la tasa en ese nivel, aplicando el primer recorte en la Reunión que sostuvimos a fines de julio”.

De esta manera, poco a poco la inflación ha ido cediendo. No obstante, dijo que “su nivel aún es alto y sigue por sobre la meta de 3%, por lo que la tarea todavía no se ha completado y no está exenta de desafíos. De este modo, hemos realizado una primera reducción de 100pb en la tasa, adecuando así el nivel de contractividad de la política monetaria que la convergencia inflacionaria requiere, en la medida que avanza el ajuste en la economía”.

Al respecto, aseveró que por ahora, “más allá de los avances logrados, es importante mirar en perspectiva que la inflación sigue alta, y que, si bien las proyecciones apuntan a su convergencia en el trascurso de 2024, la tarea está lejos de haberse concretado”.

De cualquier forma, “sin duda que la baja de la inflación y de las tasas es una buena noticia para los chilenos. Lo que hemos avanzado en el control de la inflación permitirá ir reduciendo el costo del crédito y flexibilizando su acceso a personas y empresas en la medida que sigamos logrando encauzar la convergencia inflacionaria a la meta de 3%”.

Puntualizó que este “ha sido un período muy desafiante para todos. Cada uno ha podido ver y sentir en primera persona el fuerte y dañino impacto que significa un alza de la inflación que sobrepasa lo habitual. Por lo mismo, es necesario evitar tensionar a la economía y alimentar condiciones insostenibles, aun cuando lo que se busque sea un propósito bien intencionado. Lo que en primera instancia parecen soluciones o aportes al bienestar de la sociedad, pueden transformarse en costos a mayor plazo si no son soluciones sostenibles, y esos costos no deben subestimarse”.

Indicó que “la primera reducción de la tasa no es el fin de un ciclo ni el inicio de otro. Es solo el reflejo de que, tras haber avanzado en el proceso de ajuste de nuestra economía, la dosis de contractividad que se requiere es algo menor. En adelante, deberemos seguir aquilatando esta dosis”.

Por último, dijo que “el hecho que hayamos partido con un movimiento de 100pb, no es indicativo de la magnitud de futuros movimientos, pues podrían ser menores. Eso es algo que decidiremos en función de cómo se comporte el escenario macro. En la medida que la economía siga el camino esperado, el proceso seguirá avanzando, a un ritmo que sea coherente con el logro de la meta de inflación”.

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