Inseguridad ciudadana y estancamiento económico, los ejes de las cartas de los presidentes de empresas a sus accionistas

Con la publicación de las memorias integradas 2024, los presidentes de las mayores empresas del país elevaron el tono en sus cartas a los accionistas. En ellas, la inseguridad ciudadana y el estancamiento económico se posicionaron como las principales preocupaciones del sector privado, que advierte un entorno desafiante y demanda mayor estabilidad para retomar el crecimiento.
Con la llegada de marzo, las grandes compañías fiscalizadas por la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) comenzaron a publicar sus memorias integradas 2024. Como es habitual, estos informes incluyen un apartado clave en las primeras páginas: la carta del presidente del directorio. Aunque su función principal es entregar un balance del ejercicio anual a los accionistas, estas misivas han ido ganando en contenido y profundidad, convirtiéndose en verdaderas columnas editoriales sobre el estado del país y el rumbo de sus sectores estratégicos.
Pulso revisó más de una docena de estas cartas, correspondientes a empresas de sectores como energía, infraestructura, minería, industria, servicios sanitarios, financiero, vitivinícola y consumo masivo. Y si bien cada texto responde a una realidad empresarial particular, en conjunto configuran una radiografía común: el 2024 estuvo marcado por un clima de incertidumbre persistente, donde dos factores se repiten como principales fuentes de inquietud para el mundo corporativo: la inseguridad ciudadana y la falta de dinamismo económico.

La inseguridad aparece de forma recurrente en las cartas de los presidentes. Ya no como una preocupación social general, sino como una variable que interfiere en la operación misma de las empresas.
El presidente de Cristalerías de Chile, Baltazar Sánchez, fue categórico: “La agenda nacional estuvo marcada desde lo social por la inseguridad ciudadana, tema que se ha convertido en prioritario para los chilenos y las empresas”.
Este diagnóstico fue planteado en el marco de una carta extensa, donde el ejecutivo también señaló que 2024 fue “un año complejo para el contexto económico, político y social de Chile”, en el que se combinó una recuperación aún parcial de su negocio con un entorno externo e interno altamente volátil.
Desde el mundo energético, la preocupación se enfocó en la fragilidad de la infraestructura. Así lo señalaron Matías Pérez Cruz y Gerardo Cood, presidente y vicepresidente ejecutivo de Empresas Gasco, al referirse al apagón nacional ocurrido en febrero:
“El reciente corte de suministro eléctrico […] puso en evidencia ante la opinión pública la fragilidad de la infraestructura de transmisión eléctrica y la importancia de contar con un sistema energético sólido que permita dar seguridad y continuidad de suministro de energía a todo el país.”
Y agregaron: “Esta grave situación constituye –sin duda– un llamado de atención a todos los sectores de la sociedad, para incentivar que se realicen las inversiones necesarias dentro de un marco legal sólido y ágil”.
Una visión complementaria entregó Felipe Larraín, presidente del directorio de Aguas Andinas, quien abordó el desafío desde la resiliencia ante emergencias climáticas: “Cada vez son más comunes los fenómenos meteorológicos extremos que ponen a prueba la resiliencia de los países (…). Sabemos que aún no está resuelta la adecuada preparación hídrica que necesita Santiago ante los efectos de la crisis climática.”
El ejecutivo destacó que, pese a esas condiciones, la compañía sorteó con éxito eventos extremos como el temporal de agosto sin cortes masivos de suministro, gracias a su planificación y certificaciones de continuidad de negocio.

Economía
Si la inseguridad apareció como un tema emergente en las cartas, el bajo crecimiento económico fue directamente transversal. En todos los sectores, los presidentes manifestaron inquietud por la debilidad de la inversión, la baja productividad, las señales contradictorias del entorno político y regulatorio, y la lentitud de la recuperación pospandemia.
Claudia Bobadilla, presidenta de Cintac, hizo un llamado explícito: “Recuperar tasas de crecimiento en torno al 5% es prioritario para el desarrollo sostenible de nuestro país.”. Y añadió que “el repunte que se esperaba para la economía en general y para la construcción en particular a partir de mediados de año, no se concretó.”
Desde el sector financiero, Guillermo Tagle, presidente del Depósito Central de Valores (DCV), vinculó la desaceleración con el entorno normativo: “El 2024 estuvo marcado por un panorama económico y regulatorio complejo, con crecimientos moderados del producto interno y niveles de productividad que limitaron la capacidad de crecimiento del país, bajo el peso de un fuerte componente normativo y regulatorio local.”
Con mayor énfasis político, Renato Peñafiel, presidente de Grupo Security, atribuyó el bajo dinamismo a una falta de confianza y liderazgo en políticas públicas: “La incertidumbre y el deprimente crecimiento real de nuestro país […] son consecuencia directa de la ausencia de políticas públicas y la falta de confianza, que impiden contar con un ambiente propicio para la inversión.” Y añadió: “La inseguridad paralizante afecta los proyectos de vida, los planes de inversión y el desarrollo del país”.
Desde Embotelladora Andina, su presidente Gonzalo Said también incluyó una mirada crítica al entorno chileno: “En el caso de Chile, continuamos con bajas tasas de crecimiento económico, presiones inflacionarias y una demanda del consumidor debilitada”. Y calificó el año como “complejo en lo económico, político y social”, aunque destacó los buenos resultados obtenidos por la compañía a pesar del contexto.
Por su parte, Bernardo Matte, presidente de BICECORP, abordó el tema desde la necesidad de estabilidad institucional en un año electoral: “En este desafiante entorno económico y político, seguimos enfocados en capitalizar nuevas oportunidades.” Añadió que espera que “las campañas políticas no desaceleren la discusión de proyectos que beneficien al país”.

Reorganización
Pese al tono de alerta que atraviesa muchas de las cartas, los presidentes también presentaron planes para enfrentar este escenario. La innovación, la sostenibilidad y la diversificación de negocios aparecen como estrategias clave para sobrellevar el entorno desafiante.
Uno de los procesos más profundos lo vive Grupo CAP, que este año suspendió indefinidamente la operación de Huachipato, su histórica planta siderúrgica. En su carta, el presidente Juan Enrique Rassmuss no esquivó el tema: “Estamos comprometidos con la reconversión de Huachipato […] abordando el proceso con una mirada holística e integral, que permita transformar la zona en un polo de desarrollo industrial, logístico portuario y de innovación”. El empresario señaló también que “la transición energética no es solo un desafío, sino una oportunidad para CAP”.
Desde SAAM, el presidente Óscar Hasbún también proyectó una agenda de transformación: “Nos hemos propuesto que al menos el 10% de nuestra flota cuente con sistemas de propulsión sustentables al cierre de la década.” En 2024, la firma integró remolcadores eléctricos en Canadá y espera sumar el primero en América Latina el próximo año.
SalfaCorp, a su vez, reafirmó su compromiso con la sostenibilidad y la innovación en ingeniería. Su presidente, Andrés Navarro, señaló que “seguiremos construyendo el futuro con la convicción de que la sostenibilidad es el eje central de nuestro desarrollo”.
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