Reforma previsional: la propuesta del gobierno a los técnicos para cambiar el cobro de comisión desde sueldo a saldo ahorrado
La presentación revela que actualmente las comisiones "son más costosas para las mujeres". El documento describe el modo en que opera actualmente la comisión que se cobra a los afiliados sobre la remuneración imponible, y cómo sería la propuesta que hace el gobierno en régimen, donde se cambia a una comisión sobre el saldo ahorrado. También enseña una tabla con los descuentos que se aplicarían con este nuevo esquema, según generación.
Fueron principalmente dos los temas que el gobierno presentó a los técnicos en la reunión sobre la reforma previsional que sostuvieron el viernes pasado. Uno de ellos es respecto a la nueva propuesta que modeló el Ejecutivo para que un 4% de la cotización se destine a seguros sociales y el restante 2% a cuenta individual. El segundo tema versa sobre el cambio de la actual comisión que cobran las AFP a los afiliados sobre el flujo, a lo que ahora propone el proyecto, que es una comisión sobre el saldo administrado.
La presentación que hizo el viernes la Superintendencia de Pensiones, titulada “propuesta de cambio a comisión sobre saldo con estructura de descuentos por cohorte”, describe cómo opera actualmente la comisión que se cobra a los afiliados, y cómo sería la propuesta que hace el gobierno en régimen.
Ahí se explica que actualmente “la comisión se paga cada vez que se cotiza y se calcula como un porcentaje de la remuneración imponible. Este porcentaje es adicional a la cotización para pensiones de 10%, por lo que impacta el salario líquido, pero no la pensión directamente”.
En cambio, detalla que la reforma previsional del gobierno propone ir hacia “un esquema de comisiones porcentuales en base al saldo ahorrado. El objetivo es alinear de mejor manera los incentivos entre los gestores de las inversiones y los afiliados y afiliadas, ya que las comisiones se verán afectadas por el desempeño financiero de los fondos de pensiones. En comparación, las comisiones sobre remuneraciones no se relacionan con los resultados de las inversiones”.
La presentación también recuerda que la reforma previsional propone aumentar la tasa de cotización obligatoria desde el 10% de la remuneración o renta imponible, que es el nivel actual, a un 10,5%, “calculado sobre la misma base, para mitigar el efecto en pensiones por el descuento de estas comisiones desde el saldo”.
En ese sentido, el documento aclara que este incremento de la cotización en 0,5% “no reducirá el sueldo líquido de ningún trabajador puesto que actualmente todas las comisiones son superiores a 0,5%. La comisión promedio cobrada es de 1,17%. Esta propuesta implica que para el 72% de las personas que hoy afiliadas a las cinco AFP de mayor costo, su salario líquido aumentará entre 0,66% y 0,95% (diferencia entre las comisiones y el 0,5% adicional de cotización)”.
Bajo este escenario, la presentación afirma que el actual sistema de comisiones que hay en el país, donde se cobra sobre flujo, “implica que las personas paguen un porcentaje alto de comisiones en relación a su saldo cuando jóvenes, y un porcentaje bajo cuando son mayores”. A raíz de ello, al hacer este cambio que propone el gobierno para avanzar hacia una comisión sobre saldo, “debe por tanto evitar un ´doble cobro´ a las y los afiliados mayores, generado por la introducción del nuevo esquema en el periodo de la vida en que tienen mayores saldos”.
En ese sentido, el documento que presentó el regulador señala que “para cada persona es posible obtener una comisión por saldo equivalente a la comisión por flujo actual. Esto se hace calculando la comisión porcentual sobre saldo que iguala el pago de comisiones, en valor presente, a lo que pagaría bajo el esquema actual”.
Ahí incluyeron un ejemplo de un individuo representativo, el cual tiene un salario inicial de $700 mil, una edad de afiliación de 20 años, que se jubila a la edad legal. Entre los supuestos se usa un crecimiento real de salarios de 5% entre los 20 y 35 años, de 3% entre los 35 y 55 años, y de 0% desde los 55 años. Además, se considera una rentabilidad real de 4%, una cotización de 10%, y una comisión sobre remuneración del 1,27%. El documento también dice que “se calcula comisión porcentual por saldo que deja a la persona indiferente, observando diferencias por género, densidad, y edad”.
Entre los resultados que enseña la presentación, señala: “Comisión por saldo equivalente no depende de la densidad de cotizaciones (supone densidad homogénea); Comisión por saldo equivalente es mayor para las mujeres, lo que quiere decir que comisiones actuales son más costosas para las mujeres; Comisión por saldo equivalente disminuye a mayores edades”.
En concreto, allí se calcula que la comisión actual es más costosa para las mujeres porque ellas se pensionan antes que los hombres, pero si una mujer decide postergar su edad de retiro y jubilar a la misma edad que un hombre, ese efecto no se daría. Lo anterior, considerando que ambos pagan lo mismo, pero en el caso del hombre ese dinero será administrado durante más tiempo, hasta que jubile a los 65 años, versus el de las mujeres que se gestiona hasta los 60 años.
Es por esto que el gobierno “propone entonces una estructura de descuento sobre la comisión sobre saldo que considere un mayor descuento para generaciones mayores y vaya disminuyendo a medida que las generaciones sean más jóvenes. Así, en el largo plazo, esta estructura de descuento va desapareciendo en la medida que las generaciones beneficiadas se van pensionando”.
Y agrega que “no se propone diferencia entre descuentos aplicados a hombres y mujeres, para no reproducir el mayor cobro actual al que éstas están afectas”.
La reforma previsional señala que la estructura de descuento específica a utilizar se fijará por medio de un decreto dictado por el Presidente de la República y suscritos por los Ministerios de Hacienda y del Trabajo, y “estos descuentos deberán ser aplicados por quienes administren las inversiones, quienes podrán fijar una comisión sobre saldo base, a la cual deberán aplicar los descuentos de la tabla según el año de nacimiento de cada persona”.
La presentación de la Superintendencia de Pensiones enseña una tabla con una estructura de descuentos preliminar, que no es necesariamente la que se aplicará. “El cálculo de la estructura de descuentos se hace a través del Modelo de Proyección de Pensiones (MPP). Este modelo proyecta las cotizaciones y los ingresos para pensiones de los afiliados activos”, dice el documento. Y según ello, “se estima una comisión sobre saldo (%) para cada afiliado de forma que el monto pagado de comisiones desde ahora hasta pensionarse (en valor presente), sea igual (al valor presente) que pagaría con la comisión actual del sistema”.
El documento dice que “se calcula la mediana de la comisión equivalente para cada cohorte. Las cohortes están definidas según año de nacimiento, cada cinco años. El descuento se calcula como la diferencia (%) entre la comisión equivalente de cada cohorte (que ya ha pagado comisión sobre los fondos ya aportados) y la comisión equivalente de alguien que no ha pagado ninguna comisión”.
<b>Estructura de descuento por generación</b> | <b>Edad en 2022</b> | <b>Descuento por generación</b> |
---|---|---|
Hasta 1959 | Hasta 63 | -65% |
1960s | 58-62 | -50% |
1965s | 53-57 | -39% |
1970s | 48-52 | -30% |
1975s | 43-47 | -20% |
1980s | 38-42 | -13% |
1985s | 33-37 | -5% |
1990s en adelante | 32 o menos | 0% |
Al respecto, los guarismos de descuento preliminares que se muestran apuntan a que la mayor rebaja la tendrá la generación del año 1959 o anterior a ella, esto es, personas que en 2022 tenían 63 años o más, quienes tendrían un descuento de 65%. En la otra vereda están aquellas personas que nacieron desde 1990 hacia adelante, quienes en 2022 tenían 32 años o menos, los cuales no accederán a ningún tipo de descuento.
En todo caso, la presentación recalca que “los guarismos específicos de descuentos son preliminares pues podrían cambiar ante ajustes de supuestos de proyección, del crecimiento de los salarios y de la rentabilidad de los fondos”. Y agrega que “las ventajas de estimar una estructura única de descuentos por cohorte, en vez de realizar descuentos personalizados, es que permite mayor transparencia y facilita la comparación de precios”.
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