El gobierno espera ingresar las indicaciones de la reforma previsional este martes. Una de las líneas rojas que el gobierno planteó desde un inicio en su reforma previsional, es que para llegar a un acuerdo es necesario subirle las pensiones a los actuales jubilados, y eso debía ser hecho con cargo a las cotizaciones. Chile Vamos, en cambio, siempre planteó que si el objetivo era mejorar las pensiones actuales, entonces debía ser hecho con impuestos generales, y no mediante reparto.

Por eso surgió una fórmula intermedia: que los trabajadores entreguen una parte de sus cotizaciones de manera transitoria, lo que será reembolsado al momento de la jubilación, es decir, operaría como un préstamo que se devolvería con la tasa de interés de mercado a la hora del retiro. Ese es el llamado “aporte reembolsable” con el que se busca financiar la garantía de 0,1 UF por años cotizados que busca mejorar las pensiones de los actuales jubilados.

Lo que se estaría negociando en este momento, es que alrededor de un 1,5% de la cotización adicional del 6% se destine como un préstamo reembolsable para financiar esta garantía. Uno de los nudos que existe en este tema, es cuántos años cotizados se requieren como mínimo para hombres y mujeres para que puedan acceder a este beneficio.

Lo cierto es que preliminarmente, lo que podría ingresar el Ejecutivo en las indicaciones contempla que las mujeres puedan acceder a dicha garantía con un mínimo de 13 años cotizados, y para los hombres el requisito sería de 20 años cotizados. El tope de la garantía ya no sería de 3 UF como se había planteado en un inicio, sino más bien de 2,5 UF.

Este es un tema que aún no convence a una parte del gobierno y del oficialismo. Sin ir más lejos, desde el Ministerio de la Mujer han iniciado gestiones en la previa del ingreso de las indicaciones, insistiendo en que ese es un punto relevante a modificar. Esperan que se reduzca el mínimo de 13 años cotizados que se estaría estableciendo como requisito para las mujeres, dado que eso dejaría fuera a casi la mitad de las actuales pensionadas mujeres, según una minuta que ha circulado con cifras de la Superintendencia de Pensiones.

Esto podría instalarse como uno de los nudos en la votación que se realizará entre el miércoles y jueves de esta semana en la Comisión de Trabajo del Senado, y la próxima semana en la sala de la Cámara Alta.

Precisamente uno de los objetivos que busca el gobierno con esta reforma, y al cual ha dado mucho énfasis el Ministerio del Trabajo, es mejorar la pensión de las mujeres, y pese a que se incluiría un bono tabla para ellas para compensar su mayor expectativa de vida, una parte del Ejecutivo estima que eso no es suficiente, y buscan que esta mejora también ocurra al disminuir el requisito de años cotizados para acceder a la garantía.

Argumentan que ya se han descartado del proyecto otros temas que beneficiaban más a las mujeres que a los hombres, como el bono de maternidad, el bono de cuidado, y el mecanismo de solidaridad intrageneracional para la cotización adicional que se destina a la cuenta individual. Además, recuerdan que la reforma previsional del expresidente Sebastián Piñera planteaba que todas las mujeres con más de ocho años cotizados recibirían un complemento de 2,5 UF, mientras que acá se están exigiendo 13 años como mínimo para ellas.

Para argumentar que es necesario focalizar más la ayuda en las mujeres, circulan dos minutas, una de la Superintendencia de Pensiones y otra del Ministerio del Trabajo. El documento del regulador muestra el número de pensionados actuales según años cotizados y sexo. Allí es posible ver que a diciembre de 2023 había un total de 873.959 pensionadas mujeres vivas. De ellas, 401.892 mujeres tenían 12 años cotizados o menos, eso significa que a un 46% del total de mujeres pensionadas no podría acceder a la garantía. De hecho, según ese documento, el 26% de las mujeres ha cotizado cinco años o menos, esto es, 225.487 pensionadas.

Una minuta del Ministerio del Trabajo, titulada “Situación de las mujeres en la reforma previsional”, señala que “a diciembre de 2023, había en nuestro país 1.630.857 pensionados por vejez del DL 3.500, de los cuales un 53,6% eran mujeres. Entre las pensionadas de vejez mujeres, la mediana de pensión alcanzó en diciembre de 2023 los $43.825, lo que representa tan solo el 23,4% de la mediana de las pensiones de los hombres”.

Dicho documento afirma que “varias razones explican esta diferencia, entre otras, la menor capacidad contributiva de las mujeres, debido a su menor participación laboral, menor ingreso, etc. (factores indirectos), por un lado, y las reglas de funcionamiento propias del Sistema de Pensiones, como las edades diferenciadas de jubilación y la mayor expectativa de vida de las mujeres (factores directos), por el otro”.

Y muestra una tabla donde “es posible constatar como las mujeres pensionadas cotizaron por mucho menos años que los hombres, con más de la mitad de ellas habiendo cotizado 15 años o menos, mientras que más de la mitad de los hombres cotizó por 25 años o más, siendo un factor relevante para considerar el impacto de las labores de cuidado”.

La minuta del Ministerio del Trabajo ahí recuerda los “beneficios de la reforma con mirada de género”, entre ellos, la garantía de 0,1 UF por años cotizados. “Al ser un monto fijo por año cotizado, independiente del monto de la cotización, genera un mayor ´retorno´ para mujeres que a hombres (a igual número de años cotizados), ya que las mujeres cotizan en promedio por un ingreso imponible menor y sus fondos previsionales son menores producto de las lagunas, atendiendo de esta forma también los factores indirectos que afectan las pensiones”, dice el documento.

Y agrega: “Se debe advertir que la mesa técnica evaluó 2 alternativas, en donde el factor diferenciador son los años mínimos para acceder al beneficio. En el caso de las mujeres, la propuesta 1 establece un mínimo inicial de 15 años para llegar a 20 años cotizados para obtener garantía, mientras que en la propuesta 2 el mínimo se reduce a 5 años para llegar a 10 años. La diferencia inicial entre las propuestas, es decir, exigir 10 años más de cotización de entrada, implicaría dejar a 240 mil actuales pensionadas de vejez sin este beneficio. Asimismo, sobre el total de personas beneficiarias, el promedio anual entre los años 2025 y 2100 de la propuesta 1 es de 1.278.811 personas y en la propuesta 2 de 1.857.483 personas, es decir, una diferencia de 45% más de personas beneficiarias, estando concentradas principalmente en mujeres”.