Rusia diseña un plan para apoderarse de las empresas abandonadas en el éxodo de los extranjeros del país
La lista de marcas globales que se retiran de Rusia crece día a día, a medida que algunas de las corporaciones más grandes del mundo, desde energía hasta bienes de consumo y electrónica, suspenden sus operaciones en el país.
El gobierno de Rusia se acercó a incautar e incluso nacionalizar empresas de propiedad extranjera que están abandonando el mercado debido a la invasión de Ucrania, mientras planea medidas para persuadir a otros para que se queden.
En la primera respuesta explícita al éxodo de empresas extranjeras que va desde Ikea a McDonald’s Corp., el Ministerio de Economía ruso ha esbozado nuevas políticas para tomar el control temporal de las empresas que se van, cuando la propiedad extranjera supera el 25%.
Según las propuestas, un tribunal de Moscú consideraría las solicitudes de los miembros de la junta y otros para traer gerentes externos. Luego, el tribunal podría congelar las acciones de las empresas de propiedad extranjera como parte de un esfuerzo por preservar la propiedad y los empleados.
La administración externa podría incluir al banco estatal de desarrollo VEB.RF, según un comunicado del ministerio. Los propietarios tendrían cinco días para reanudar la actividad o recurrir a otras opciones, como vender su participación.
“El gobierno ruso ya está trabajando en medidas que incluyen la bancarrota y la nacionalización de la propiedad” de las empresas extranjeras obligadas a salir, dijo el expresidente ruso Dmitry Medvedev en un comunicado publicado el jueves en la red social VKontakte.
La lista de marcas globales que se retiran de Rusia crece día a día, a medida que algunas de las corporaciones más grandes del mundo, desde energía hasta bienes de consumo y electrónica, suspenden sus operaciones en el país. Si bien las sanciones y los controles de capital dificultan la realización de negocios, las empresas también están preocupadas por la posible reacción negativa al ser vistas como un apoyo a la invasión de Ucrania por parte del presidente Vladimir Putin.
El Ministerio de Economía insinuó que sus medidas estarían más orientadas a la subasta de activos que a la nacionalización. “El proyecto tiene como objetivo alentar a las organizaciones bajo control extranjero a no abandonar sus actividades en el territorio de la Federación Rusa”, afirmó.
Renault y Citigroup
Algunas importantes firmas extranjeras aún tienen que señalar sus intenciones. Renault SA, la empresa francesa que tiene el control mayoritario de AvtoVaz, se ha mantenido en silencio. Danone SA suspendió la inversión en Rusia pero dijo que mantendrá su producción y distribución allí.
Mientras tanto, Citigroup Inc., que tiene alrededor de US$ 9.800 millones en préstamos, activos y otros riesgos vinculados a Rusia, ha visto estancados los esfuerzos por vender su unidad local de banca de consumo. También, la mesa de negociación de materias primas del banco ha sido una de las pocas que continúa financiando acuerdos existentes que involucran gas natural proveniente de Rusia.
Rusia ha prometido tomar represalias sobre las sanciones impuestas por Estados Unidos y otros países, pero su respuesta hasta ahora ha sido limitada. Como parte de las medidas adoptadas para sofocar la fuga de capitales, las autoridades impusieron una prohibición temporal a ciertas transacciones de divisas y pagos a no residentes que sean de estados que se sumaron a las sanciones internacionales.
Putin también emitió una orden a principios de esta semana diciendo que Rusia restringiría el comercio de algunos bienes y materias primas en respuesta a las sanciones, y que luego entregarían los detalles sobre qué productos se verán afectados.
Cualquier movimiento para hacerse con empresas de propiedad extranjera corre el riesgo de un enfrentamiento aún mayor. La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, afirmó el miércoles que “habrán pasos que tomaremos” si Rusia llega a incautar activos privados en empresas que planean retirarse y salir del país.
‘Mutuamente Negativo’
Las medidas de ojo por ojo que pueden incluir el posible arresto de activos rusos en el extranjero tendrían “consecuencias mutuamente negativas”, afirmó a los periodistas en Moscú el vocero del Kremlin, Dmitry Peskov.
Rusia debería seguir siendo un destino atractivo para los inversionistas de países que no están librando una “guerra económica” en su contra, afirmó Peskov. “El mercado aborrece un vacío”, sentenció.
China ya está en conversaciones con sus empresas estatales sobre cualquier oportunidad de posibles inversiones en empresas o activos rusos, informó Bloomberg News esta semana.
Para Rusia, el éxodo de empresas extranjeras amenaza con más disrupciones en el suministro de bienes importados en una economía que ya sufre uno de sus mayores impactos inflacionarios en décadas. También corren el riesgo de perder el empleo casi 3 millones de rusos que trabajan para empresas con sede en el extranjero o empresas nacionales que están compañías conjuntas con contrapartes en el extranjero.
El Ministerio de Economía dijo que las medidas propuestas se aplicarían a las empresas cuya administración, incluidos los accionistas, hayan terminado efectivamente el control de la actividad en violación de las leyes rusas. Las empresas cuya administración haya abandonado Rusia o cambiado activos a partir del 24 de febrero, también pueden estar sujetas a las nuevas reglas.
Las empresas que estén bajo adquisiciones externas podrían volver a empaquetarse y luego venderse en una subasta después de tres meses, dijo el ministerio. Los nuevos propietarios tendrían que preservar dos tercios de los puestos de trabajo y mantener las empresas en funcionamiento en Rusia durante un año. Las medidas aún no han sido aprobadas.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.