El año pasado las isapres lograron reducir la siniestralidad de forma significativa si se compara con lo registrado en este ítem en 2021 y 2022, cuando estuvo en máximos.

El peak lo marcaron en septiembre de 2021 y de 2022, al cierre de ambos trimestres, terminaron con una siniestralidad de 98,4%. Eso significa que el 98,4% del total de ingresos que recibieron las isapres a esa fecha lo destinaron a entregar prestaciones y al pago de licencias médicas a afiliados. Por eso mismo es que las isapres registraron pérdidas en ese periodo.

Pero desde entonces, la siniestralidad que hay en la cartera de las isapres había empezado a ceder. De hecho, en el trimestre terminado en junio de 2023, la siniestralidad llegó a 90,3%, su menor nivel desde septiembre de 2020, momento en que hubo una siniestralidad más baja de lo usual producto de las restricciones de movilidad que generó la pandemia.

Sin embargo, desde el cierre del primer semestre de 2023 y hasta ahora, la siniestralidad ha vuelto a subir, y aunque se había incrementado de manera pausada, eso cambió en el segundo trimestre de este año. Esto, considerando que al cierre del año pasado el 91,3% del total de ingresos que recibieron las isapres a esa fecha, lo destinaron a entregar prestaciones y al pago de licencias médicas a afiliados. En tanto, al cierre del primer trimestre de este año, destinaron el 92,6% de sus ingresos con ese fin, según cifras que consolida la Superintendencia de Salud en su sitio web.

Pero al cierre del primer semestre de este año, la siniestralidad llegó al 97,2%, esto es un incremento de 6,9 puntos porcentuales en doce meses; y representa el mayor nivel en dos años, desde junio de 2022.

Al cierre del primer semestre, la isapre que marca la mayor siniestralidad es Consalud, con un 102,3%, eso significa que en el pago de prestaciones y licencias gasta más que sus ingresos. Le sigue Cruz Blanca con un 100,6% a junio. Luego Banmédica con 96,8% y Nueva Masvida con 96,1%. Más atrás se posicionan Vida Tres con 94,4%, Colmena con 93,2%, y Esencial con 89,2%.

Esto va en línea con el resultado que obtuvieron las isapres al primer semestre. Según las cifras que publicó la Superintendencia de Salud en su sitio web, las siete aseguradoras de salud privada acumularon mermas por $81.308 millones a junio, versus las ganancias por $8.933 millones que reportaron en igual periodo de 2023.

Esto se dio principalmente por el mal desempeño del segundo trimestre. A marzo las pérdidas fueron por $13.079 millones, pero en abril-junio las mermas fueron mucho mayores: $68.229 millones.

Este resultado implica que las isapres anotaron los mayores números rojos para un primer semestre, según acusó el gremio al cierre de la semana pasada. Esto ocurrió porque los ingresos de las aseguradoras a junio disminuyeron 8,8% interanual, totalizando $1.791.788 millones, y se da pese a que en el primer semestre las isapres bajaron en 1,8% el costo de ventas, hasta $1.741.157 millones, además de disminuir en 8,7% los gastos de administración, hasta los $184.498 millones.