Humphreys: los sectores más débiles ante la amenaza del coronavirus
La propagación del coronavirus en Chile encendió las alarmas respecto al impacto en las ventas y flujos de caja de la compañías locales. En virtud de esto, Humphreys realizó una serie de ajustes en sus evaluaciones, donde destacan los sectores retail, casinos y financiamiento automotriz.
La clasificadora de riesgo explica que sus evaluaciones se basan bajo el supuesto de un fuerte shock económico de cuatro meses, cuyos impactos dependerán del sector en el que opera cada compañía.
“Es importante precisar que, bajo los criterios de clasificación de Humphreys, el análisis de riesgo de los títulos de deuda tiene un enfoque que difiere al efectuado por aquellos que invierten en títulos de capital (…) Distinta es la evaluación de los bonos, que se analiza desde una perspectiva de largo plazo (se trata de títulos con duración de largo plazo)”, puntualiza Humphreys.
Si bien la situación actual repercute en la gran mayoría de los sectores, hay compañías que se ven particularmente expuestas al shock que vive la economía global.
En ese sentido, uno de los sectores con la mayor cantidad de ajustes es el retail.
Para analizar la industria, Humphreys divide en ventas de productos de primera necesidad y en segmento orientado a bienes más prescindibles, como vestuario y hogar.
“El segundo debiese verse fuertemente impactado por la crisis, tanto por la caída abrupta en las ventas durante el segundo trimestre del año, como por el consiguiente debilitamiento del consumo que producirá el bajo crecimiento económico y el incremento en la cesantía”, dice un reporte de Humphreys.
De esta forma, la clasificadora de riesgo modificó su evaluación para Hites, a “Categoría BBB” desde “Categoría BBB+”. Además, la tendencia cambió de “Desfavorable” a “En Observación”.
“Aun cuando la compañía, dado el efectivo que mantiene, presenta una liquidez adecuada para enfrentar la crisis, la cual se fortalece por las líneas bancarias disponibles (en la medida que no se recorten abruptamente), la reducción en la clasificación obedece a que la empresa ha sido fuertemente impactada por el estallido social (ubicación de locales) y, probablemente, lo será por la crisis del coronavirus (clientes vulnerables a ciclos recesivos). Dada esta situación, se espera un debilitamiento de las cuentas por cobrar en un escenario de disminución de las ventas al detalle, todo lo cual repercutirá negativamente en el balance de la sociedad”, dice Humphreys.
La Polar también sufrió ajustes, pues la clasificadora de riesgo cambió a “Categoría C”, desde “Categoría B-”.
“El cambio de clasificación obedece a que, a juicio de Humphreys, los efectos de la crisis -baja abrupta en las ventas y deterioro de las cuentas por cobrar- aunque comunes al sector, afectan particularmente a una empresa con un reducido nivel de Ebitda y dificultades para acceder a financiamiento externo. En opinión de Humphreys, la empresa necesitará inyección de recursos para financiar el capital de trabajo para más allá de los próximos tres meses”, se lee en el reporte.
Financiamiento automotriz es otro de los sectores que sufrió ajustes en sus clasificaciones.
“Para las financieras orientadas al crédito automotriz su principal riesgo es la baja esperada en la recaudación mensual, así como una caída abrupta en el nivel de operaciones. La menor recaudación será más o menos aguda dependiendo del perfil de los deudores (por ejemplo, empleados públicos versus trabajadores con renta variable) y del porcentaje de la cobranza mediante PAC; no obstante, estimamos que el aumento en los niveles de mora será ineludible para toda la industria”, dice Humphreys.
Así, la clasificadora ajustó su perspectiva para General Motors Financial Chile, donde si bien mantiene la clasificación en “Categoría AA-”, la tendencia se modificó de “Estable” a “Desfavorable”.
“Dada la contingencia actual, GM Financial Chile mantiene una liquidez más que adecuada para cumplir con sus obligaciones financieras y operativas, incluso bajo el escenario base de una crisis severa en el corto plazo. La liquidez de la compañía se sustenta tanto en su nivel de caja, del orden de los $ 25.000 millones, más de tres veces de lo usual, según lo informado por la administración, como por las líneas bancaria comprometidas disponibles, cercanas a los $ 24.000 millones y las líneas de crédito directa de su matriz, hasta US$ 200 millones”, dice el reporte.
Las compañías de la industria de casinos también destacan entre los segmentos más expuestos al brote de coronavirus, a lo que se suma el impacto de la crisis social.
“Estimamos que la industria de casinos, para efecto del análisis del impacto de la crisis, se verá en los primeros meses fuertemente impactada por la caída abrupta en las ventas, producto del bajo número de visitas (en algunos casos nulos), lo que se manifiesta a partir del final del primer trimestre del año y se espera continúe durante el segundo trimestre. Cabe considerar que este sector también se vio afectado por el estallido social de fines de 2019”, dice el reporte.
“Enjoy: se cambia a “Categoría BBB” (desde “Categoría BBB+”). Tendencia “Desfavorable” La compañía presenta un nivel de liquidez aceptable para enfrentar los meses próximos de crisis, no obstante, la disminución en su clasificación de riesgo responde a que la compañía se ha visto fuertemente afectada por la crisis del coronavirus, dada la instrucción de la Superintendencia de Juegos y Casinos a cerrar la totalidad de los casinos de juego hasta el 29 de marzo, medida que se ha ido extendiendo y que se presume se mantendría por algún tiempo difícil de estimar a la fecha , en especial si la autoridad anuncia restricciones en el desplazamiento de la población”, explica Humphreys.
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