Camioneros protagonizan masiva marcha contra Macri en Buenos Aires

Faltaban 20 minutos para las tres de la tarde de ayer cuando Hugo Moyano, líder de los camioneros y del sindicalismo argentino, llegó al escenario principal, montado por la organización de la marcha contra el Gobierno de Mauricio Macri.

La intersección de la popular avenida 9 de julio con Belgrano fue el lugar elegido para ponerse de cara a los 300 mil adherentes de la protesta, según cifras de la dirigencia.

Desde allí, Moyano se dirigió a los manifestantes, dedicando duras palabras al mandatario de ese país: "Señor Presidente, no siga llevando adelante políticas que hambrean a la parte más sensible de nuestra sociedad, a nuestros queridos jubilados, a nuestros queridos viejos", señaló ante la multitud.

El sindicalista, además, increpó a través de su discurso, a quienes lo han cuestionado por las investigaciones en su contra, señalando que la manifestación es una respuesta a la Casa Rosada para frenar a la Justicia.

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Ante las críticas, Hugo Moyano se defendió, señalando: "no tengo miedo de ir preso. Estoy dispuesto a ir preso si la Justicia dispone que tengo que ir preso. No tengo miedo de que me maten. Estoy dispuesto a dar la vida, lo digo de corazón compañeros, porque así lo siento".

La marcha del miércoles en Buenos Aires cortó calles e interrumpió la entrega de bienes.

Justamente, Moyano llegó hasta la marcha en medio de una importante división al interior del movimiento que dirige.

No fue uno, sino varios los líderes sindicales que optaron por restarse de la manifestación, ante los conflictos que mantiene con la Justicia el acérrimo opositor de Macri.

Ante el complejo escenario, Moyano recibió una parte de los apoyos, que en la oportunidad fueron fundamentales para respaldar sus intenciones.

Uno de ellos fue Sergio Palazzo, quien lidera a los bancarios, un sector que entre lunes y martes se mantuvo en paro por 48 horas, tras rechazar la propuesta de un alza del salario de 9%.

El dirigente, con tono desafiante, recriminó algunas medidas económicas impulsadas por el Gobierno de Macri: "violencia es haberle robado a los jubilados en el Congreso. Violencia es querer imponer una nueva ley laboral que quita derechos a los trabajadores. La verdadera grieta está entre los que pueden pagar un plato de comida y los que no", dijo en medio de aplausos y consignas de apoyo.

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Otro de los espaldarazos provino del secretario general de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), Hugo Yasky, quien dijo que "nosotros sabemos que cada vez que salimos a la calle, este gobierno llama a un juez amigo, interviene algún sindicato o inventa una causa. Por eso nosotros bancamos a Moyano y Baradel. Si quieren buscar un ladrón que vayan a Balcarce 50 (dirección de la Casa Rosada), ahí tienen que buscar. Nosotros queremos trabajo y dignidad".