Canciller de Venezuela, Jorge Arreaza: "La comunidad internacional más bien tiene que felicitar cuando se convoca a los pueblos para decidir el futuro"
Aseguró que Nicolás Maduro será el candidato que representará a la revolución bolivariana en los comicios. Sobre la postura crítica de Sebastián Piñera y del futuro canciller, Roberto Ampuero, sobre el gobierno de Venezuela, el ministro dijo que "si nos respetan, devolveremos respeto".
EN SU CONTROVERTIDA visita a nuestro país, el canciller de Nicolás Maduro, Jorge Arreaza, dice que se ha sentido como en casa. El domingo se reunió con líderes de la izquierda chilena, entre los que se encontraban el presidente PC, Guillermo Teillier, la diputada Karol Cariola y el alcalde de Recoleta, Daniel Jadue. El ex vicepresidente de Venezuela, quien ha tenido diferentes cargos en el gobierno y, además, está casado con una hija de Hugo Chávez, visitó la tumba de Salvador Allende acompañado de Esteban Silva, líder del Movimiento Socialista Allendista, y el nieto del ex presidente, Pablo Sepúlveda. También tuvo encuentros con miembros del Frente Amplio, como la diputada electa Claudia Mix, con quien conversó sobre el avance de esa fuerza política en Chile. Ayer, Arreaza, a través de la cancillería convocó nuevamente a los políticos a la Embajada de Venezuela, donde fue homenajeado. En entrevista con Pulso, aseguró que los lazos entre la izquierda nacional y Venezuela son de larga data. "Decir chavistas es decir allendistas", dice. Y mientras el Grupo de Lima debatía sobre la crisis de Venezuela en otro punto de Santiago, Arreaza defendió el mandato de Maduro y aseguró que las elecciones traerán un "nuevo horizonte".
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La Asamblea Nacional Constituyente (ANC) llamó a elecciones presidenciales antes de mayo. ¿Respalda la convocatoria?
-Eso estaba planteado hace tiempo, los primeros que pidieron adelantar las elecciones fueron los partidos de la oposición. Yo felicitaría al pueblo, porque una solicitud que vino desde ese sector ha sido asumida por la ANC y en este primer cuatrimestre tendremos presidenciales y, además, eso va a despejar mucho el horizonte para poder dedicarnos a gobernar y a solucionar los verdaderos problemas. De manera que ojalá que participe la oposición y no hagan lo mismo que para las elecciones de alcaldía, que fue un error político que les costó varias alcaldías. Que estén presente con su candidato único para que podamos contrastar los modelos, es decir, la propuesta socialista chavista versus la propuesta que haga la oposición de libre mercado y lo que quieran proponer al país para que el pueblo sea el que decida.
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¿Considera que el tiempo que se ha dado como plazo para la realización de los comicios es óptimo para resguardar y garantizar los mecanismos de transparencia?
-En Venezuela las campañas electorales suelen durar históricamente entre un mes o un mes y medio, y la tecnología electoral venezolana consta de sistema automatizado que tiene la característica de que es auditable en todos sus procesos, de fácil implementación y despliegue.
Pero recordemos que en otras oportunidades se ha cuestionado y reconocido fraude electoral, ¿se va a trabajar en eso?
-Al contrario, el sistema electoral venezolano es el más seguro de América Latina y probablemente está entre los mejores del mundo. Es el único que se puede auditar en todos sus procesos y son puros rumores para deslegitimar las victorias de la revolución. Al final nunca ha llegado ni media prueba de fraude, porque es un sistema seguro y cuando ganaron los cuatro candidatos a gobernador de la oposición, ganaron por ese sistema.
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¿Cree que esta convocatoria provoque un rechazo aún más enérgico desde la comunidad internacional que se ha mostrado contraria a lo que sucede en Venezuela?
-La comunidad internacional más bien tiene que felicitar cuando se convocan a los pueblos para decidir el futuro. Uno pudiese entender que se tengan reservas ante algún gobierno que no quiera hacer elecciones, pero no a un gobierno que ha hecho en pocos meses elecciones para la Constituyente, para gobernadores, alcaldes y presidentes. La comunidad internacional debería admirar a la revolución bolivariana y aprender que en las decisiones ante los grandes procesos, incluso cuando hay pugnas, hay que convocar al pueblo.
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¿Sigue siendo Maduro la mejor carta del oficialismo?
-El Presidente Maduro es el líder consolidado de la revolución, es el candidato ya consensuado desde hace meses por los partidos patrióticos de la alianza revolucionaria y es, además, la persona que el Comandante Hugo Chávez sugirió para que el pueblo pudiese transitar con él todos estos caminos de esperanza y de agresiones, y con seguridad él va a ser el candidato de la fuerza.
¿Qué le parece la postura de Sebastián Piñera, quien ha llamado a la recuperación de la democracia en Venezuela o el nombramiento de Roberto Ampuero como canciller, quien ha calificado a Venezuela como dictadura y a Maduro como ignorante?
-La diplomacia me obliga a no tomar en cuenta ningún comentario que haya hecho un canciller, que además no conozco. Cuando asuma como canciller evaluaré su conducta, sus actuaciones y sus prácticas. Hay que entender que el Presidente Piñera, recién electo, todavía no está al frente con la razón del Estado por delante, esperamos que actúe de manera diferente cuando asuma. En cualquier caso, somos un país independiente y soberano, y si nos respetan devolveremos respeto.
Sobre la crisis y específicamente en cuanto al problema humanitario y la escasez, ¿cómo lo están abordando desde el gobierno?
-Habría que ser riguroso con ese tema. Tuvimos en 2015 una disminución de los precios del petróleo y nuestra divisa para la exportación proviene de la industria petrolera fundamentalmente. En 2016 hubo problemas con el flujo de algunos rubros de alimentos y medicamentos y en 2017 una recuperación. Estamos en un momento mucho mejor, no óptimo, pero bastante mejor. Si vemos los indicadores económicos venezolanos veremos que a partir de la aplicación formal del bloqueo de las sanciones de EEUU, que nos impiden comprar alimentos y medicamentos, hay una agresión contra Venezuela. Ojalá que la Unasur y la Celac le pidieran a quienes sancionan a Venezuela, por el bien del pueblo que levanten esas sanciones y que respeten a Venezuela en sus asuntos internos.
Y sobre esa misma revolución que impulsan, ¿realizan un mea culpa a lo largo del recorrido?
-Por supuesto, somos seres humanos y no somos perfectos. Seguramente hay errores que se comenten, hay políticas sociales que hemos emprendido que no tienen luego ni el efecto ni la eficiencia que debieron haber tenido. Hay corrupción y se ha descubierto corrupción en nuestra industria petrolera. El fiscal general tomó ese caballo por las riendas, hay ministros y ex ministros de Pdvsa tras las rejas por las decisiones que ha tomado el Ministerio Público. En política económica tenemos una agresión permanente por el tipo de cambio, hemos hecho esfuerzos para controlar los precios pero todavía no hemos tenido éxito. El Comandante Chávez nos dejó un método que son las tres 'R', que es la revisión, la rectificación y el reimpulso. Pero una Venezuela sin la agresión imperialista, sin la agresión regional y extra regional con la UE estaría en una situación absolutamente distinta.
El operativo en el que murió el policía rebelde Oscar Pérez junto a otras personas fue cuestionado no solo en Venezuela sino que también en el mundo, ¿lo defiende?
No es cuestión de defender o no. Estamos hablando de un grupo que se organiza contra el Estado, que roba aeronaves, que dispara contra el Tribunal Supremo, que dispara contra un ministerio, que luego se organiza y emite terror a través de las redes sociales. Los cuerpos de seguridad dieron con ellos y hubo un proceso de negociación. El terror es el terrorismo y horas después se llegó a un enfrentamiento donde murieron también dos policías, de manera que reivindicar esos hechos está muy mal y es una señal de ausencia de liderazgo absoluto en la oposición venezolana que anda buscando héroes hasta en los terroristas, y eso preocupa desde el punto de vista político.
En su visita a nuestro país usted ha sostenido varios encuentros con líderes de la izquierda chilena, ¿por qué se da particularmente ese lazo?
Siempre ha existido. Decir chavistas es decir allendistas, el nieto del Presidente Salvador Allende, Pablo Sepúlveda decía ser allendista y no ser chavista es una contradicción hasta ideológica. Nosotros decimos lo mismo. Para nosotros Chile, su izquierda y su historia son insumo de nuestra revolución. Siempre hemos tenido magníficas relaciones con toda la izquierda y hoy vemos en un esfuerzo unificador.
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