"Cumbre del Agua" en Budapest defiende el acceso al agua como un derecho humano
El acceso universal al agua potable y al saneamiento es un derecho humano que debe garantizarse a todos los hogares, centros de trabajo e incluso a los refugiados, según recogió la declaración final con la que culminó en Budapest la "Cumbre del Agua". La ONU estima que en el año 2030, el 40% de la humanidad sufrirá escasez de agua, a raíz de una demanda que crecerá en un 40% en relación con la actual.
El ministro de Exteriores húngaro, János Martonyi, llamó la atención, en la rueda de prensa final del foro, a que los problemas del agua están relacionados con la pobreza. "El agua debe unir y no separar, debe ser una fuente de la fuente de la prosperidad y no de la miseria", afirmó. Para lograr estos fines "se deben mejorar los diferentes sistemas que gestionan los recursos hídricos", subraya el documento final de la cumbre, que no olvida la importancia de proteger los ecosistemas.
Uno de los temas centrales del foro, fue el de la contaminación de las aguas y las consecuencias que tiene a la salud. En este sentido, la declaración afirma que "se debe reducir la contaminación de las aguas, aumentando el tratamiento y reutilización del agua para proteger la salud de la gente".
Así, una de las recomendaciones subraya la importancia de mejorar la higiene. Por otra parte la gestión de los sistemas hídricos debe de ser "abierta" y manejar los datos de una forma "transparente", mientras que se aboga por la creación de mecanismos de cooperación intergubernamentales. La próxima reunión mundial sobre el agua se organizará en Corea del Sur en 2015.
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