G8 busca reescribir las reglas tributarias a nivel global
Los líderes de los países del G8 trataron de cerrar las brechas en sus finanzas públicas con un radical compromiso que busca remecer las reglas de impuestos corporativos a nivel internacional, incluyendo una nueva campaña contra la evasión tributaria y los dueños de empresas ficticias.
Los líderes de las ocho mayores economías del mundo firmaron la declaración de Lough Erne, de diez puntos que llama a las autoridades tributarias de todo el mundo a compartir información de manera automática. También llama a los países a cambiar las reglas que permiten a las empresas multinacionales cambiar las ganancias transfronterizas para eludir impuestos y les exigen reportar "qué impuestos pagan en qué lugar".
Además del impulso con los impuestos, el primer ministro británico, David Cameron, buscó tomar medidas a favor de una mayor transparencia en cuanto a la titularidad de las empresas de beneficencia y el establecimiento de registros centrales para las empresas. El G8 está preocupado acerca del uso de empresas ficticias en paraísos fiscales para esconder las verdaderas titularidades de las empresas y así evadir impuestos.
Las organizaciones benéficas dijeron que el acuerdo no iba lo suficientemente lejos, criticando a los líderes del G8 por no lograr comprometerse a hacer los registros públicos. También dijeron que estaba mal hacer esperar a los países más pobres antes de que pudieran participar de nuevos acuerdos, los cuales en parte buscaban ayudarlos a combatir que funcionarios corruptos canalizaran dinero a paraísos fiscales en el extranjero.
Cameron insistió, sin embargo, de que el acuerdo tenía "el potencial para reescribir las reglas de impuestos y transparencia para el beneficio de los países en todo el mundo".
Los líderes encargaron un "nuevo mecanismo internacional que identificará dónde las empresas multinacionales están ganando sus utilidades y pagando sus impuestos", dijo el premier británico. La nueva herramienta debiera "monitorear y exponer aquellos que no están pagando su parte justa" y asegurar "la justicia tributaria en el mundo".
Enfrentados con brechas fiscales post crisis financiera, los gobiernos de todo el mundo se han enfocado en la elusión de impuestos corporativos en los últimos meses, llevando a los ejecutivos de multinacionales como Apple, Google y Starbucks ante los parlamentos para explicar sus asuntos tributarios.
En su comunicado final, los líderes del G8 dijeron: "las empresas debieran saber quién realmente es su dueño y los organismos recaudadores de impuestos y los reguladores debieran ser capaces de obtener esta información fácilmente".
Reino Unido detalló una serie de medidas, incluyendo establecer un registro central de empresas, que apunta a elevar la transparencia. Estados Unidos dijo que continuaría impulsando a los estados donde las empresas están registradas, para aprobar la legislación que mejore la transparencia.
El G8 dijo que había hecho un compromiso para desarrollar un "modelo único realmente global" para el intercambio de información internacional. El sistema y los procesos deben hacerse lo "más accesibles posible" para permitir a todos los países participar.
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