Irán, Rusia y China estarían apoyando al gobierno de Al-Assad en Siria




Irán, Rusia y China están apuntalando la economía de Siria, perjudicada por la guerra, con el régimen de Bashar al-Assad  haciendo todos sus negocios en riales, rublos y yuanes.

Los tres principales aliados de Siria están apoyando las transacciones financieras internacionales, entregando US$500 millones al mes en petróleo y extendiendo líneas de crédito, dijo el vice primer ministro de Economía, Kadri Jamil, en entrevista con Financial Times. Él agregó que sus aliados pronto ayudarían con una "contra ofensiva" contra lo que llamó un complot internacional para hundir la libra siria.

Los combativos comentarios de Jamil sobre la profunda crisis económica siria destacan una visión más amplia de garantía del régimen basado en los últimos avances militares y la creencia de que sus mayores partidarios internacionales los están sosteniendo sólidamente. "No es tan malo tener detrás a los rusos, los chinos y los iraníes," dijo Jamil al FT. "Esos tres países nos están ayudando en lo político, militar y también en lo económico".

Jamil dijo que Siria tenía una línea de crédito ilimitada con Teherán para importaciones de alimentos y productos de petróleo. Damasco, dijo, también había corregido su "error" pre crisis de operar en divisas occidentales y había cambiado sus transacciones a las monedas de Rusia, China e Irán.

"Ahora tenemos una línea directa entre la libra siria y aquellas otras tres monedas, y nos salimos del círculo de los euros y dólares", declaró.

El ministro, quien estudió en Moscú y ha estado estrechamente involucrado en las discusiones del régimen de Assad con el Kremlin durante el conflicto, dijo que buques "bajo la bandera de los rusos" estaban entregando productos derivados del petróleo a la costa controlada por el gobierno de Siria, aunque se negó a dar detalles.

"Estamos esperando a que alguien los ataque", dijo.

Rusia e Irán han sido muy públicos en su apoyo al régimen de Assad, mientras China ha sido menos abierto.

Jamil acusó a los opositores internacionales del régimen por librar una guerra financiera así como una campaña militar, a través de las saciones occidentales que van desde una prohibición a las importaciones de petróleo sirio a prohibiciones sobre las transferencias financieras a través de tarjetas de créditos y bancos. Las importaciones de productos de petróleo ahora le estaban costando a Siria US$500 millones al mes, dijo, mientras el régimen se había visto más golpeado por la ocupación de los campos petroleros por parte de los rebeldes. Describió la situación económica como "complicada y muy difícil", pero añadió: "Aún no hemos llegado al punto de no retorno".

La crisis que lleva más de dos años en Siria ha atacado salvajemente sus industrias y ha provocado un desplome del PIB, pero la resistencia de la economía ha llevado a los analistas a especular sobre la real cantidad de ayuda internacional que el régimen está recibiendo. Ha sido sólo en las últimas pocas semanas que la caída gradual de la libra siria desde sus niveles pre crisis de 45 libras por dólar se ha vuelto más severa, con el tipo de cambio llegando a 200 algunos días.

Jamil acusó a Arabia Saudita, a EEUU y a Gran Bretaña de orquestar un complot para debilitar la moneda de Siriaal inundar de libras los vecinos Líbano y Jordania.

Jamil dijo que Siria ahora se estaba coordinando con Rusia, China e Irán para defender la libra y reducir la meta del gobierno de 100 por dólar. "Estamos preparando una contraofensiva", dijo, aunque sin dar detalles.

© The Financial Times Ltd. 2011

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