La brecha entre el hacer y el decir se mantiene en las empresas del mundo




Mucho ruido y pocas nueces. La brecha entre lo que las empresas declaran en sus reportes de sostenibilidad y las acciones que toman, aún es amplia. Así quedó en evidencia en el Informe Global de Sustentabilidad Corporativa, que acaba de lanzar Pacto Global y cuyas conclusiones serán telón de fondo para la cumbre mundial de líderes de este acuerdo, que ocurrirá en Nueva York este jueves y viernes.

Presidentes de empresas, líderes de la sociedad civil, gobiernos y representantes de Naciones Unidas se reunirán para trazar una hoja de ruta para que las empresas contribuyan a las prioridades globales y al bien público.

La misión, dados los resultados del informe, no es tan fácil. Después de la diplomacia y las buenas intenciones, será la hora de las acciones, que es donde más ha costado avanzar en este tiempo.

El estudio comprende respuestas de 1712 empresas de 113 países y si bien muestra la brecha, también advierte que hay avances. "El cuadro general muestra que las empresas reconocen la importancia y el impacto de la sustentabilidad en sus negocios. Pese a esto el informe muestra una clara diferencia entre lo que las empresas 'dicen' y lo que 'hacen' realmente. En ese sentido los avances han sido lentos y el crecimiento de manera paulatina. Pero es notable observar que se han comenzado a tratar temas antes considerados 'conflictivos', explicándose en mayor profundidad causas y soluciones. En este sentido, el balance es muy positivo, impulsado por las exigencias del sector y de la opinión pública, que hoy día intervienen con más fuerza en decisiones que puedan afectar la extracción de recursos naturales y la preservación del entorno geográfico. Las empresas se ven en cierta forma, 'presionadas' a crear soluciones y demostrar que ellas funcionan, transformándose en ejemplo de buenas prácticas", explica Margarita Ducci, directora ejecutiva de Red Pacto Global en Chile y una de las asistentes a la cumbre.

Uno de los problemas para avanzar más es que mientras que el 65% de los signatarios de Pacto Global se comprometen con la sostenibilidad en el nivel del gerente general, sólo el 35% son responsables de integrar la sostenibilidad en la estrategia y operaciones.

Otra evidencia del estudio, es que siempre son las grandes empresas las que van a la vanguardia en los cambios requeridos. "Si bien la mayoría de las empresas han establecido expectativas de sostenibilidad para sus proveedores, no están siguiendo el cumplimiento o ayudando a los proveedores a alcanzar sus objetivos. Mientras que el 83% de las empresas considera la adhesión a los Principios del Pacto Global para sus proveedores, sólo el 18%  les apoya con el establecimiento y revisión de objetivos, mientras que sólo el 9% toma medidas para verificar el cumplimiento de estos. La clave está en que las grandes compañías guíen a sus proveedores en esta materia para así generar un 'círculo virtuoso' en relación a la cadena de valor. Para potenciar este círculo virtuoso es necesario focalizar los esfuerzos de las empresas en la capacitación y en las diversas certificaciones en materia de sostenibilidad o normas de calidad" sigue Margarita Ducci.

El estudio permitirá que durante la cumbre se trabaje en base a cuatro ejes que han sido destacados en él: las compañías se están moviendo desde las  buenas intenciones a las acciones; la cadena de valor es clave para un mayor desempeño en sustentabilidad; las grandes compañías siguen siendo líderes en estos temas y, finalmente, las empresas están entendiendo la sostenibilidad como parte de un gran cuadro donde la sociedad es clave.

¿Qué se espera resolver en esta cumbre de Pacto Global? "Lo que se busca es tratar de proponer un marco para que las empresas contribuyan a las prioridades mundiales, como el cambio climático, el agua, la comida, el empoderamiento de la mujer, derechos de los niños, trabajo decente y la educación, a niveles sin precedentes", explica Margarita Ducci.

La reunión, considerada el evento empresarial más importante de Naciones Unidas, será presidida por el Secretario General de Naciones Unidas Ban Ki-Moon, y permitirá el encuentro de más de mil altos ejecutivos, con jefes de Estado, oficiales de gobierno, decanos de escuelas de negocios, líderes de ONGs y directores de Naciones Unidas.

En la cumbre los CEOs renuevan su compromiso con las prácticas empresariales responsables y establecen la dirección de las futuras acciones y prioridades del Pacto Global alineados con los Objetivos del milenio. "Por primera vez, la agenda internacional del desarrollo pone una fecha para la consecución de acuerdos concretos y medibles. Cabe recordar que en la Declaración del Milenio se recogen ocho objetivos referentes a la erradicación de la pobreza, la educación primaria universal, la igualdad entre los géneros, la mortalidad infantil, materna, el avance del VIH/sida y el sustento del medio ambiente. Cada objetivo se divide en una serie de metas, que debían cumplirse post 2015, de un total de 18, cuantificables mediante 48 indicadores concretos", explica Ducci.

¿Serán necesarias nuevas o más regulaciones para cumplir estas metas? Margarita Ducci plantea que hay escenarios a tener en cuenta. Por ejemplo, conocer las reglas internacionales que nos afectarán en el ámbito nacional, producto del contexto de globalización. Analizar la propia legislación de Chile, considerando stakeholders, características de la propiedad en Chile, y un análisis de la legislación que afecta a los accionistas (principales y minoritarios) en materia de gobierno corporativo y a los trabajadores en materia laboral. "Otro punto fundamental, que en Chile está creciendo, es el papel de los consumidores, el consumo responsable y la protección hacia ellos. Servicios como el SERNAC y otros afectan esta relación empresa-consumidor. Y el cuarto elemento del análisis se refiere a la comunidad. No pocas empresas han desarrollado buenas prácticas de ciudadanía corporativa, que van más allá de la filantropía y apuestan por el desarrollo. Otras no lo han hecho con consecuencias graves en la imagen de la compañía y afectan consecuentemente el empleo y la sostenibilidad".

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