La Dipres 2.0: el equipo que manejará la billetera de Chile
La Dirección de Presupuestos se prepara para tiempos duros de austeridad. Para enfrentarlos, su nuevo director, Rodrigo Cerda, procura potenciar profesionales con carrera en la Dipres y sumar PhDs y MBAs del mundo privado para ajustar las tuercas.
Puede que el nombre no sea el más glamoroso: Dirección de Presupuestos. Puede que su figuración sea bastante discreta. Puede, incluso, ser la repartición más molesta dentro de cada gobierno, pues es resorte de ella aprobar, evaluar y recortar gastos. Y esto, en un año regido por el ampliamente difundido "plan de austeridad", puede ser aún más ingrato.
Eso sí. Hay algo que no se puede dejar de destacar. Gran parte de aquellos que estuvieron allí fueron compensados. La Dipres fue para varios de sus ex un buen trampolín. José Pablo Arellano (1990-1996), Mario Marcel (1996 y luego del 2000 al 2006), Joaquín Vial (1997 al 2000), Alberto Arenas (2006 al 2010) y Rosanna Costa (2010 al 2014) ascendieron con más ímpetu en su carrera dentro del sector público tras dejar el puesto.
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Por lo pronto, su actual cabeza, Rodrigo Cerda (ingeniero comercial de la UC y Ph.D. de Chicago), nada ajeno a estas lides -fue coordinador general de asesores y coordinador macroeconómico en el primer paso de Larraín por Hacienda-, procuró reunirse con sus antecesores antes de tomar las riendas del negocio y poder tener más inside information de primera mano. Dicen fuentes al interior del organismo que mucho más que un estilo personalista, lo que Cerda busca es que la Dipres conquiste un sello propio, institucional, y que, por sobre todas las cosas, trascienda más allá del color político de quién llegue a La Moneda.
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De ahí su interés por promover a funcionarios que no sólo llevan varios años de carrera en el organismo, sino que, además, tienen un alto perfil profesional. Es el caso de José Pablo Gómez, actual jefe de Finanzas Públicas (ingeniero civil de Industrias de la UC y Master of Arts en economía en el programa de Ilades-Georgetown), y Paula Darville, a cargo de la división de Control de Gestión Pública (ingeniera comercial de la U. de Chile y máster en Economía de la Universidad de Nueva York).
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Todo indica que esta última área, creada en 2000, cobrará mayor protagonismo. Por aquí pasa la evaluación de todos los programas que cada ministerio lidera. La idea ahora es mirar con mucho más detalle cuál fue la efectividad de estos, su real alcance, la forma y la cantidad de personas a las que afectó, entre una larga lista de cosas a medir. Y luego, con mayor data y más sofisticada, decidir su continuidad o, incluso, eliminación. Puede sonar reiterativo, pero la frase que se repite en la Dipres estos días es: "Que los pesos estén bien gastados".
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Para la evaluación de los programas ex antes está Roy Rogers, ingeniero agrónomo y economista agrario de la U. de Chile y Máster en Administración Pública de Harvard. Es su equipo el que hace un primer chequeo, en conjunto con el ministerio respectivo, a fin de saber si el programa en cuestión tiene sentido. Para la evaluación ex post hay otro equipo, liderado por Rodrigo Díaz, ingeniero civil industrial, magíster en Economía Aplicada de la U. de Chile y MBA en Public and Economic Policy de la London School of Economics (LSE), y quien, al igual que Rogers, ya formaba parte del equipo de la Dipres.
Quien entra a jugar un rol importante en toda esta unidad es Ryan Cooper, ingeniero comercial y máster en Economía de la U. de Chile y quien tiene la experiencia de haber sido director ejecutivo del Laboratorio de Políticas Públicas J-PAL para América Latina y el Caribe, cuya metodología de análisis fue creada en el MIT. Así que Cerda no dudó en traerlo con todos sus conocimientos a una unidad que roncará fuerte con su veredicto al momento de asignar gastos.
No hay que olvidar que el nuevo equipo que aterrizó en la Dipres lo hizo en medio de fuertes marejadas, tras el asombro transversal que generó saber que el déficit estructural aumentó en 2017 del 1,7% esperado a 2,1% -en estos días fue revisado a 2%-. Desliz no menor para un número que se define y calcula en estos pasillos. Así que los cambios no se han hecho esperar. La nueva administración notó que había una larga lista de procesos poco claros, mal delineados e incluso muchos de ellos no definidos, por lo que llegó la hora de hacer todo bien explícito para evitar un nuevo error.
En paralelo, las dos subdirecciones, Presupuesto y Racionalización, también están siendo "atacadas" en áreas específicas.
En Presupuesto, que tras el fugaz paso de Guillermo Pattillo hoy es liderada por Mauricio Villena (ingeniero civil, Ph.D., Master de la University de Cambridge, M.A. de la Leeds University Business School), hubo dos transformaciones. La primera, ascender a Antonio Garrido, ingeniero comercial de la U. de Concepción, a jefe de Administración Presupuestaria. En concreto, esta área, de la cual depende un grupo de especialistas sectoriales, es la que trabaja con cada ministerio para definir sus gastos para el año. El trabajo aquí es de relojería.
En paralelo, Cerda importó desde el Banco Central a Emiliano Luttini, economista de la U. de Buenos Aires y PhD en Economía de la Universidad de Houston. Su trabajo será, ni más ni menos, que hacerse cargo de definir cuáles serán los ingresos de los cuales dispondrá Chile durante los próximos años. Y cualquier error en este cálculo se paga caro, ya que de este número depende cuál será el gasto de gobierno. Además, se trata de un ítem fuertemente cuestionado en el Congreso, y la idea, este año, es ir sólidamente preparados.
Vamos ahora a la Subdirección de Racionalización, encabezada por Matías Acevedo, y de quien depende el Departamento de Estudios, área que también quiere potenciar. La persona que lo liderará llega a fin de mes, al parecer se trata de un hombre que viene de la banca de inversiones. Mientras arriba, ya están en sus escritorios Rodrigo Montero, ingeniero comercial, magíster en Economía y Ph.D. en Economía de la U. de Chile, y Cristóbal Gamboni, ingeniero comercial de la U. de Chile y economista senior del BBVA Research hasta marzo. La idea es que ellos se lancen de cabeza a desmenuzar todos los proyectos de ley que presentará el Ejecutivo al Congreso, pues prácticamente el 100% de ellos requiere que el Fisco se meta la mano al bolsillo para que puedan ser ejecutados. Y ese número hay que calcularlo, y bien. Además, y a modo de transparentar el trabajo de la Dipres, cada proyecto de ley que salga evaluado de acá rumbo a Valparaíso irá con informe de impacto en el gasto público, que no sólo diga cuánto gasto demandaría la nueva ley, sino que también consigne los supuestos usados en el cálculo. Eso permitirá elevar la calidad de la discusión parlamentaria en caso de desacuerdos.
El área de estadísticas también acaba de ser reforzada. Hace una semana asumió su liderazgo Gonzalo Echaverría, ingeniero comercial, magíster en Macroeconomía Aplicada de la U. Católica, exasesor del Ministerio de Hacienda, donde participó en el diseño de la metodología del PIB tendencial y por 11 años en diversos cargos dentro del BC.
Los días de instalación para todo este contingente ya se acaban. A partir de mayo empieza el trabajo más intenso para la elaboración de su primera ley de presupuesto, la gran prueba de fuego del dream team.
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