La previa del balotaje vista por los partidos al cierre de la campaña
Expertos electorales y analistas anticipan menor participación este domingo.
Edición especial con lo que debe saber de la segunda vuelta presidencial.
Michelle Bachelet con toda la Nueva MayorÃa y más
El Court Central del Estadio Nacional, mismo lugar elegido por Eduardo Frei hace cuatro años para lanzar su frustrada campaña de segunda vuelta, fue el escenario elegido por la candidata presidencial de la Nueva Mayoría, Michelle Bachelet, para culminar los nueve meses de su carrera presidencial.
El ambiente esta vez, sin embargo, era distinto.
Pasadas las 17:30 horas, las puertas del principal recinto deportivo del país fueron abiertas para que cerca de 5 mil 500 adherentes se hicieran presentes en la última jornada de campaña electoral de cara a la elección presidencial de este domingo 15 de diciembre. Entraron con banderas de Bachelet y de los diferentes partidos que la apoyan.
Fueron, sin embargo, dos banderas de la DC llamando a marcar AC en el voto las que más llamaron la atención en el Court Central.
A partir de las 18:30 horas comenzaron a llegar al lugar gran parte de los dirigentes de la Nueva Mayoría, quienes en esta segunda etapa tuvieron un rol mucho más activo en el desarrollo de la candidatura de la ex mandataria. Su ubicación en el acto no fue la excepción. A diferencia del primer cierre en la Quinta Normal, esta vez estuvieron sentados en un lugar mucho más destacado y rodeando en todo momento a la ex presidenta.
Minutos antes que Bachelet hiciera ingreso al estadio, la actual alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá, bajó hasta el VIP del recinto recibiendo un masivo aplauso por parte de los asistentes, en un claro gesto hacia la ex ministra, quien hoy se perfila como una de las posibles futuras cartas presidenciables de la Nueva Mayoría.
Fue a las 19:30 horas en punto que Bachelet bajó por las escaleras del sector Oriente del estadio cruzando en medio de las cerca de 5 mil 500 personas que a esa hora la esperaban. Con el clásico grito "¡se siente, Michelle presidente!" La candidata llegó hasta la primera fila de la tribuna, para sentarse al lado de su madre, Ángela Jeria, quien la acompañó durante todo el desarrollo de la campaña.
A diferencia del cierre anterior, esta vez los principales líderes de la Nueva Mayoría fueron presentados y fuertemente aplaudidos por el público, en su mayoría militantes del bloque. Jorge Pizarro, Ricardo Lagos Escobar y Carlos Montes fueron los más vitoreados de la jornada. Escena absolutamente contrapuesta a la que vivió el cierre de campaña de Eduardo Frei en segunda vuelta, cuando los presidentes de los partidos de esa época fueron pifiados.
Quien sorprendió al llegar hasta el cierre de campaña fue el ahora diputado electo independiente Giorgio Jackson, quien el miércoles pasado hizo un llamado a votar por Bachelet.
Sentado en el sector VIP, se sumó al público compuesto por los principales rostros de la campaña, como Benjamín Vicuña, Ricardo Lagos Weber, Karol Cariola, además de diputados, senadores y cores recientemente electos.
El ambiente en el cierre en todo momento estuvo marcado por la sensación de triunfo respecto de la candidata de oposición. "Aquí está la futura presidenta de Chile" se convirtió en una de las frases más pronunciadas de la jornada.
Esta misma alegría y entusiasmo marcó el desarrollo de los espectáculos musicales. Congreso, Natalino, Villa Cariño e Inti Illimani tocaron en el acto.
Sin embargo, el minuto más alto del cierre se dio cuando pasadas las 21:00 horas la candidata subió hasta el escenario del Court Central para pronunciar su discurso final.
De pie, dirigentes y público aplaudieron a la ex mandataria quien sola en el escenario se dirigió por última vez a los electores.
Evelyn Matthei con el último y más entusiasta impulso
La fórmula era la misma que utilizó en el cierre de la primera vuelta: un escenario, no muy grande, donde sólo la candidata Evelyn Matthei y la primera dama serían las oradoras y, tal como se hizo en noviembre en Chillán, que estuviera emplazado en alguna ciudad en regiones. Esta vez fue Temuco, región de la Araucanía. Han pasado poco más de tres semanas entre ambos encuentros, pero Matthei, que cerró su campaña ayer, no fue la misma.
Bailó con Leo Rey -ex vocalista del grupo La Noche- con total soltura y posó para todas las fotos que le pidieron. Nuevamente junto a la primera dama levantaron triunfantes los brazos frente a los asistentes. Se le vio segura, sonriente. Quizás por concluir sus actividades en la zona donde obtuvo su mejor resultado en la votación del 17 de noviembre, con el 29,3% de los votos.
"Nos van a pegar los profesores de matemáticas", bromeó en referencia a su slogan '1+1=7'. Su cambio de ánimo era notorio, y fue ella misma quien lo reconoció, y dijo haber recibido "una ola de energía" tras el debate de Anatel. "Ayer (miércoles) me di cuenta que el pueblo despertó", dijo, desatando los aplausos de los presentes.
A diferencia del acto en Chillán, ahora Matthei no estuvo sola frente a los casi 4 mil asistentes. En el escenario la acompañaron casi una veintena de dirigentes de la UDI y RN, entre ellos los presidentes Patricio Melero (UDI), Carlos Larraín (RN) -quien evitó ponerse en primera fila y se retiró en medio del discurso de Matthei por compromisos en Santiago- varios diputados en ejercicio y electos "sub 45" y dos de las figuras fuertes de Evópoli, como Felipe Kast y Luciano Cruz Coke. El gesto no pasó inadvertido, y si en el cierre de la primera vuelta no hubo palabras de Matthei para los partidos de la Alianza, esta vez empezó su discurso agradeciéndoles. "Aquí están todos mis amigos de la Alianza por Chile", dijo. Al final, todos terminarían bailando en la tarima como muestra de que ahora sí, a dos días de la elección, el oficialismo se vio por entero unido tras la opción de la abanderada oficialista.
Siempre rodeada de banderas de "Matthei presidenta", "Sí se puede", e incluso algunas de Renovación Nacional, el público también respondió entusiasta al diálogo que generó en sus más de 15 minutos de intervención. Tuvo énfasis distintos a los de la primera vuelta: insistió en que no es necesario modificar la actual Constitución, como lo plantea su contendora y sentenció que hacerlo significará "que los políticos van a estar peleando en Valparaíso durante los próximos cuatro años".
Además, nuevamente defendió el legado de Sebastián Piñera, afirmando que es "el primer presidente" que ha gobernado para la clase media y derechamente apuntó al voto religioso más duro: "Haré que los valores de la familia perduren y que Dios sea mi testigo", afirmó.
Así fue el punto final para una campaña de casi cinco meses que tuvo a Matthei como la tercera candidata de la UDI tras las caídas y renuncias de Laurence Golborne y Pablo Longueira, y que terminó por convertirse en una contienda que se definió entre mujeres, con la ex presidenta Bachelet como su rival.
Ahora, sólo restan 48 horas para la decisión final de la segunda vuelta de este domingo en las urnas.
Osvaldo Andrade: "En cuatro años uno no viene a aprender, viene a ejecutar"
El coordinador de la Nueva Mayoría y presidente del Partido Socialista, diputado Osvaldo Andrade, está expectante de lo que ocurrirá este domingo. Por estos días él y los otros timoneles de partidos del bloque han tomado un fuerte protagonismo en la recta final de la campaña de Michelle Bachelet. Esperando un triunfo, el parlamentario apuesta por un posible futuro gobierno de Bachelet con un gabinete que mezcle experiencia e ímpetu, pues asegura que en cuatro años no se puede improvisar. Además, es duro con el gobierno y lo responsabiliza de una posible baja asistencia a las urnas.
¿A qué se debe el protagonismo que han tomado los presidentes de partido en la última etapa de campaña de Bachelet?
-No creo que haya una etapa distinta. Hasta la primera vuelta la centralidad del trabajo de los partidos y sus presidentes era, sin perjuicio por supuesto de respaldar la candidatura presidencial, también procurar obtener el mejor resultado parlamentario. Transcurrida la primera vuelta, evidentemente todos tenemos una mayor facilidad de un trabajo común, a propósito de que no tenemos controversias internas de carácter electoral.
O sea, ¿no es que en una primera etapa Bachelet no quisiera aparecer asociada a los partidos?
-De esto se ha especulado, se ha escrito mucho y hay mucho analista que hace hipótesis y tesis. Lo único que puedo transmitir al respecto es que no existe campaña que yo conozca en democracia que no se sustente en los partidos.
¿En el comando están bien proporcionadas todas las fuerzas de la Nueva Mayoría?
-No he hecho nunca ese cálculo, no me preocupa. Lo que sé es que hay un comando que cuenta con el respaldo de la candidata, que ha sido exitosa en cuanto al resultado, y los partidos nos hemos sentido muy a gusto en esta configuración.
En este período se ha hablado de que murió el eje DC-PS. ¿Le molestan esos comentarios?
-No opero en la política desde las molestias. Los socialistas nunca hemos hablado de un eje DC-PS, lo que siempre hemos hablado es de un entendimiento esencial entre el centro y la izquierda para prefigurar una alianza que le dé sustento mayoritario a un gobierno. La discusión si es que el eje DC-PS está vigente o no me parece una discusión absolutamente inoficiosa. Poner en duda esta diversidad que enriquece esta Nueva Mayoría sería un error político de fondo.
¿Pero a quiénes se sienten más cercanos como PS?
-Al Partido Socialista. Si este no es un problema de cercanías. El entendimiento con la DC no tiene que ver con cercanía, tenemos opiniones distintas sobre muchas cosas, nosotros somos un partido de izquierda, la DC se sitúa por su propia declaración como un partido de centro. El entendimiento entre el centro y la izquierda es una necesidad política. Desde el punto de vista político-ideológico evidentemente la cercanía es mayor con el PPD, por razones obvias, porque venimos del mismo tronco, los dos representamos un socialismo democrático.
¿Es ahora el PS un partido más de izquierda o progresista?
-El PS es, y ha sido toda su historia, un partido izquierda, quien señale lo contrario le realiza una afrenta. Esto que se intenta construir ahora, que por la llegada de uno y la salida de otros el partido se izquierdiza más o menos es una caricatura. Entonces, ¿cuál es la línea del próximo período? Nosotros vamos a respaldar irrestrictamente, sin condiciones, a la presidenta Bachelet y a su programa de gobierno. Entendemos que esto del avanzar sin transar no tiene sentido cuando hay una coalición que sustenta el programa. El programa es un contrato, pero un contrato que permite avanzar. Si hay condiciones de correlación de fuerzas que nos permitan avanzar más lo haremos y si, por el contrario, esto nos impide avanzar más, buscaremos los mecanismos para cumplir el programa.
¿Usted se refiere a una asamblea constituyente?
-No es nuestro interés concentrar una discusión respecto a la asamblea constituyente, porque el interés de los socialistas es cambiar la Constitución. Entonces, si hay mecanismos institucionales que lo permitan, por qué no los vamos a explorar, ¿por el dogma de la asamblea constituyente? Si por el contrario, las condiciones están para una asamblea constituyente nos iremos con ella, no hay problema.
En su gobierno Bachelet optó por un gabinete paritario, tecnócratas, con ministros del Interior DC. ¿Cuáles fueron los errores de esa administración y que ahora no se debiesen cometer?
-No creo que ninguna de esas cosas haya sido un error, porque estas cuestiones no son tema de diseño, sino de cómo se dan en la realidad. Fue una muy buena idea y hay que insistir en la paridad. Además, hay una demanda por hacer un proceso de renovación de las autoridades. Creo que hay que combinarlo con la necesaria idoneidad y experiencia, porque en cuatro años uno no viene a aprender, viene a ejecutar y a ejercer mandato. Desde ese punto de vista, dada la amplitud de figuras con que cuenta la futura presidenta, creo que va a tener la legitimidad suficiente para ejercerla y los partidos tenemos que colaborar en eso. Por supuesto haremos presentes nuestros puntos de vista, si somos instituciones permanentes y nuestro punto de vista va a ser planteado con toda sinceridad en un ánimo colaborativo . Se va a requerir desde el primer día, o incluso más, desde antes del primer día, un elenco que combine adecuadamente experiencia e ímpetu. Nadie puede llegar a aprender, pero nadie puede llegar con mañas del pasado.
¿Es relevante la gente que vote este domingo?
-Siempre es bueno que vote mucha gente y en la Nueva Mayoría hemos hecho ese esfuerzo para que ocurra. Sin embargo, el gobierno no ha hecho ese esfuerzo pudiendo hacerlo, con medidas concretas como declarar feriado ese día, locomoción gratuita y permitir que los trabajadores salgan dos horas más de lo que permite la ley.
¿Por qué el gobierno no querría que votara mucha gente?
-Tengo una hipótesis al respecto: creo que el gobierno y la derecha están preparando una fórmulapara restar legitimidad al triunfo de Bachelet sobre la base de que vote menos gente. No creo, porque ya sería francamente casi sedicioso, que esta idea esté planteada sobre la base de deslegitimar el triunfo de Bachelet, porque las reglas son las reglas y el que saca un voto más gana. En ninguna parte de la ley está establecido que tiene que cumplir ciertos mínimos de representación, pero sí creo que tiene un sentido distinto, de deslegitimar la profundidad de las reformas que la presidenta quiere desarrollar. Lo que la derecha prepara es decir "mire aquí votó tanta gente y en consecuencia las reformas estructurales que Bachelet plantea no gozan de respaldo ciudadano suficiente y, en consecuencia, tienen un rango de ilegitimidad". Eso me preocupa porque me parece que es una transgresión a los principios democráticos más básicos y que retorna la vieja derecha cavernaria que estuvo por el Sí. Esta derecha está más cerca del Sí de Pinochet, que del 'Sí se Puede'.
Guillermo Teillier. "Espero que el gobierno no tenga que reprimir al movimiento social"
De lograr un triunfo la candidata de la Nueva Mayoría, Michelle Bachelet, este domingo el Partido Comunista estaría ad portas de ingresar otra vez a un gobierno tras la experiencia de la UP. El líder de la colectividad, diputado Guillermo Teillier, analizó su proceso en la Nueva Mayoría y entregó algunos lineamientos de cómo será el actuar del partido siendo posiblemente oficialismo en los próximos cuatro años.
¿Se sienten cómodos los comunistas dentro de la Nueva Mayoría?
-Si ayudamos a conformarla, evidentemente que tenemos que sentirnos cómodos. Se ha cumplido uno de los objetivos que nos propusimos en el congreso del partido que era crear esta Nueva Mayoría. Además, estamos conformes con la forma en que hemos ido conversando y discutiendo. A veces hubo controversias, tanto en el tema de programa, como en el tema parlamentario, pero hemos llegado a una síntesis que por lo menos a mí, hasta ahora, me deja conforme.
Si gana Michelle Bachelet, ¿cuáles debieran ser las prioridades de su gobierno?
-La misma candidata ha dicho cuáles son los primeros proyectos que va a enviar, cambiar la Constitución, reforma tributaria, reforma a la educación, ella también le dio énfasis al tema de la reforma laboral, que nos deja satisfechos.
Pero si eventualmente este gobierno no cumple con sus expectativas, ¿podrían ser oposición?
-Esperamos que no. Tenemos la convicción que se van a cumplir estas prioridades, por eso no hemos pensado si vamos a ser oposición. Estamos seguros que vamos a dar todo nuestro apoyo, independientemente de lo que decidamos el día 21 de diciembre, sobre si estamos o no en el gobierno. Si bien vamos a estar siempre en disposición de representar los anhelos e intereses de los trabajadores y el mundo social, nos gustaría que las cosas se cumplan en vez de pensar en ser oposición tan tempranamente.
Hay temor en miembros de la Nueva Mayoría de que existan dos almas en el PC, una que está por seguir las dinámicas del bloque y otra que optaría por los cambios más rápidamente y profundamente, ¿es tan así?
-Hemos acordado cumplir un programa y lo hemos hecho nuestro, en el cual nosotros también trabajamos. A lo mejor nos hubiera gustado que fuera más profundo aquí o acá, pero no es eso. El programa es lo que es, y eso es lo que nosotros vamos a apoyar para que se cumpla. Ni que sea más profundo ni menos profundo. Ahora, en la discusiones en el parlamento o donde podamos ponerle un matiz para favorecer más al mundo social lo vamos a hacer.
Entonces, ¿por qué se ha dilatado tanto la participación del PC dentro de un eventual gobierno?
-Por muchas razones. Una primera, es que hay que ganar el gobierno, lo que es lógico, no vamos a estar discutiendo si estamos en un gobierno que todavía no hemos ganado. Segundo, hace muchos años que no estamos en el gobierno, la dirección del partido no tiene ninguna experiencia. Tercero, las dos veces que hemos participado de gobiernos en Chile han sido experiencias algo traumáticas para nuestro partido. Entonces es necesario hacer una discusión. Y cuarto, si es que entramos a un gobierno queremos hacerlo sobre bases muy firmes desde el punto de vista de nuestros principios éticos, morales.
¿Cómo es eso?
-Por ejemplo, que los que ocupan cargos no van a servirse de los cargos, que se si entran a un gobierno es para hacer cumplir un programa y servirle a la gente. A lo mejor es algo que va más allá de nosotros, quizá es un poco excesivo decirlo, pero quisiéramos ser ejemplo de una nueva forma de gobernar y de hacer política si es que entramos al gobierno.
Pero, se imagina un ministro comunista…
-No lo hemos pensado. Vamos a estar a disposición de lo que diga la presidenta, como creo deben hacerlo todos los partidos. No vamos a ir a exigir, no queremos entrar a saco al gobierno, si es que entramos. Queremos hacerlo con mucha responsabilidad y con altura de miras.
¿Cómo usted proyecta al PC en estos próximos cuatro años?
-No hemos hecho un plan, pero pensamos en lo esencial que es un partido que tiene que contribuir al éxito del próximo gobierno, como una cuestión principal. Segundo, un partido que se sigue desarrollando tanto en lo político, electoral y social. Cuando acordamos entrar a la Nueva Mayoría, y que había que producir estos cambios en Chile, dijimos que esto se hacía participando de las elecciones, participando en el movimiento social, porque esto conforma un todo, no son mundos contradictorios y todos pueden buscar los mismos objetivos.
¿Esto significa que el PC va estar con "un pie en la calle"?
-No es un pie en la calle. A nosotros nos elige el movimiento social para ser dirigentes y ellos tienen que jugar su papel.
No debiese causar temor en otros partidos de la Nueva Mayoría
-Pero, ¿por qué? Hemos participado de elecciones, hemos construido un programa y nosotros seguimos de la mano del movimiento social. Incluso, hay organizaciones en las que participamos junto a otros partidos, por ejemplo la CUT.
Y cuándo haya una manifestación y el gobierno tenga que reprimir de alguna manera…
-Espero que el gobierno no tenga que reprimir al movimiento social. Espero que el gobierno sea muy ágil en entablar diálogos con éstos y que sea muy franco con el movimiento social, pero que discuta con el movimiento social si hay posibilidades o no de acceder a lo que se está pidiendo. Si es que no, decirlo franco y explicar por qué y cuándo se podrían hacer las cosas, pero no engañarlo. No dar "mejorales" ni aspirinas, sino que actuar.
Hace cuatro años atrás el PC ni siquiera estaba en el Congreso y en el próximo período tendrán seis diputados, ¿cómo calificaría su proceso encabezando el partido?
-Eso no tendría que evaluarlo yo, es muy difícil, tiene que hacerlo mi partido. En parte lo ha evaluado el electorado, que nos ha permitido tener seis diputados, la misma reelección mía con una votación mucho más alta que la primera vez que fui diputado. Eso significa que la gente reconoce lo que se ha hecho.
¿Usted está dispuesto a seguir liderando el PC?
-Eso lo va a determinar el partido. No me quiero adelantar, todavía falta para el próximo congreso que hemos determinado hacerlo el próximo año. Yo ya llevo dos períodos, no sé lo que piense el partido.
Usted era muy cercano a Gladys Marín, ¿pensaron que iban algún día a llegar a acuerdos con la Concertación?
- Sí lo pensamos. Incluso lo conversamos con Gladys, el problema es que no teníamos claro en esa época cómo hacerlo. Pero acordémonos que ella fue la primera, el año 97 o 96, que llamó a pactos instrumentales con la Concertación, o sea llanó a pactos electorales con el objetivo de modificar la Constitución, cambiar el sistema electoral y devolverle los derechos a los trabajadores. Es decir, Gladys vislumbraba que este era un camino que había que empezar a explorar, claro en ese tiempo no nos dieron ni bola, pero bueno, siempre se impone la razón dicen en los buenos pensamientos.
Carlos LarraÃn: "Matthei logró 'esponjarse' cuando dejaron de telecomandarla desde La Moneda"
El martes estuvo en el debate de Anatel, ayer en el cierre de campaña de Temuco. Carlos Larraín dice haberse ido encantando con la candidatura de Evelyn Matthei, pero reitera que lo lógico habría sido que la carta presidencial de la Alianza hubiese sido Andrés Allamand. Para Larraín, La Moneda sobrepasó sus atribuciones involucrándose en la campaña y su alejamiento, ha hecho de Matthei una mejor candidata.
¿Siente la tranquilidad de haber hecho todo para obtener un buen resultado el domingo?
-Llevamos muchos meses en campaña y en el último tramo a quien le tocó fue a Evelyn Matthei, hemos mantenido el mismo entusiasmo, hemos apoyado en todo lo que se ha podido. Estuve en el foro del martes, en el cierre, los parlamentarios han hecho lo que se ha podido.
Usted fue crítico con la UDI acusando poco compromiso, ¿cambió esa percepción?
-He visto letreros con el logo de la UDI, estoy seguro que han trabajado a fondo. Al fin y al cabo ella es candidata de la UDI, sería muy raro que no se empeñaran.
También fue crítico con el rol de la UDI en el comando, ¿está conforme con cómo terminó siendo representada RN?
-Sí. Está Lily Pérez y están los diputados más jóvenes, ha habido, por lo menos en la vocería, una participación bastante importante.
¿Y en los contenidos?
-Los pude medir en el debate de Anatel. En cuanto a ideas, Evelyn Matthei está muy conforme con lo que postula RN. Me parece que se dio un proceso de captación, se presentó en la mejor forma el programa y también la actitud de la derecha en Chile que consiste en decir sí, se han mejorado mucho las cosas, pero se pueden mejorar otro poco y lograr que la economía beneficie a todo el mundo.
¿Se fue encantando?
-Es muy sencillo. Ella es una persona con muchas cualidades personales y con experiencia política, pero es también cierto que su candidatura no resultó del proceso de primarias en el cual nosotros habíamos puesto tanto empeño y cuando se produjo el retiro de Pablo Longueira, lo natural habría sido que el candidato hubiera sido el que salió segundo en la primaria, pero eso no se puede atribuir a Evelyn Matthei, así que yo con ella nunca he tenido un sí ni un no. Creo que ha sido una buena candidata.
¿Sigue creyendo que Laurence Golborne habría sido un mejor candidato?
-Eso lo he explicado 17 veces, el retiro de Golborne marcó falta de confianza en la UDI en las posibilidades de ganar la primaria con él y la segunda figura presidencial que fue retirada nuevamente interrumpió el proceso, o sea, nunca he creído que Laurence Golborne habría sido mejor candidato que Evelyn Matthei, sino habría votado por él en la senatorial y no sólo no voté por él, sino que trabajé por 'Cote' Ossandón, que además ganó con camotera.
¿Matthei cumplió con sus expectativas?
-Ha cumplido con creces con el encargo que le cayó encima. Ha puesto todo lo suyo y ha ido logrando llegar a más gente y mostrar lo que es capaz de hacer.
¿La Moneda estuvo a la altura?
-A mí nunca me gustó el involucramiento del gobierno en las decisiones políticas de los partidos, lo he dicho reiteradamente. Pienso que Evelyn Matthei logró esponjarse cuando dejaron de telecomandarla desde La Moneda, y cuando desde ahí se acabo la competencia que durante unos días fue tan activa. Se ha demostrado que había que dejarla ser lo que ella es, lo que la puede conducir a ser una gran presidenta.
¿Qué resultado lo dejaría conforme el domingo?
-No tengo ninguna apuesta numérica, pero sí puedo enunciar una idea: los que están agradecidos de la forma en que la Alianza ha gobernado estos cuatro años, debieran volcarse a favor de Matthei y eso ya sería un gran éxito, porque permitiría un contrapeso para un gobierno como el de la Concertación, que si gana, puede producir muy malos resultados. En el foro del martes, por un lado Matthei mostró un conocimiento muy profundo de las cosas y por otro, Bachelet apareció recurriendo a conceptos difusos, mucho énfasis en la reformulación general de la realidad, que es característica de la izquierda. El acápite de la asamblea constituyente me pareció preocupante.
Fue más explícita quizás.
-Ella en el tema institucional hace cavilar. ¿Qué es lo que está malo en la Constitución chilena?: El capítulo de la familia, la separación de poderes, la autonomía del Banco Central, alguna supra mayoría que son habituales en casi todas las constituciones occidentales y que dan estabilidad en el mediano plazo, el rol del Tribunal Constitucional al cual también le echó una pasada de cepillo. Las referencias a las reformas constitucionales a mi me dejaron pensativo y a varios otros.
¿La derecha debe sufrir un cambio después del domingo?
-Días atrás, haciendo orden en mis papeles, descubrí una carta que le mandé a don Adolfo Zaldívar a mediados del año 2009 diciéndole que por qué no procurábamos la organización de una federación de partidos de centro. He dicho desde fines de 2009 que la defensa de la sociedad en las libertades necesita reclutar más y mejores exponentes y poder demostrar de manera irrefutable que la economía de mercado para justificarse tiene que ser efectivamente social, es decir, arrastrar a todo el mundo en las mejoras. Que la derecha vaya a seguir igual, nadie es igual al final del día. La política es muy dinámica, pero los que creen que la centro derecha en Chile va a mejorar porque se deshace de sus ideas centrales, están muy perdidos.
¿Con al menos cuatro pre candidatos presidenciales RN se puede avanzar?
-Eso sólo da para una conversación entretenida, pero es una premisa muy equivocada, estamos muy lejos de la próxima presidencial y van a pasar cualquier cantidad de cosas de aquí al año 2017. Entre otras, pienso yo que la Concertación aumentada y empeorada va a procurar estirar el plazo presidencial y segundo, permitir la reelección, entre otros componentes de la ensalada constitucional que están preparando y mi sensación es que va a costar mucho quitarles el gobierno.
¿Le preocupa el futuro?
-Hay que concentrarse en la elección de este domingo, que nos vaya bien, que la derecha surja pacificada y tomar palco porque aquí los grandes remezones van ocurrir al otro lado de la barrera. Van a pasar todos a actuar de prodigios en el mundo de la izquierda chilena y yo conozco por lo menos a algunos DC que están muy aprensivos sobre su propio futuro en el cuadro que se les viene encima. Desgraciadamente el traspié de las municipales fue muy determinante, yo soy de la idea que varias alcaldías influyeron de manera enorme tanto en las primarias como en la presidencial. Hay que prepararse para la próxima elección municipal.
¿Qué espera de RN sin usted al mando del partido?
-No voy a aspirar a la presidencia del partido, voy a estar a disponible para quien me quiera pedir ayuda. Ahora, hay una muy buena corrida de nombres de personas que pueden ser presidentes de partido, pero para eso faltan cinco meses. El período de la mesa dura hasta el 25 de mayo.
¿Se imagina una mesa compuesta por gente cercana a Piñera?
-No sé lo que quiera hacer él, y ese es uno de los problemas que ha tenido el desarrollo de la política, que los planes de la presidencia han sido siempre muy poco conocidos por parte de RN, hemos andado por cuerdas separadas, eso se ha notado en varias vueltas del camino, pero no me parece que Piñera quiera presidir el partido, incluso ha dicho que no sabe si vuelve al partido, pero repito, esto es prematuro, faltan muchos meses, por el momento preocupémonos de la presidencial de ahora, para después esperemos la caída de las estrellas.
Patricio Melero: "Muchos en RN hicieron menos de lo que podÃan dar"
El debate de Anatel del martes marcó un punto de inflexión en la carrera presidencial dice el presidente de la UDI, Patricio Melero. Para el líder de la colectividad, Andrés Allamand y Manuel José Ossandón quedaron al debe con la campaña de Evelyn Matthei. Su ayuda, podría haber sido significativa para un mejor resultado el domingo, reconoce el timonel gremialista.
¿Está conforme con el rol que tuvo la UDI?
-Hemos puesto todas las cartas sobre la mesa, hemos fortalecido y ayudado con nuestra mejor gente en el comando, desde la parte operativa, la parte comunicacional, como también en el comando mismo y destacar y agradecer el rol que Joaquín Lavín tuvo en esta materia porque partió con Longueira, terminó con Evelyn y ha sido un elemento digno de destacar.
¿Fue de menos a más la candidatura de Matthei?
-Sin duda y el domingo va a sorprender. El debate del martes fue determinante en darle a muchos razones para votar nuevamente por Matthei y a otros para darse cuenta que es necesario apoyarla en segunda vuelta, pese a haber tenido una opción distinta en primera.
¿Con más debates, se hacía más competitiva la elección?
-Lo que el debate del martes hizo fue carcomer la estrategia de arriesgar poco de Bachelet y su comando y estoy seguro que con tres debates como el del martes, hoy sería más alta incertidumbre lo que va a ocurrir el domingo porque la consigna de Bachelet fue tratar de evitar el mayor grado de exposición pública, que dejara en evidencia la mediocridad de su Gobierno y las dificultades de su programa.
¿Está conforme con el rol que tuvo RN en la campaña?
-Creo que muchos en RN hicieron menos de lo que podían dar y de haber existido un mayor grado de resolución y de apoyo por quienes tienen liderazgo fuertes y más por quienes triunfaron, habría sido más fácil para Matthei la tarea de enfrentar una campaña que de por sí es dura.
¿Se refiere a Andrés Allamand, Manuel José Ossandon?
-Los que fueron elegidos y contaban con un respaldo popular muy grande, como los dos senadores de la región Metropolitana, si se hubieran aplicado con mayor dedicación y energía habrían ayudado de forma más sustancial al resultado del día domingo, creo que en eso hubo falta de mayor sentido de coalición y de generosidad para apoyar la candidatura de Evelyn.
¿Se logró seducir al voto indiferente?
-Vamos a tener que cerrar el capítulo el domingo, pero qué duda cabe que la abstención es nuestro principal adversario, siento que hay un sector muy grande de esos seis millones que no votaron que no ven una razón de algo que defender o algo que evitar. Eso es complejo para quien triunfe el domingo, porque podemos tener un presidente de Chile con una votación que sea inferior al 30% de los chilenos habilitados para votar.
¿Y eso deslegitima al gobierno?
-No, porque la democracia es en su esencia una invitación para que todos lo ejerzan y me parece que es tan legítimo el votar como el no votar. Es un problema de respaldo a las políticas que las candidaturas están planteando, lo que hace difícil el verdadero nivel de aprobación que ellas tienen. A Bachelet le puede pasar que saque menos de los más de 3 millones 600 mil votos que tuvo Piñera en segunda vuelta y eso sería un motivo de un análisis muy importante de los que está pasando en el país.
¿Se juega en esta elección también el futuro de la derecha?
-La alternancia en el poder no puede generar descalabros políticos de proporciones cuando es algo intrínseco de la democracia. No pasó nada dramático en la Concertación cuando Bachelet no logró traspasarle su altísima popularidad a Eduardo Frei, ni se consumen los proyectos o las organizaciones políticas por un resultado adverso. Es más, muchas veces los resultados adversos fortalecen a las instituciones, porque se cuestionan su propio actuar y se refuerzan visiones que quizás en el ejercicio del poder se han ido debilitando.
¿Eso debiese pasar en la derecha?
-Aquí va a haber centro derecha o derecha para rato, nuestras fuerzas políticas en el parlamento están más débiles que en el gobierno que termina, pero están en la equivalencia más menos que han tenido desde la vuelta de la democracia. No se va a dar una escena de cuchillos largos y ese tipo de conceptos tampoco los veo porque las responsabilidades son varias y compartidas, nadie tiene el derecho de tirar la primera piedra, porque aquí hay responsabilidades del Gobierno, de los partidos políticos, de los propios candidatos, de los cambios en el sistema electoral, del voto voluntario, del debut de la inscripción automática y de haber enfrentado al espectro más amplio de la oposición desde la vuelta a la democracia.
¿Ve una Alianza más amplia ?
-Uno de los defectos que tenemos es que nos falta cultura de coalición, en la Alianza muchas veces basamos nuestras relaciones en virtudes de absorber un partido al otro. Si bien la competencia electoral es eficiente desde el punto de vista de generar más votos, es muy desgastadora. Tenemos que trabajar intensamente a futuro, generar una coalición política de centro derecha que tenga principios que son intransables, pero que permita un grado de diversidad amplio.
¿Ve una coalición o una Alianza más amplia para lo que viene?
-Uno de los defectos que tenemos es que nos falta cultura de coalición, en la Alianza muchas veces basamos nuestras relaciones en virtudes de absorber un partido al otro. Tenemos que trabajar intensamente a futuro, generar una coalición política de centro derecha que tenga pocos, pero muy importante principios que son intransables, pero que permita un grado de diversidad amplio.
¿Qué rol se ve usted ejerciendo en esta nueva Alianza y en la UDI?
-Es difícil conciliar el rol si va a ser de Gobierno o de oposición, porque lo vamos a tener claro a partir del día domingo. Si somos Gobierno acompañar y ayudar al gobierno de Evelyn Matthei en todo y en lo fundamental que va a ser buscar caminos de acuerdo para llevar adelante nuestro programa, no teniendo mayorías en el Congreso. Y, si pasamos a la oposición, yo pretendo ser parte de una oposición justa, que se hace cargo de apoyar aquellas iniciativas del Gobierno que vayan en el área de una visión compartida y de actuar como oposición en términos de expresar con claridad como eso se aparta del ideario que nosotros creemos más conveniente para Chile.
¿Desde la directiva de la UDI?
-No es un tema que tengamos resuelto, vamos a tener el consejo general hacia fines del mes de abril y antes de definiciones de cargos y de personas, tenemos que definir nuestro posicionamiento y mas que un problema de generaciones es un problema de definiciones, del camino que tenemos que encausar y lo vamos a lograr con éxito.
Su directiva fue producto de un acuerdo ¿funcionó la formula?
-Yo creo que sí desde el punto de vista de generar consenso, hemos tenido algún grado de dificultad para funcionar porque fuimos todos candidatos, porque la mayoría de lo que estábamos en la directiva salimos elegidos, pero eso también generó una suerte de dificultad para actuar en las decisiones colectivas, ese es un tema que debe llevarnos a buscar una integración un poquito más abierta.
Expertos alertan sobre baja participación electoral a 48 horas de la segunda vuelta
La noche del domingo, cuando se defina quién será la sucesora de Sebastián Piñera en La Moneda, entre Michelle Bachelet y Evelyn Matthei, las miradas no sólo estarán puestas en la ganadora.
Aunque es incierto, ese día podría ser la elección presidencial con menor votación en los últimos 23 años, desde el regreso a la democracia. La primera muestra de un desinterés del electorado se produjo en la elección municipal del 2012, cuando debutó el sistema de voto voluntario en Chile y asistieron menos de seis millones de electores a las urnas.
El segundo capítulo fue el pasado 17 de noviembre para la presidencial entre nueve candidatos, donde fueron 6,6 millones los chilenos que sufragaron de un padrón electoral de 13,5 millones.
Ahora la interrogante se centra en cuánto podría bajar la participación para el balotaje, lo que de paso ha reabierto el debate sobre la posibilidad de reponer el voto obligatorio.
"Qué más quisiera yo, y quienes nos opusimos férreamente a dicha reforma", plantea el abogado Jorge Navarrete consultado si la obligación de sufragar debiera reponerse, pero a la vez advierte que "después de largos años de discusión, con la participación activa de tres presidentes de la República y la concurrencia mayoritaria del Congreso, parecería una chacota tratar de revertir el proceso cuando sólo han transcurrido dos elecciones desde el cambio".
El académico de la facultad de gobierno de la Universidad del Desarrollo, Gonzalo Müller, en cambio, dice ser partidario del voto voluntario, y afirma que "lo que revela este nivel de participación son distintos fenómenos. Por una parte hay fenómenos institucionales. En Chile no tenemos la institucionalidad para el voto voluntario".
Si se compara la primera vuelta de 2009, la última con la obligación de votar, y la del 17 de noviembre, hace cuatro años participaron casi siete millones de electores, mientras que hace un mes lo hicieron 6,6 millones.
La primera vuelta presidencial de hace 26 días fue la de más baja asistencia en dos décadas, desde que Patricio Aylwin fue elegido en una contienda que movilizó a 6.979.859 personas a las urnas y que tuvo en la segunda vuelta del año 2000, entre Ricardo Lagos y Joaquín Lavín, la participación más alta, con poco más de 7 millones de votantes.
Para la primera vuelta presidencial de hace un mes, la participación superó por poco el 50% del padrón electoral. En otros países de más larga tradición bajo el sistema de voto voluntario, las cifras han sido mayores. En el caso de Alemania, por ejemplo, el promedio entre 1945 y 2005 es de 81%, en España de 77% y en Francia de 67%, números alejados de la realidad chilena.
En enero de 2010, el balotaje entre Sebastián Piñera y Eduardo Frei movilizó a poco menos de siete millones de votantes. En ese contexto, el diputado PPD y experto electoral, Pepe Auth, apunta a las estrategias de Matthei y Bachelet en la segunda vuelta. En el caso de la candidata oficialista, sostiene, "lo que dice ella y su gente es que apuesta a su electorado duro, a reducir la humillación", mientras que desde el comando de la ex mandataria "han ido a todos los lugares donde sacó menos votos".
El experto de RN, Tomás Duval, en cambio, dice que "es difícil" que el planteamiento de Matthei de apuntar de forma directa a Bachelet cambie los votos de primera vuelta.
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El panorama de las redes sociales en la recta final de las candidatas
Santiago.-Luego de la primera campaña presidencial de Barack Obama, prácticamente no hay político en el mundo que no se haya subido a las redes sociales como una forma de apalancar sus campañas electorales.
Evelyn Matthei y Michelle Bachelet tienen desde hace varios meses sus equipos digitales especializados para ello, donde Facebook y Twitter, son la primera línea para mostrar los lugares en los que están haciendo campaña, dar opiniones, enviar comunicados y plantear sus ideas.
A dos días de las elecciones, ambas candidatas utilizan fuertemente estas plataformas. Por ejemplo, al cierre de esta edición, la candidata de la Nueva Mayoría tenía un poco más de 37.500 seguidores en Twitter bajo su cuenta oficial @ComandoMichelle. En cuanto a Matthei, sus seguidores superaban levemente los 24.350 usuarios.
Con respecto a Facebook, Bachelet alcanzaba casi los 540 mil "me gusta" en su fanpage. Bastante más que la candidata del oficialismo, que llegaba a los 42.458.
Ahora bien, si revisamos sus sitios web oficiales, las dos propuestas políticas poseen claramente destacadas sus redes sociales en la parte superior. Michelle Bachelet incluye botones de Facebook, Twitter y Google+. Por su lado, Evelyn Matthei tiene una sección especial en el menú principal, donde se despliegan varias alternativas: Facebook, Twitter, Google+, Youtube y Flickr. A éstas se le agrega un perfil de Twittbon (software en línea que permite incrustar el logo de la campaña en una fotografía, para luego utilizarla en el perfil de cualquier comunidad en línea o publicación web).
CASI EN LA META
Pero, ¿cómo se han comportado las redes sociales con ambas candidatas en la recta final?
Según un estudio exclusivo para Pulso elaborado por la empresa de soluciones para el análisis de marcas en internet, Brandmetric (ver infografía), en la última semana Bachelet ha tenido 152.160 menciones en Twitter provenientes de casi 60 mil usuarios diferentes. Por su parte, Matthei lleva 74.405 menciones en dicha red social, de 37.035 cuentas distintas.
En cuanto a Facebook, la candidata de la Alianza ha sido mencionada 3.259 veces por 2.453 perfiles en los últimos días. Mientras que la apuesta de la Nueva Mayoría, fue mencionada en 24.717 oportunidades por 19.576 usuarios.
La medición de Brandmetric compara también si las referencias en ambas redes sociales han sido negativas o positivas, arrojando como resultado que para ambas candidatas el balance es positivo con 0,54% para Bachelet y 0,58% para Matthei.
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