Luis Larraín: "La tarea pendiente de Piñera es demostrar que políticamente es el principal líder de la centro derecha"
Señaló que el gabinete del Presidente electo debe tener un componente técnico, pero que el foco debe estar centrado en lo político. Afirmó que la agenda valórica no debe estar en el "corazón del Gobierno", ya que no hay una mirada única.
Durante esta semana se espera que el Presidente electo, Sebastián Piñera, entregue los nombres de quienes integrarán su gabinete. Ante este escenario que se avecina, el director ejecutivo de Libertad y Desarrollo (LyD), Luis Larraín, señaló que el nuevo equipo que lo acompañe debe tener un componente técnico, pero que la característica central debe ser lo político. Asimismo, planteó que la prolongación de la centro derecha en el poder dependerá de lo exitoso que sea el futuro mandatario en administrar la coalición, la que por primera vez tiene una amplia diversidad. "Si uno quiere ser una alianza mayoritaria que gobierne el país por más de un período, debe ampliar el registro; no puede quedarse con lo que se tenía antes, admitiendo una mayor diversidad", afirmó.
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Luego del holgado triunfo de Piñera, ¿cuál es el principal desafío que tendrá en este segundo Gobierno?
-El principal desafío de Piñera es consolidar el gran apoyo que tuvo en la elección presidencial, porque eso le permitirá cumplir lo que él expreso como candidato, que es el deseo de que la coalición tenga al menos dos períodos presidenciales, de manera de poder llevar a cabo los principales planes que tiene para Chile. Ese el objetivo fundamental.
¿El objetivo entonces del Presidente electo es gobernar para que la centro derecha se mantenga en el poder?
-El programa llegó a la conclusión que para volver a poner a Chile en la senda del crecimiento es necesario gobernar por ocho años, ya que en este lapso se puede consolidar el paso definitivo de Chile para ser un país desarrollado.
¿De qué depende que se puedan lograr ocho años de gobierno?
-Si bien el retomar el crecimiento económico, la creación de empleo son cosas fundamentales, ese es el punto de partida. Lo que se debe buscar es que cada vez haya más personas que perciban el beneficio del progreso económico, para que de esa manera sigan valorando que Chile siga por este mismo camino.
¿Ese gobierno debería ser más político que técnico, comparado con el primer período de Piñera?
-Sí, porque la fortaleza de la parte técnica está y seguirá presente, pero para eso se requiere ser más fuerte en la parte política, que permita consolidar el apoyo a la centro derecha, como la alternativa mejor para que el país siga progresando.
De acuerdo a esta mezcla técnica y política, ¿cómo debería quedar conformado el gabinete?
-Tiene que hacer una mezcla, entre personas de reconocida capacidad técnica y de reconocida capacidad política. Los nombres los tiene y, por ello, debe elegir bien. También tiene que lograr que los equipos trabajen afiatados. En jerga futbolística, el ex director técnico argentino César Luis Menotti hablaba de las pequeñas sociedades de dos o tres jugadores. Entre los ministros de su gabinete Piñera debe formar pequeñas sociedades, que sean capaces de sacar adelante tareas.
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Considerando que ahora la centro derecha va desde Evópoli hasta los votantes de José Antonio Kast, reflejando un espectro mucho más amplio del que se conocía antes, ¿cómo debería manejar esas fuerzas Piñera?
-Se requiere bastante generosidad de los grupos que apoyaron a Sebastián Piñera, porque hay que reconocer que él fue un extraordinario candidato y, por lo tanto, el que tiene la mayoría del apoyo del pueblo de Chile es Piñera. También significa darle al Presidente el mandato para que conforme sus equipos y administre la agenda legislativa.
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¿Piñera debe lograr administrar la diversidad que habrá en esta nueva centro derecha?
-Si uno quiere ser una alianza mayoritaria que gobierne el país por más de un período, debe ampliar el registro, no puede quedarse con lo que se tenía antes admitiendo una mayor diversidad. Deben aceptar que están en una misma coalición con alguien que puede pensar diferente y que tiene diferencias sustantivas en temas determinados, pero que en el conjunto de cuestiones, que dicen relación con cómo hay que gobernar este país, estamos en la misma línea. Ese es el desafío.
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¿Es una oportunidad para que la centro derecha se amplíe para ser gobierno por más de un período?
-Electoralmente Sebastián Piñera es el tipo más exitoso de la centro derecha en mucho tiempo. Por eso, la tarea que tiene pendiente es demostrar que políticamente es el principal líder de la centro derecha, y para eso requiere habilidad para lograr los apoyos suficientes, de manera que la coalición se pueda proyectar durante otros cuatro años.
¿Un punto clave para saber cómo logra administrar esta diversidad es la llamada agenda valórica?
-Ese tipo de materia no debería estar en el corazón del Gobierno. Sabemos que hay diferencias, muchas de estas materias tienen que ver con convicciones personales, las cuales no están sujetas a mayoría. Una coalición como Chile Vamos debe admitir posiciones distintas en esa materia; por ello, el eje central del gobierno no debe estar en esos temas, porque son materias que tienen que ver con la conciencia de cada persona.
¿No debe estar en el corazón del programa de Piñera porque no es importante o porque genera división?
-Por dos razones: una de fondo y otra práctica: la de fondo es porque estas materias, a mi juicio, son propias de la conciencia de cada persona. No puede haber órdenes de partido. No me pueden alinear la conciencia. La razón práctica es que no genera consenso dentro de la coalición, porque afortunadamente hay una diversidad grande, donde vemos posiciones muy conservadoras y otras muy liberales. Por ello, creo que esto es deseable para una coalición que quiere gobernar en el tiempo.
¿Cómo se debería avanzar en esas materias?
-Hay que tratar con mucha prudencia, de ir construyendo una agenda que pueda ser una especie de mínimo común, entre los partidarios de Sebastián Piñera. Si se transforma en el centro del gobierno va a fracasar, porque las opiniones son muy diversas.
Considerando el estado actual de los partidos y las coaliciones, ¿con quién se ve compitiendo en cuatro años más, el Frente Amplio o la Nueva Mayoría?
-Hay que asignarle una probabilidad importante de que el próximo adversario sea el Frente Amplio, porque hoy en día la Nueva Mayoría está prácticamente en descomposición; eso no significa que no hayan políticos competentes ahí. Sin embargo, la ventaja del Frente Amplio es que ha logrado trabajar mejor con más unidad.
¿Cree en una recomposición de la Nueva Mayoría?
-Es una incógnita, la pérdida de votos de la DC, con esta política de asimilarse a la izquierda, puede continuar. Será importante la definición de la DC, porque creo que si ellos juegan un rol más moderador, puede hacer un cambio en el equilibrio político.
"En un plazo de ocho años, el crecimiento potencial y real del país debería ser de 5%"
En lo económico, las proyecciones para la actividad apuntan a un PIB de 3,2% para este año aunque algunas proyecciones optimistas llegan a 4%, ¿cuál es su proyección?
-Crecer a 3,5% este año es una buena meta. El Gobierno tiene que ser cuidadoso con las expectativas y por eso habla más de 3%. Una buena meta es 3,5%, pero después el objetivo debe apuntar a tratar de converger lo más posible al 5%, ya que este es el crecimiento potencial que tiene Chile según mis cálculos considerando todos los aspectos estructurales.
¿Y ese crecimiento de 5% se puede lograr en un plazo de cuatro años?
-No me atrevo a decir que el crecimiento potencial de Chile llegue 5% al término de este Gobierno, pero sí en un plazo de ocho años, al culminar dos gobierno de centro derecha, Chile debería tener un crecimiento potencial y real de 5%.
Pero algunos economistas dicen que la nueva normalidad de Chile es crecer a niveles de 3,5% a 4%.
-No creo eso. Esa para mí no es una nueva normalidad, sino que nueva mediocridad. Hay un impulso emprendedor que nos puede aumentar el producto potencial.
Un tema importante será el manejo fiscal del Gobierno, ¿cuál es el principal desafío?
-La regla fiscal se desdibujó, era un atributo que teníamos. Los cambios metodológicos que se le hicieron, en el sentido de que las metas de la regla fiscal sean movibles, la perjudicaron, por lo que debemos tener mayor seriedad.Una idea es crear un grupo de expertos que miren la regla y que vuelva al objetivo de tener austeridad fiscal en el mediano plazo. Hoy día eso ya no está.
¿Se debe crear un grupo de expertos que revisen la actual regla fiscal?
-Ha llegado el momento de que se revise la regla fiscal, porque ya no entrega buena información, así que soy partidario de revisarla; quizás el propio Consejo Fiscal Asesor lo puede hacer. La meta debe ser fija, de convergencia hacia equilibrio fiscal. Se debe recuperar la austeridad fiscal, pero también hacer crecer el país para sacarlo de la situación actual. Se deben manejar los tiempos para lograr los objetivos.
¿Cómo debe compatibilizar el manejo fiscal austero con la Reforma Tributaria que quiere impulsar Piñera?
-Hay una intención de que el país pueda crecer sin carga tributaria mayor, pero las rebajas de impuestos deberán estar subordinadas al nuevo logro de estos otros objetivo. Si se logra sería ideal.
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