Argentina gastará al menos US$880 millones en su aerolínea estatal

Argentina gastará al menos US$880 millones en su aerolínea estatal
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El presidente de Aerolíneas Argentinas, Pablo Ceriani, dijo que el déficit en el presupuesto de la compañía, que ha aumentado desde los más de US$680 millones del año pasado.


Es posible que Argentina tenga que desembolsar al menos US$880 millones en subsidios este año para mantener a flote su aerolínea estatal, lo que lastraría aún más las finanzas del Gobierno tras el noveno incumplimiento soberano de la nación.

El presidente de Aerolíneas Argentinas, Pablo Ceriani, dijo que el déficit en el presupuesto de la compañía, que ha aumentado desde los más de US$680 millones del año pasado, persistirá hasta que la demanda se recupere, lo que no se prevé que ocurra durante un par de años. La operadora probablemente tardará al menos cinco años después de eso en alcanzar la rentabilidad, dijo en una entrevista en la sede de la aerolínea en el aeropuerto Aeroparque Internacional Jorge Newbery, de Buenos Aires.

Ceriani señaló que una de las condiciones para la rentabilidad es la demanda, la cual no volvería a la normalidad hasta 2022. El directivo dijo que planeaban frenar las pérdidas estructurales de manera sostenida a partir de entonces y que ese era el horizonte razonable.

Al igual que las aerolíneas de todo el mundo, las operaciones de Aerolíneas Argentinas se han paralizado debido al coronavirus. Argentina fue uno de los primeros países de América Latina en introducir de las medidas más estrictas para frenar la propagación del virus, como la cancelación de los vuelos comerciales hasta el 1 de septiembre. Pero a diferencia de otras operadoras, Aerolíneas Argentinas se ha comprometido a superar la crisis sin despedir a los 12.000 empleados, según Ceriani.

El presidente dijo que era una política dirigida a mantener los empleos.

Aun así, la compañía ahora planea suspender temporalmente a unos 7.500 trabajadores en junio y julio, según una persona con conocimiento directo de las conversaciones con representantes laborales. Por otra parte, la aerolínea dijo el domingo que está en negociaciones avanzadas para “reprogramar” los pagos al Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil (BNDES) y Banco de la Nación Argentina.

La aerolínea insignia de Argentina ha dependido de subsidios desde que se nacionalizó en 2008, pero el déficit se ha agravado por una caída del 50% del peso, una recesión devastadora y una inflación de dos dígitos. Los dos mayores costos de las aerolíneas son el combustible y los aviones, que generalmente se pagan en dólares. Ha logrado ahorros mínimos durante la pandemia, incluidos los gastos de viaje.

Fusión

Ceriani espera que la actividad comience a recuperarse en la segunda mitad de 2021 y continuar invirtiendo en crecimiento después de 2022, cuando tiene como objetivo aumentar su flota, con la adición de aviones de carga de fuselaje ancho para volar principalmente hacia y desde China y EE.UU. como parte de un nuevo enfoque en el envío de cargamento.

Entretanto, se fusionará con la aerolínea hermana Austral Líneas Aéreas, un plan que, junto con el envío de carga y una nueva unidad de mantenimiento, se estima que permitirá un ahorro de US$100 millones en tres años. La aerolínea está sopesando el bloqueo de los asientos del medio en todas las cabinas a medida que desarrolla estrategias para reanudar las operaciones de forma segura, dijo. Restablecer los vuelos a cada una de las capitales de provincia de Argentina significaría operar al 25% de la actividad habitual en el mercado interno. Los viajes al extranjero probablemente no comenzarán hasta después de noviembre, dijo Ceriani.

El directivo dijo que este año probablemente será el más difícil en la historia de Aerolíneas Argentinas y probablemente el peor año en la historia de la aviación.

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