Banco Central sube tasa de interés a 2,75% y anticipa "gradualidad y cautela"en próximas alzas
El instituto emisor decidió de manera unánime elevar la Tasa de Política Monetaria (TPM) sorprendiendo a buena parte del mercado. Los economistas ven poco probable una nueva alza en diciembre por lo que la TPM cerraría el año en 2,75%. La última vez que el instituto emisor la subió fue en diciembre de 2015.
El Banco Central mantuvo firme su diagnóstico del escenario macroeconómico expresado en el Informe de Política Monetaria (IPoM): "Las holguras de capacidad se han venido reduciendo durante los últimos trimestres y lo continuarán haciendo en línea con lo previsto en el IPoM, lo que llevará a que la inflación total y subyacente se ubiquen en torno a 3% en los próximos trimestres".
En este escenario, el consejo "considera que el estímulo monetario debe comenzar a reducirse para asegurar que las perspectivas de inflación se mantengan en torno a la meta". Todo esto redundó en que el BC decidiera de manera unánime subir en 25 puntos base la tasa de interés, para situarla en 2,75%.
El anterior movimiento de la TPM fue a la baja, en mayo de 2017. Mientras, la última alza fue en diciembre de 2015.
La decisión del Central encontró a un mercado altamente dividido, ya que principalmente los economistas esperaban una mantención y un alza en diciembre, sin embargo, los activos financieros -tasas swap-esperaban un incremento. De esta manera la decisión del ente rector no dejó conformes a todo el mercado.
Entre sus principales mensajes, el BC indicó que "teniendo presente que, en el escenario base del IPoM, la tasa de política monetaria convergerá a su nivel neutral en el 2020, un inicio oportuno de este proceso permite proceder con gradualidad y cautela.
Ello otorgará los espacios necesarios para que el Consejo defina la velocidad adecuada del retiro del estímulo monetario".
En el escenario interno, el Central resaltó que "la inflación de septiembre (0,3%) estuvo levemente por debajo de lo proyectado, afectada por elementos puntuales, como una menor inflación de alimentos.
Con esto, la inflación anual del IPC aumentó a 3,1% y la medida subyacente a 2,1%, con una aceleración sostenida de los precios más sensibles a la brecha de actividad, por ejemplo los servicios no regulados.
Así, -afirmó el BC-las expectativas privadas para la inflación se mantienen en torno a 3% para diciembre de este año y para uno y dos años plazo.
En materia de actividad dijo que "el período 2018-2020, las perspectivas de crecimiento del PIB del mercado (EEE) son coherentes con el escenario base del último IPoM".
¿Sorpresa?
Pese a que no todos compartían que era conveniente aumentar la tasa en esta reunión, la decisión no fue tan sorpresiva.
Matías Solorza, de BanChile, reconoció que no estaba en su escenario base, aunque el alza "era altamente probable. Creemos que los argumentos de una recuperación cíclica de la actividad y una mejora del mercado laboral hacen menos necesario el estímulo monetario", calificando de "realista" la decisión.
El matiz, adviertió Nathan Pincheira de Fynsa, es el ritmo que le quiere imprimir al alza de tasas. "Este proceso no será similar a otros ciclos de normalización, en los que veíamos tres o más incrementos consecutivos. Probablemente, con la información disponible hasta el momento, diciembre sea una oportunidad de evaluar y de configurar nuevamente el escenario en el último IPoM del año".
Una evaluación con la que coincide Scotiabank, que señala que en el mensaje el BC "se encarga de clarificar al mercado que estaría con muy poco apuro por continuar en esa senda (de alzas). Luego de este incremento, acompañado de lo que consideramos un sesgo bastante cauto (sesgo dovish), no esperamos nuevos ajustes en la tasa rectora en diciembre 2018, y vemos baja probabilidad de que ocurran incluso el primer trimestre de 2019".
De esta forma, existe coincidencia en la cautela con la que actuará el BC desde ahora. "El énfasis respecto a ir calibrando las futuras alzas muestra que el Consejo será cauto respecto a cómo los riesgos que estamos observando afectarán a la actividad y la inflación", sostiene Fabián Sepúlveda de Santander.
De esta manera, buena parte del mercado cree que la tasa cerrará 2018 en 2,75% y que nuevas alzas vendrán desde el primer trimestre de 2019.
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