BCE abarata créditos para los bancos, pero reserva municiones en batalla contra el coronavirus

BCE vuelve a relajar su política monetaria para enfrentar efectos de segunda ola de contagios en Europa

"El consejo de gobierno decidió reducir la tasa de interés de las operaciones TLTRO III durante el periodo de junio del 2020 a junio del 2021 a 50 puntos base por debajo de la tasa de interés promedio del principal sistema de refinanciamiento del Eurosistema en el mismo periodo", dijo el Banco Central Europeo.


El Banco Central Europeo (BCE) se reservó el jueves una parte de sus municiones de política monetaria, guardándose para futuras opciones más osadas como adquisiciones de deuda de grado especulativo, al tiempo que reafirmó su esquema de compras de bonos y derivó más fondos para encarar la crisis económica.

Apenas semanas después de revelar su mayor plan de estímulos a la fecha, el BCE dijo que compraría 1,1 billones de euros en deuda este año y mantuvo la puerta abierta a elevar ese monto en momentos en que la economía de la zona euro se contrae a un ritmo incluso mayor a las estimaciones más pesimistas.

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, dijo que el impacto de la pandemia del coronavirus no tiene precedentes y que la velocidad y escala de la recuperación es "altamente incierta", lo que implica que el banco central estará listo para proveer más asistencia de ser necesario.

El banco dijo que recortará las tasas de interés de préstamos de largo plazo para los bancos a hasta -1% y que lanzaría un nuevo programa de créditos denominado Operaciones de Refinanciamiento de Emergencia por Pandemia (PELTRO, por sus siglas en inglés).

Sin embargo, no alteró sus actuales programas de compras de activos, como el Plan de Compras de Emergencia por Pandemia, conocido como PEEP (por sus siglas en inglés).

"El consejo de gobierno está totalmente preparado para incrementar el tamaño del PEEP y ajustar su composición, por el tiempo y la escala que sean necesarios", dijo el organismo. "En cualquier caso, está listo para ajustar todos sus instrumentos, siempre que sea apropiado, a fin de que la inflación de mueva de forma sostenible", añadió.

Con buena parte de Europa confinada por tiempo indefinido para contener la pandemia de COVID-19, Lagarde dijo que los expertos del BCE esperan que la economía del área del euro se contraiga entre 5% y 12% este año. Los gobiernos están emitiendo deuda a niveles exorbitantes para mantener a las empresas a flote hasta que se levanten las restricciones.

El problema de Italia

Los mercados mostraron poco ánimo ante la falta de nuevas acciones contundentes del BCE. Las acciones del sector de banca de la zona euro bajaron más de 6%.

Los débiles datos sugieren que el BCE tendrá que hacer más: el jueves los reportes mostraron que la economía de la zona euro se contrajo 3,8% en el primer trimestre, a un ritmo peor que el previsto de 3,5% por los analistas, en un periodo que no incluyó el todo los efectos del confinamiento en la actividad.

La conferencia de Lagarde fue seguida de cerca por inversores que querían saber si el consejo de gobierno discutió medidas significativas como compras de deuda gubernamental de naciones que han perdido sus notas de grado de inversión debido a la crisis.

Tras un recorte de la agencia Fitch esta semana, la calificación de la deuda de Italia se acercó al grado especulativo, lo que eleva el prospecto de que la tercera mayor economía del bloque no pueda acceder más a la ayuda del BCE.

Lagarde dijo a los periodistas en su conferencia online que el consejo de gobierno no discutió compras de deuda de grado especulativo como parte su programa actual, pero destacó la flexibilidad de las herramientas del BCE y su disposición a desplegarlas.

"No vamos a tolerar ningún riesgo de fragmentación", afirmó, en referencia a las dimensiones políticas de la crisis para países en problemas de deuda como Italia.

La decisión del jueves dejó además sin cambios la tasa de depósitos bancarios del BCE en -0,50%, lo que implica que a los bancos se les cobra una tasa anual por mantener dinero guardado en las arcas del banco central.

La tasa principal de operaciones de refinanciamiento del BCE, a la cual pueden acudir los bancos para obtener créditos de una semana con el organismo, permaneció en cero; mientras que la tasa para inyecciones de liquidez de corto plazo fue ajustada al 0,25%.

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