Bernardo Fontaine: “Este resultado nos debiera llevar a una Constitución prodemocracia, prolibertad y promercado”
El economista y exconvencional constituyente cree que la votación de ayer impactará en las reformas de gobierno. “Chile Vamos y Republicanos tienen que proponerle a la ciudadanía su propia reforma de pensiones y convencer al gobierno”, afirma.
El economista y exconvencional constituyente, Bernardo Fontaine, está convencido que la aplastante votación de la derecha en las elecciones de ayer domingo tendrán un positivo impacto en el mercado y obligarán al sistema político a rediseñar profundamente las reformas estructurales que ha propuesto el gobierno.
“Este tsunami de votación proderecha hay que tomarlo sin soberbia, como una oportunidad para sacar a Chile del pantano en que está y configurar a la centroderecha como una alternativa de gobierno concreta y atractiva para la ciudadanía”, afirma el exconvencional independiente apoyado por Chile Vamos.
¿Cuál es su primera lectura del resultado de la elección de constituyentes?
Es una derrota aplastante para el proyecto político de Gabriel Boric y los que participan en el gobierno. Tanto el proyecto constitucional que ellos apoyaron con fanatismo, como su proyecto político y las reformas que han propuesto, han seguido el mismo guión. Ese guión refundacional, de una sociedad dominada por el Estado, ha quedado fuertemente derrotado.
La derecha obtiene una mayoría dominante y sin contrapesos...
Este es un tsunami de votación de derecha que debiera llevar a que la Constitución sea una que le entregue más poder a las personas y ponga más obligaciones y límites al Estado y a los políticos. Este tsunami de votación proderecha hay que tomarlo sin soberbia, como una oportunidad para sacar a Chile del pantano en que está y configurar a la centroderecha como una alternativa de gobierno concreta y atractiva para la ciudadanía.
¿Existe el riesgo de hacer una nueva Constitución poco equilibrada dado este “tsunami” de votación de derecha?
Aprovechar esta victoria contundente para hacer una Constitución sesgada sería un error. No hay que dejar que la victoria ciegue el buen juicio. Los votos, así como van, también vienen. Es central hacer una Constitución con los valores de una sociedad libre y democrática, que es lo que inspira a la centro derecha y a la socialdemocracia, y sin caer en una Constitución extremista.
Lo que tiene que quedar fuera de la Constitución son las ideas totalitarias, antidemocráticas, antimercado y antilibertad. Se necesita hacer una Constitución que sea la casa de todos, que no pase a llevar a nadie, pero que esté fundada en la institucionalidad y en lo que ha hecho de Chile la envidia del resto de los países de América Latina.
¿Pero hay riesgo que la derecha, con su aplastante triunfo, se comporte de la misma manera que lo hizo el año pasado la izquierda y los constituyentes de la Lista del Pueblo?
Hay una diferencia sustancial en el ADN de una persona que cree en la libertad, en la democracia y en una economía social de mercado, respecto de los grupos de ultraizquierda que dominaron la Convención. Creemos en la democracia y en la libertad. Nunca vamos a llegar a imponer ideas que sean totalitarias.
Pero en el detalle sí hay un riesgo que estas fuerzas dominantes se entusiasmen con la victoria y vayan por algunos maximalismos. Eso sería un error, lo que no significa abandonar las convicciones que animan a los partidos de una sociedad libre y democrática y de una economía social de mercado.
Rediseño de reformas
¿Qué implicancias tiene esta votación para las reformas tributaria y de pensiones?
Lo fundamental para que Chile salga de ese pantano en que estamos metidos desde el 18 de octubre es que trabajen unidas todas las fuerzas que estuvieron por el Rechazo, incluidos los grupos socialdemócratas.
Esto es esencial para enfrentar el tema constitucional, las reformas del gobierno y su rediseño, y elaborar un proyecto para el próximo gobierno que resulte convincente para los chilenos. Chile Vamos, que tiene la mayor fuerza en el Congreso, junto a Republicanos y al PDG debe rechazar las reformas del gobierno y, por ejemplo, rediseñar la reforma de pensiones.
¿Las reformas del gobierno tal como están tienen nula viabilidad?
No hay espacio para que haya en el Congreso votos para aprobar alguna reforma de pensiones que lo que hace es entregarle al Estado el control de nuestros ahorros previsionales y parte de nuestras cotizaciones. Tampoco hay espacio para insistir en una reforma de salud que entregue todo el manejo de la salud al Estado y que ahogue la salud privada. Tampoco hay espacio para insistir en una reforma tributaria como la que planteó el gobierno.
¿Cree entonces que Chile Vamos y Republicanos deben preparar sus propias reformas para conversarlas con el gobierno?
Republicanos y Chile Vamos tienen que demostrar capacidad de gobernar y la capacidad de aliviar los problemas de la gente en el corto plazo. Y para eso tienen que elaborar sus propias reformas y presentarlas para que, junto con la ciudadanía, logren que el gobierno se abra a escuchar a los ciudadanos. Chile Vamos y Republicanos tienen que proponerle a la ciudadanía su propia reforma de pensiones y convencer al gobierno de que lleve a cabo esa reforma que eleva las pensiones. Existe un camino claro para hacer una reforma de pensiones que suba las pensiones y, al mismo tiempo, garantice la propiedad de los ahorros previsionales, y donde haya derecho a elegir no sólo entre las AFP actuales sino también entre múltiples administradores.
¿Y en el caso de la reforma tributaria …?
Hay que analizar cuál es la necesidad que tiene hoy el gobierno de recursos teniendo en cuenta los nuevos ingresos del litio. De necesitar recursos, la reforma tributaria debe tener tres ejes. El Estado debe comprometerse con un tercio de los recursos que se necesitan, eliminando gastos y reasignándolo a las necesidades sociales. Otro tercio debe venir del control de la evasión, y el último tercio puede venir de nuevos impuestos.
¿Cuál es el efecto de esta votación en el escenario de estancamiento que vive la economía chilena?
Esta votación disminuye mucho la incertidumbre con respecto a la Constitución. Este resultado nos debiera llevar a una Constitución prodemocracia, prolibertad y promercado, y eso podría impulsar múltiples inversiones que están detenidas. Sin embargo, no basta con eso. Necesitamos un gobierno profundamente proinversión y eso pasa también por rediseñar la política del litio. Chile tiene que volver a crecer 4% y 5% para generarle oportunidades a sus clases medias.
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