El Índice de Precios al Consumidor (IPC) moderó su avance en diciembre al anotar un alza de 0,3%, pese a ello la inflación anual en 2022 terminó en 12,8% su mayor nivel desde 1991. En el último mes del año pasado, la división de Alimentos y Bebidas no Alcohólicas fue la que tuvo la mayor incidencia tanto en el mes como en el año con un alza de 24,7% en 12 meses .

El incremento que ha tenido el precio de los alimentos se ha visto reflejado mes a mes en la Canasta Básica de Alimentos que mide el Ministerio de Desarrollo Social y que a la vez sirve para determinar el monto de la línea de la pobreza.

De acuerdo con cálculos de Clapes UC, en diciembre el alza sería entre 0,8% y 1,3% con un punto medio de 1%. Este incremento sería menor al 3,6% registrado en noviembre. No obstante, a ello, en términos anuales, la canasta siguió subiendo y superando el 27% que anotó el penúltimo mes del año pasado con un alza. Para diciembre, la proyección apunta a un aumento entre 27,6% y 28,2%. De concretarse sería la mayor alza anual desde que hay registros.

Así, considerando la estimación anterior, se puede concluir que el valor de la Canasta Básica de Alimentos subió desde $63.587 en noviembre hasta un rango entre $64.096 y $64.414, pero centrado en $64.252 en diciembre.

Esta evolución cobra relevancia, ya que es el parámetro que fijó el gobierno para entregar el aporte complementario para suplir el alza que vayan teniendo los alimentos, incluido en la negociación por salario mínimo. De esta manera, el subsidio que se entregará en diciembre sería de $13.294 por carga familiar, a través del Subsidio Único Familiar (SUF) o de la Asignación Familiar al 60% de los hogares de menores recursos.

Según detalla el informe, a nivel de productos, en diciembre destacaron las alzas en el precio del limón, la manzana y el choclo congelado, mientras que las mayores bajas se registraron en el precio de la zanahoria, el tomate, el huevo de gallina y el zapallo.

“La moderación del alza de los precios de los alimentos contribuyó al menor aumento de la inflación total en diciembre, pero aún sigue siendo el componente más importante detrás del alza de los precios”, sostiene Alberto Belmar, investigador Clapes UC.

El análisis subraya que la Canasta Básica Alimentaria está compuesta por una serie de alimentos que permiten cubrir los requerimientos calóricos y proteicos de una persona con actividad moderada. Esos alimentos no se eligen de manera arbitraria, sino que son el resultado de cuáles son los hábitos de consumo de la población, que es información proporcionada por la VII Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF), levantada por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) entre diciembre de 2011 y diciembre de 2012. La canasta, entre otras cosas, incluye (en distintas cantidades) carnes, frutas, verduras, hortalizas, pan, leche, fideos, arroz y bebidas no alcohólicas y alcohólicas.

Las expectativas de los economistas es que la inflación comience a ceder en durante los próximos meses, y ya desde abril ubicarse en cifras de un dígito para finalizar el año con un alza de entre 4% y 5%. Esto, a su vez, tendría implicancias directas en el aumento que siga mostrando la canasta básica de alimentos.

Belmar sostiene que “lo positivo es que, a nivel internacional, en los últimos meses hemos visto disminuciones en el precio del costo de transportes marítimos, de los alimentos y los fertilizantes. Todos ellos fueron un factor importante para explicar el alza de los precios de los alimentos y ahora contribuirán a reducir los precios locales”. Sin embargo, añade que “siempre pueden existir sorpresas que lleven nuevamente a subir los precios de la canasta, dado que vivimos en un mundo dinámico donde pueden ocurrir diversos shocks que no están previstos”. Por ello, acota que “sólo se puede asegurar que, si el escenario actual se mantiene sin grandes shocks, se puede anticipar una moderación del incremento de los precios para los próximos meses.