Chile se une a amplio grupo de países que buscan resolver disputas comerciales
"Trabajaremos para establecer medidas de contingencia que permitan apelar los informes de los paneles de la OMC en disputas entre nosotros", según la declaración conjunta publicada por la Comisión Europea.
La Unión Europea y un grupo de 16 naciones que incluye a China, Brasil y Chile están formando una alianza para resolver sus disputas comerciales mediante un sistema de apelaciones y arbitraje en la Organización de Comercio Mundial para reemplazar temporalmente un proceso bloqueado por Estados Unidos.
"Trabajaremos para establecer medidas de contingencia que permitan apelar los informes de los paneles de la OMC en disputas entre nosotros", según la declaración conjunta publicada por la Comisión Europea.
La iniciativa representa un avance en el plan de respaldo de la UE para resolver disputas comerciales internacionales ahora que el organismo de apelación de la OMC está paralizado. Se llegó al acuerdo entre los delegados de la OMC reunidos al margen del Foro Económico Mundial en Davos, Suiza.
"Creemos que un sistema de solución de controversias operativo de la OMC es de suma importancia para el sistema de comercio basado en normas, y que una etapa de apelación independiente e imparcial debe seguir siendo una de sus características esenciales", según el comunicado.
Disputas paralizadas
El año pasado, la administración de Trump precipitó la paralización del órgano de apelación de la OMC —que actuó como una especie de corte suprema para el comercio— al bloquear a todos los candidatos al panel de siete miembros.
A partir del 11 de diciembre, solo queda un miembro activo, cantidad menor a los tres miembros que deben firmar las resoluciones. El efecto práctico es que, si bien los miembros de la OMC aún pueden presentar disputas, la parte perdedora puede apelar la decisión inicial de la OMC al limbo legal, que efectivamente actúa como un veto.
La nueva alianza buscará ampliar los acuerdos de tratados que la UE hizo con Noruega y Canadá el año pasado para resolver sus disputas según un modelo de apelación y arbitraje.
El modelo se basa en una norma existente de la OMC —el Artículo 25 del Entendimiento sobre Solución de Diferencias— que permite a los países acordar una forma voluntaria de arbitraje para resolver sus disputas.
Bajo este enfoque, el director general de la OMC puede seleccionar un panel de exmiembros del cuerpo de apelaciones previamente examinados que aplican los mismos procedimientos del cuerpo de apelaciones para llegar a un juicio final. Como cuestión práctica, los miembros de la OMC que se adhieran un sistema de este tipo se someterán básicamente al mismo proceso que tendrían a través del órgano de apelación.
Poder de veto
Los detalles sobre cómo se aplicaría el modelo al grupo más amplio de países aún se están negociando.
Además de la UE, los participantes en la alianza son: Australia, Brasil, Canadá, China, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Corea del Sur, México, Nueva Zelanda, Noruega, Panamá, Singapur, Suiza y Uruguay.
EE.UU., que no es miembro de la alianza, aún tiene la facultad de vetar cualquier caso pendiente en su contra al apelarlos. EE.UU. enfrenta varias disputas potenciales, incluidos cuestionamientos a los aranceles de seguridad nacional del presidente Donald Trump sobre los productos de acero y aluminio.
A principios de semana en Davos, Trump reiteró su llamamiento a la reforma de la OMC. La declaración conjunta del viernes señala que tomó "debida nota" de los comentarios del presidente de EE.UU.
"El acuerdo de arbitraje de apelación multipartidista garantizará que los miembros participantes de la OMC sigan teniendo acceso a un sistema de solución de controversias vinculante, imparcial y de alta calidad entre ellos", dijo el comisario de Comercio de la UE, Phil Hogan, en un comunicado. "Continuaremos nuestros esfuerzos para buscar una solución duradera al impase del organismo de apelación".
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