Club Pato Cornejo cierra sus puertas el 31 de enero: Bienes Nacionales exige la restitución del terreno
El club fundado hace treinta años por el extenista Patricio Cornejo debía abandonar inmueble el 16 de enero. En diciembre acordó el término anticipado del arriendo que vencía en 2024. Luego, el empresario Mauricio Khamis propuso conservar el inmueble hasta que se relicite. Pero Bienes Nacionales exige la devolución. La cartera, responde, estudia con el Ministerio del Deporte “un uso beneficioso para la comunidad”.
“Yo me metí en esto para ayudar al Pato”, dice el empresario e ingeniero comercial Maurice Khamis, 74 años, quien ha hecho negocios en la cerámica y desde 2019 es el concesionario del arriendo de un terreno de 16 mil metros cuadrados donde opera el Club Pato Cornejo. El experimentado tenista chileno le dio su nombre a ese club que fundó en 1993, en terrenos fiscales. Años más tarde, malas inversiones estropearon un negocio exitoso y Khamis salió a su rescate. “He perdido un montón de dinero”, dice Khamis.
El lunes 16 llegaron funcionarios del Ministerio de Bienes Nacionales a exigir la restitución del inmueble y a levantar inventario. “El estado actual es que tenemos que irnos a fin de mes. Lo único que esperamos es que Bienes Nacionales nos dé la opción de quedarnos hasta que relicite la propiedad y así no tener que despedir a la gente”, cuenta Khamis, quien dice que un centenar de personas trabaja en el Club. Incluido uno de los mejores tenistas chilenos de la historia. A sus 79 años, Patricio Cornejo Seckel continúa trabajando en el club que lleva su nombre.
“El 16 de enero nos mandaron a desalojar”, dice Khamis. “Aquí no hay una solicitud de desalojo, sino de restitución del inmueble fiscal, que responde al incumplimiento de un acuerdo del privado, en este caso el Club Pato Cornejo con el Consejo de Defensa del Estado”, respondió Bienes Nacionales a Pulso.
Esta es la historia del Club Pato Cornejo.
Estallido y pandemia
La Municipalidad de Lo Barnechea concedió en 1993 una concesión a Patricio Cornejo para instalar, en los 16.400 metros cuadrados ubicadas en las orillas del río Mapocho, un club de tenis, canchas de tenis, pistas de trotes, piscinas y una casa club. Era una concesión a 10 años que luego se amplió a 20 años.
El terreno entonces era considerado un bien de uso público y por ende bajo administración municipal, pero más tarde fue inscrito a nombre de Bienes Nacionales y pasó a manos del Fisco. Hoy ese inmueble está en parte del Lote F-2-A, de Avenida Monseñor Escrivá de Balaguer s/n, ribera sur del río Mapocho, y tiene un avalúo fiscal de $4.142 millones.
Con la perspectiva de una concesión de largo aliento, Cornejo invirtió patrimonio personal en instalaciones deportivas y una piscina temperada, pero se enfrascó en disputas con la Dirección de Obras Municipales, lo que retrasó su apertura y dañó los flujos y finanzas de Cornejo. El tenista buscó socios, cedió porcentajes, pero se mantuvo participando en el club al que cedió su nombre.
Bienes Nacionales asumió el control del terreno en 2018 y en 2019 decidió relicitar. Y llegó Maurice Khamis, quien ganó por nariz la concesión a cinco años a la propia Municipalidad de Lo Barnechea. El contrato de arrendamiento estableció un pago anual por canon de arrendamiento de $330 millones. Y un plazo hasta el 25 de mayo de 2024. Khamis, ha declarado, lo hizo con un único fin: mantener el Club Pato Cornejo para asegurar al extenista una vejez tranquila y poder desarrollar en ese lugar la práctica del tenis para menores.
La nueva administración invirtió en remodelar las instalaciones y programó una inaguración para el 18 de octubre. Llegó el estallido y luego la pandemia. Khamis pidió rebajar el cánon de arriendo, que superaba los $30 millones mensuales, e inició un litigio con el Fisco, representado por el Consejo de Defensa del Estado (CDE).
También conversó con el nuevo gobierno. En marzo, apenas asumida la nueva administración, el empresario visitó junto a su abogado Darío Calderón a la subsecretaria de Bienes Nacionales, Marilen Cabrera, para conversar sobre las dificultades generadas por la decisión de la autoridad de decretar cuarentenas y aforos limitados durante la pandemia.
En paralelo, intentó llegar a un acuerdo con el CDE. Y lo consiguió: el 15 de diciembre pasado firmaron un finiquito. Khamis pagaría $560 millones por rentas adeudadas y las partes terminarían anticipadamente el contrato de arrendamiento a partir del 15 de enero. El 16 llegó Bienes Nacionales.
El futuro de los 16 mil metros
Entre diciembre y enero, Khamis envió una carta a Bienes Nacionales. Tenía una propuesta que hacer para evitar el cierre inminente del Club. Como Bienes Nacionales, dice, pretende relicitar el uso del terreno, pero en el intertanto debe proteger el terreno, el Club ofrecía mantenerse a cargo, evitar su abandono y deterioro e incluso pagar por esa custodia. Ofreció $6 millones al mes. Aquello, dice Khamis, evitaría el cierre, protegería el lugar y mantendría el empleo de un centenar de personas. Dice que las conversaciones con Bienes Nacionales iban bien encaminadas, que había voluntad política de evitar el cierre. “De un momento a otro cambiaron de posición y el 16 de enero nos mandaron a desalojar”, afirma Khamis. “Ofrecimos ese canon de arriendo para buscar una solución para el Pato”, agrega.
Este viernes por la tarde, el Club emitió un comunicado a su comunidad en redes sociales. “A pesar de todas las gestiones realizadas ante el Ministerio de Bienes Nacionales, se nos ha pedido entregar el Club de manera impostergable e inapelable el 31 de enero”, dice el texto.
Bienes Nacionales tiene una única exigencia. “Que el privado cumpla el acuerdo al que llegó el 15 de diciembre con el Consejo de Defensa del Estado”, dice la cartera.
La repartición aclara que el arrendatario pagó lo pactado con el CDE, pero no cumplió con la restitución del inmueble. “Previo acuerdo con el representante legal del club, el día 16 de enero los fiscalizadores de Bienes Nacionales llegaron hasta el recinto, pero se constató que no se había desocupado, lo que fue debidamente registrado y documentado”. El organismo agrega que hay una multa de 10 UF por cada día de retraso en la restitución del inmueble y que una futura licitación no es una obligación, sino una posibilidad.
“Estamos evaluando distintas alternativas en coordinación con el Ministerio del Deporte para dar a este inmueble fiscal un uso beneficioso para la comunidad. Las licitaciones son una herramienta que tiene el Ministerio, la cual se está evaluando”, concluyeron en la repartición.
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