Daniel Vercelli y eventual gravamen a productos azucarados: "Ya tenemos el kit regulatorio completo"
El gerente general de Coca Cola Chile dice que pagan un 28% por concepto de impuestos, por sus bebidas con y sin azúcar. Si a esto se suma la ley de etiquetado, asegura que Chile es el país donde tienen más exigencias.
Coca Cola llega a 126 mil clientes en Chile, por medio del canal tradicional, moderno y otros. Mueven US$ 2.400 millones anuales aproximados en la economía chilena, lo que representa casi el 1% del PIB; al año realizan inversiones por US$ 250 millones y pagan US$ 496 millones en impuestos anuales.
Y es precisamente este último punto el que podría variar si es que, a raíz del cambio en la reforma tributaria, se decide aplicar un impuesto adicional a los productos con azúcar. Según comenta el gerente general de la empresa en esta entrevista, Daniel Vercelli, ven con preocupación el tema. Eso sí, resalta que son la única categoría (bebidas) en Chile que tiene regulación en su comunicación, rotulado, restricciones de ventas en algunos canales y, además, un impuesto específico a un ingrediente crítico, lo que de alguna manera sería absurdo si se les aplicara algo adicional.
Actualmente, el portafolio de Coca Cola Chile cuenta con 80 productos. De ellos, 32 han sido reformulados desde 2014 a la fecha, lo que implicará una reducción de 33 mil toneladas de azúcar.
Vercelli cuenta que lo anterior los ha llevado a tener el 95% del portafolio libre de sellos. "Por una parte empujamos las bebidas "zero" desde 2014, mientras que, por otro, realizamos reformulaciones. Siempre tuvimos en cuenta que hay que ofrecerles a los consumidores productos con la menor cantidad de azúcar posible. Eso coincidió en algunos casos con los límites de los sellos y en algunos casos fuimos más allá de lo que establece la ley", dice.
¿Continuarán con las reformulaciones pensando en la segunda etapa de la ley?
- Hubo mucho que reformulamos ya listos para la segunda etapa y hay otras cosas, como Aquarius, que es lo último que hemos modificado. La teníamos sin sellos, pero seguimos reformulando y le sacamos todo el azúcar añadida. La ley en la próxima etapa establece que "alto en" es una bebida que lleva sello con más de 5 gr de azúcar cada 100 ml. Si bien a Aquarius ya la teníamos en 4,9 gr de azúcar, la bajamos a 0,5 gr.
En este sentido, ¿cuál es la meta para 2020?
- En gaseosas, que es la categoría más grande y donde todavía tenemos los productos con sellos que son Coca Cola original, Inka Cola y otros, la meta es que al 2020 el 50% de lo que vendemos en gaseosas sea libre de azúcar. Cuando partimos en 2015 teníamos menos del 20%, el 2018 cerraremos en un 30%.
¿Esto va de la mano con la innovación que han hecho en sus productos?
- Por un lado, tenemos la innovación de empaques: y ahí lo que hemos estado haciendo es reducir el gramaje de empaques de varias categorías, para tener envases más livianos y hacer un menor uso del plástico y, por lo tanto, contribuir al medioambiente. En ese sentido, tanto en aguas Vital como en los jugos Andina del Valle, en dos años hemos reducido importantemente el peso de los envases, lo que representa casi 1.700 toneladas menos de plástico que vamos a dejar de poner en la calle.
¿Y en innovación de productos?
- Tenemos dos ámbitos: los productos de línea, que son parte de los 80 sku que vendemos hoy en Chile y ahí las innovaciones han ido desde recetas nuevas, cambios de tecnologías de producción. Y adicionalmente traemos productos de afuera; este año hemos importado más de 12, a través de una incubadora que selecciona distintas cosas de nuestro portafolio en el mundo, las traemos, las probamos y es una forma de ofrecer amplitud.
¿Han notado algún efecto en el consumo o baja de ventas por ley de etiquetado?
- Nosotros lo que venimos viendo hace mucho tiempo es que hay un cambio en la preferencia de los consumidores y eso es previo a la ley. Nos anticipamos a ese cambio y hemos ido acompañando al consumidor en este proceso. Así, hoy la ley y nuestras estrategias están súper alineadas.
"Pagamos un impuesto más alto que el IVA"
El año pasado veían con buenos ojos el nuevo escenario económico, por el nuevo gobierno. ¿Cómo lo han visto sobre la marcha?
- Avizoramos una recuperación de la economía, por lo tanto, una recuperación del consumo, y eso evidentemente era una buena expectativa para nuestro negocio y el de nuestros clientes, para toda la cadena que tocamos. Y las cifras así lo evidencian, la economía se está reactivando y en ese sentido vemos con mucho optimismo los próximos 18 meses.
¿Les preocupa la reforma a la reforma tributaria, que consideraría impuestos a los productos con azúcar?
- Nosotros somos una categoría (de bebidas) que es la única en Chile que tiene regulación en su comunicación, rotulado, restricciones de ventas en algunos canales y, además, un impuesto específico a un ingrediente crítico, que es el azúcar. Ese combo regulatorio somos la única categoría de productos que lo tiene. Ya pagamos un impuesto específico por las bebidas azucaradas, que en tasa es más alto que el IVA.
Pagamos 18% en bebidas con azúcar y 10% en bebidas sin azúcar. Por otro lado, somos la categoría y compañía que más ha acelerado las reformulaciones y más se ha alineado a la regulación y el sentido de la ley de rotulado.
¿Cómo se ven hoy? ¿Están en desventaja con otras categorías?
- Nos vemos en la dirección correcta, nos vemos haciendo las cosas en la línea que la autoridad también pretende que se mueva el consumo en Chile y nos vemos pagando un impuesto que somos los únicos que lo pagamos.
¿Se han reunido con el gobierno por este tema?
- No nos hemos reunido con nadie. Nosotros sobre cambios al sistema tributario no tenemos punto de vista y no tenemos por qué tenerlo, somos súper respetuosos de la autoridad, de las leyes y las normas que rijan la actividad de todas las partes donde estamos.
¿Qué nivel de impuestos sería crítico para ustedes?
- Es que nosotros ya estamos en una situación en que no está nadie más. Y eso ya tiene un impacto en nuestro negocio y en el de nuestros clientes. Con todo ese cóctel, nosotros nos adaptamos a él y hemos hecho las cosas en la misma dirección que es de interés público.
¿Esto pasa en otros países?
- En Chile es lo más potente si uno hace comparaciones con otros países, esto no ocurre en Estados Unidos ni Europa.
¿Pero si se les sube el impuesto o se les suma uno adicional?
- Es que hoy día el impuesto que nosotros pagamos está diferenciado, pagando más por aquellos productos que tienen por sobre 6,5 gramos de azúcar. Por azúcar se paga y por no azúcar también se paga.
¿Entonces frente a este escenario ustedes no están preocupados?
- Por supuesto que estamos preocupados, pero lo que pasa es que como no hay nada concreto no podemos opinar, y con lo cual no tenemos ni una preocupación concreta. Sentimos que ya tenemos el kit regulatorio completo, que alinea nuestra actividad a los intereses de salud pública y también a los intereses recaudatorios, porque el impuesto está hecho para reducir el consumo de azúcar y en términos recaudatorios somos la única categoría que aporta con algo específico a las arcas fiscales.
¿Pero ya deben estar monitoreando lo que pueda pasar, encargando estudios o conversando con sus abogados?
- Eso es una práctica permanente estar preparándose y visualizando en qué contexto va a estar operando uno y estar preparándose para los distintos contextos. Mi rol es el de estar con un ojo puesto mucho más adelante y generando las condiciones para que, en ese mucho más adelante, sigamos capturando oportunidades de crecimiento para nosotros y nuestros clientes.
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