Dominga propone desistirse de proyecto portuario para viabilizar extracción de hierro
Este martes se realizaron los alegatos por el caso Dominga en el Primer Tribunal Ambiental, para que este se pronuncie por el fondo.
Este martes se realizó la audiencia del caso Dominga el Primer Tribunal Ambiental, luego que la Corte Suprema le ordenara a esa sede pronunciarse sobre el fondo. Sin embargo, el foco no estuvo en los alegatos, sino que en una nueva propuesta que presentó la empresa ejecutora del proyecto, Andes Iron: la instalación de un solo puerto en la comuna de La Higuera.
¿Qué significa eso? El proyecto Dominga está actualmente compuesto de dos partes: la faena minera de hierro y un puerto. Este último es el que la empresa está evaluando desechar, pues CAP, que también opera faenas mineras en la zona, ya tiene un proyecto aprobado en esa misma zona.
El socio de FerradaNehme y defensor de Andes Iron, Patricio Leyton, señaló ayer que “estamos asumiendo el compromiso de que se construya un solo puerto en esta zona. Esto significa que si Cruz Grande construye su puerto, nosotros no haremos el nuestro y por tanto evaluaremos ambientalmente la conexión. Estamos disponibles a evaluar la conexión entre nuestro proyecto y Cruz grande”.
Sin embargo, aclaró que no se puede rechazar en la instancia actual el puerto que tienen contemplado para Dominga, “porque como es de público conocimiento la organización Oceana ha solicitado la caducidad de la RCA del proyecto Cruz Grande, por lo que su futuro es incierto. Solicitamos al tribunal que se pronuncie para que esto quede sin efecto”.
Cruz Grande fue declarado en construcción por parte de CAP durante la primera quincena de febrero, a pocos días que caducara su RCA, lo que ocurre cuando pasan cinco años desde la obtención del permiso. Inicialmente consideraba también una planta termoeléctrica a carbón.
A esto se le suma que la empresa comprometió recursos para la creación de un centro de investigación científica de carácter independiente, con foco en áreas y especies protegidas del medio marino, y que en particular pueda analizar el comportamiento de cetáceos y pingüinos en el área de influencia y en las áreas de exclusión del proyecto. “Considerando la relevancia ecosistémica de la zona, en base a la información que se vaya generando, dicho centro de investigación podrá recomendar cursos de acción, los cuales pasarían a ser obligatorios y a formar parte de los compromisos de la empresa, siendo fiscalizables y sancionables por la institucionalidad vigente”, señaló un comunicado de Andes Iron, empresa ligada a la familia Délano.
Visión de Los opositores
En tanto, la ONG Oceana, uno de los principales opositores a la realización de la iniciativa, cuestionó la nueva propuesta.
“Esto no tendrá relación con el proyecto Dominga actual, que discutimos en estos días. Ni el Tribunal Ambiental está para pronunciarse sobre las ideas de la empresa, ni este procedimiento tiene ese fin. Debe resolverse la controversia sobre el proyecto actual y si Andes Iron quiere hacer un proyecto nuevo, quizás sería bueno que se desista de este juicio y haga una evaluación adecuada de sus nuevos emprendimientos”, aseguró Ezio Costa, abogado de Oceana y director ejecutivo de FIMA.
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