Parece lugar común señalar que China es el principal socio comercial de Chile. Sólo en cifras del año pasado: las exportaciones totales de Chile al resto del mundo llegaron a US$99.165 millones y todo lo que Chile importó fueron US$84.262 millones. De esto, los envíos a China fueron más de un tercio, con US$37.996 millones, y las importaciones desde el gigante asiático, poco menos de un cuarto, al sumar US$19.325 millones.

Así, en 2024, Chile registró un superávit comercial frente a China de US$18.671 millones.

La balanza comercial favorable se justifica en los enormes envíos de cobre nacional, que representan cerca de la mitad de lo que recibe la segunda mayor economía del mundo desde este país, sumado a otros productos primarios como cerezas, carbonato de litio, mineral de hierro y celulosa.

Y es esta justamente la gran diferencia con lo que los chilenos le compran a China: mientras le vendemos materias primas, ellos nos envían sólo productos con alto valor agregado.

Poco se sabe, sin embargo, cómo se desglosan esas importaciones.

Según datos del Servicio Nacional de Aduanas, lo que Chile más importa desde China es ropa, lo que representa casi un 9% de todos los bienes que llegan desde la antípoda de nuestro país, seguida por camiones, celulares, computadores y calzado.

Las prendas de ropa se llevan US$1.668 millones de las importaciones chilenas de China; mientras que los vehículos para transporte de mercancías suman US$1.524 millones; los teléfonos móviles, US$1.129 millones; los computadores, US$735 millones, y el calzado, US$514 millones.

Los principales puntos de entrada de las importaciones chinas, según Aduanas, son los puertos de San Antonio y Valparaíso, y el Aeropuerto Internacional Arturo Merino Benítez de Santiago. Este último ingreso es quizás el más decidor respecto a la creciente importancia que han ido tomando las compras del extranjero mediante plataformas de internet, dado que el fuerte de los aviones es el traslado de carga liviana. Y entre ella, las adquisiciones individuales de ropa u otros productos ligeros vía courier se han erigido en una de las preferidas, con usos de sitios como Shein o Temu.

“Vestuario es una de las categorías más demandadas del retail, tanto en compras físicas como online y, a la vez, fue una de las categorías que más aumentó sus ventas en 2024. En cuanto a sus importaciones, en nuestro índice de importaciones en volumen del retail, vimos también un fuerte incremento en vestuario, con un volumen importado que estuvo 14,7% por sobre el 2023″, comentó Bernardita Silva, gerenta de Estudios de la Cámara Nacional de Comercio (CNC). “A su vez, el índice muestra cómo Vestuario alcanza un nivel alto de concentración de origen, donde un 65,5% proviene de China”, agregó.

En 2023, las importaciones de ropa llegaron a US$1.524 millones, por lo que en 2024 hubo un aumento del 9,4%.

En otros rubros de artículos de consumo, las compras de celulares a Chile aumentaron un 4,2% y las de computadores bajaron un 3,4%.

Un ítem que tuvo un salto triple fue el de camiones (vehículos para transporte de mercancías), que aumentó un 278% a US$1.524 millones en 2024 desde US$403 millones en 2023.

Uno de los productos que llamó la atención dentro de los 10 que más se importaron desde China tanto en 2023 como en 2024 son los motores y generadores de energía eléctrica y los grupos electrógenos. El año pasado, ambos rubros sumaron US$650 millones en importaciones, mientras que el antepasado, llegaron a US$1.069 millones. Según expertos, esta mayor demanda se podría relacionar con los extensos cortes de energía que ha sufrido el país en los últimos años, y con el boom de instalación de pequeñas centrales de generación de energía de origen solar o eólica en todo el país.

En Aduanas dan cuenta también de la explosión que vienen experimentando las compras online en la última década y donde, en los últimos años, la ropa ha sido la principal protagonista, al constatar la evolución de la llegada de paquetes del exterior vía courier y vía postal (a través de Correos de Chile).

En 2024, se recibieron 32,8 millones de paquetes por empresas de correo privado o courier (como Fedex, DHL, TNT o UPS, entre otras), un 70% más que el año pasado, cuando llegaron sólo 19,2 millones. Lo sorprendente es que el monto en dinero se desplomó a casi la mitad: pasó de US$1.891 millones en 2023 a US$976 millones en 2024. Eso significa que el año pasado, en promedio cada ingreso tuvo un valor de US$29,6, mientras que el antepasado ese valor llegó a US$97,3, dando cuenta de la gran cantidad de paquetes de menos de 41 dólares que entraron gracias a la exención impositiva que aún rige. Como comparación, en 2019 llegaron a Chile sólo 1,9 millones de paquetes.

A través de Correos Chile, vía postal, llegaron 21,1 millones de paquetes en 2024, un poco menos que los 22,7 millones del año anterior.

“El fin de la exención del IVA para importaciones por un valor de hasta US$41, que es parte de la Ley de Cumplimiento de Obligaciones Tributarias, busca aumentar la recaudación por esa vía y también colabora con el comercio justo, porque muchas personas se están dedicando a ser comerciantes realizando estas importaciones por montos menores, sin pagar los impuestos y vendiendo a precios más bajos que el mercado”, dijo la directora de Aduanas, Alejandra Arriaza. “El auge de las compras online en marketplace internacionales y la facilidad con que se pueden adquirir los productos, también ha impactado en la toda la cadena logística de la recepción de envíos a través de las empresas de correo rápido (courier) y postal (Correos Chile)”, agregó.