El protagónico rol del exgerente de Hites en la pelea de los socios de El Colorado y Farellones

Patricio Ulloa
Patricio Ulloa, en su faceta de viñatero.

Patricio Ulloa Maturana, quien dirigió la multitienda en la segunda de mitad de los 90 y creó el periódico El Metropolitano, es director desde 2021 de Andacor, la sociedad dueña de los centros de esquí. Ulloa representa ahí a Anita Leatherbee, accionista de la empresa, quien está enfrentada a su hermano Richard. El controlador presentó hace unos días una querella contra Ulloa y otro exdirector, el abogado Alberto Labbé, por administración desleal. Una junta de abril describe con detalle una álgida discusión entre Ulloa y el presidente de la firma.


“Mi nombre es Patricio Ulloa Maturana. Vengo de una familia de 10 hermanos. Toda mi familia ha sido viñatera. La primera generación fue en 1627 que partió con una viña de cabeza en el sur y últimamente con mi padre, Patricio Ulloa Valenzuela, compramos este campo para crear aquí la viña Las Araucarias, una viña orgánica”. El relato es de Patricio Ulloa (65 años) en un video de hace cuatro años en el que presentaba los detalles y atributos de su emprendimiento viñatero.

Pero más que por el negocio vitivinícola, Patricio Ulloa es recordado por otro rol, en otro rubro: fue el gerente general de la cadena de multitiendas Hites en la segunda mitad de los años noventa: un joven y energético ejecutivo que se ganó la confianza de los hermanos Hites y que los embarcó en un proyecto ambicioso que generó millones de dólares en pérdidas y que terminó con él fuera de la cadena de multitiendas, en 2001: el periódico El Metropolitano.

Tras su mediático paso por Hites, Ulloa salió de la escena pública. Pero en estos últimos días volvió involuntariamente, en un conflicto que toma vuelo. Desde hace dos años, Ulloa es uno de los cinco directores de Andacor, la sociedad abierta a través de la cual los hermanos Richard y Anita Leatherbee controlan los centros de esquí El Colorado y Farellones y en la que están enfrentados sin tregua. El conflicto accionario ha dado lugar a arbitrajes judiciales, juicios civiles y ahora, penales. La sociedad Andacor tiene 144 accionistas, pero los dos hermanos, a través de diversas sociedades, controlan el 91,68%, dice la memoria 2022. Richard, sin embargo, es el controlador, con más del 50% de las acciones, a través de sociedades como Inversiones Cururo, Abendrot e Inversiones Viento Norte.

Patricio Ulloa
Patricio Ulloa, en sus años más exitosos: asumió la gerencia general de la cadena Hites en 1995 y la abandonó en 2001.

Hace pocos días, el 22 de agosto, las sociedades de Richard Leatherbee presentaron una querella por administración desleal contra Patricio Ulloa, el abogado Alberto Labbé, director de Andacor hasta marzo, y su sobrino, Christian Haeussler Leatherbee, también ex director de Andacor. “Desde el año 2020 en adelante, los querellados han obstaculizado permanentemente y sin reparo alguno la administración social de Andacor, perturbando y dificultando grotescamente las gestiones del resto del directorio y los ejecutivos de la sociedad, en un periodo especialmente complejo para ésta, como es el que le ha tocado vivir a la totalidad del rubro de deportes de montaña desde el año 2019″, dice la acción legal.

Los tres han sido designados en distintos períodos por Anita Leatherbee, quien tiene el 22,57%. Sus hijos tienen otro 13%. Uno de ellos es Christian Haeussler, quien dejó el directorio de Andacor en 2021. En abril de ese año entraron Patricio Ulloa y Alberto Labbé. Los tres están enfrentados con la otra rama de los Leatherbee. Y en el centro está Ulloa.

Los negocios pos Hites

Patricio Ulloa fue un emblema en los años noventa. Llegó a Hites a inicios de la década como subgerente de operaciones y en poco tiempo se ganó la confianza de integrantes de la familia liderada entonces por los hermanos Alex e Isaac Hites Aberbuck. En 1995 asumió la gerencia de la cadena de multitiendas y emprendió una transformación que no dejó a nadie indiferente: trajo a Chile a la modelo Claudia Schiffer para un evento de Hites en pleno Paseo Ahumada, invirtió en sofisticados e internacionales spot de televisión, sacó monumentales catálogos de productos y bajó tasas de interés en una aguda competencia entre retailers.

Ulloa convenció a los hermanos Hites de algo aún más avezado: sacar un diario como una manera de reducir los gastos publicitarios de la empresa. El Metropolitano salió a circulación en 1999 y en dos agitados años, Ulloa llegó incluso a asumir la dirección nominal del periódico. Ulloa salió de Hites en 2001, el diario fue vendido y luego cerrado, y los hermanos Hites terminaron distanciados tras la gestión de Ulloa, un ejecutivo hiperkinético y carismático.

Su trayectoria había comenzado con la familia: casado con la hija del empresario sureño Italo Picasso, administró empresas formadas por él que terminaron desapareciendo: Tiendas Picasso y la empresa de transportes Igi Llaima. Con ella tuvo tres hijos, pero se separó y se volvió a casar.

Con estudios incompletos de auditoría, Ulloa se ha dedicado a asesorías y a múltiples negocios personales, tras sus años en Hites. Entre otras cosas, participó en Global Trading, empresa que desde 2005 se dedicó a la importación de camiones chinos Yueyin. Ulloa fue su presidente y Salvador Ortúzar era el gerente general. Ahí, según escrituras de la época, participaba también el abogado Alberto Labbé, hoy también querellado por el socio principal de Andacor. La firma fue vendida y según quienes lo conocen, fue un gran negocio. Ulloa también creó otras sociedades en las que participaron algunos de sus hijos. Una de ellas llevó el nombre de World Cil Chile y tenía entre sus objetos invertir en empresas, como un holding empresarial; realizar inversiones financieras e inmobiliarias; y prestar servicios de asesoría y consultoría.

Uno de sus negocios más desconocidos fue una inversión en un proyecto inmobiliario en las cercanías de Coronel, a través de la sociedad Altos de Yobilo. Ahí participaban World Cil Inversiones y Servicios Financieros, de Patricio Ulloa, con el 45,4%, e Inversiones Buho Chile Limitada, ligada a Ricardo Rivano, con el 54,6%. El proyecto inmobiliario se denominó Altos de Coronel, y ocuparía una superficie de 245 hectáreas. La firma fue declarada en quiebra en 2014 y luego asumió el proceso el síndico Patricio Jamarne, quien intentó sin éxito vender algunos sitios. Según registros judiciales, el proceso sigue vigente y hasta fines del año pasado se trabajaba en una subdivisión de lotes para los acreedores. Y el mayor acreedor es un fondo de inversión privado Corcovado, que representa Patricio Ulloa.

El exgerente de Hites está concentrado hoy en su viña Las Araucarias, donde tiene un restaurante, unicada en el kilómetro 13 de La Viluma, en Melipilla. Ahí Ulloa registra dirección. Pero ha seguido con una actividad que comenzó tras su salida de Hites: las asesorías empresariales. Una de ellas, a uno de los accionistas relevantes de Andacor.

La junta

El acta registra una jornada hostil. Se hizo el 27 de abril, pero el documento que reconstruye esa junta de accionistas se envió a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) recién tres meses después. En las oficinas de Andacor, en Vitacura, el enfrentamiento duró cuatro horas y Ulloa tuvo un rol que no sorprende a quienes lo conocen.

El presidente de la empresa, Michael Leatherbee Grant, hijo del controlador, leyó una carta explicando el detalle de los negocios de Andacor y terminó con una alusión al conflicto entre su padre, su tía y sus primos. “Es de público conocimiento que un grupo de accionistas está en pugna contra otro grupo de accionistas y, en parte, contra la propia Andacor. Esta pugna ha dificultado enormemente el buen desarrollo de Andacor. Desde afuera, los bancos están reacios a proveer crédito a Andacor. Desde adentro, múltiples acciones han entorpecido el quehacer de la gerencia”, dijo.

René Núñez, de Labbé Abogados y representante de la familia de Anita Leatherbee, y Patricio Ulloa, protestaron. No correspondía, dijeron, discutir en la junta un conflicto particular entre socios. “El señor Presidente intenta continuar, pero no lo logra”, describe el acta. Prosigue la discusión y el presidente sigue leyendo: señala que aunque la mayoría de los accionistas concurrieron a un aumento de capital necesario para sostener la empresa, “el grupo de Anita y de sus hijos, interpretaron dicho esfuerzo de conseguir recursos para Andacor, como una intención perniciosa de parte de la familia de don Richard Leatherbee”.

Ulloa respondió: como presidente le correspondía mencionar hechos y no interpretaciones. El presidente insistió en leer su carta. Los disidentes no lo dejaron y lamentaron que no hubiese representantes de la CMF. A esa misma entidad habían recurrido un mes antes Ulloa y Alberto Labbé, quienes se reunieron con el fiscal de la CMF, Andrés Montes, el 30 de marzo, por videoconferencia. “Se discute sobre la tramitación de reclamaciones ingresadas por el interesado”, dice la descripción de aquella cita.

La junta de accionistas, entonces, alcanzó su punto más álgido. “Continúa el Presidente con sus palabras. El señor Patricio Ulloa dice que son injurias y que no se lo va a aceptar. Don René Núñez y don Patricio Ulloa se levantan de sus respectivos asientos para tomar una posición más cercana y de frente al señor presidente e insisten en que se aboque a la tabla citada para la junta, y que no se salga de dicho marco. Piden respeto y que se remita a la tabla”, dice el acta.

Del acta no se entiende por qué Ulloa acusa al presidente de Andacor de injurias. La clave podría estar en un anexo agregado al acta y firmado por el abogado René Núñez y por Christian Haeussler, quienes pidieron la grabación del audio de la reunión.

En tres páginas de salvedades, los firmantes reprodujeron palabras que, según el audio que escucharon, profirió el presidente de Andacor, Michael Leatherbee, en medio de la discusión: “Es muy común entre los grupos humanos, especialmente cuando se está enfrentado momentos difíciles, que se generen conflictos, desavenencias y malos entendidos. Desafortunadamente, en vez de buscar un espacio de encuentro y colaboración, Anita decidió contratar los servicios de Patricio Ulloa Maturana, quien, es sabido y es un hecho, tiene como modus operandi propiciar el conflicto”. La junta ese 27 de abril renovó el directorio. Salió Labbé y quedó Ulloa, quien reclamó por la nueva composición de la mesa, a la que entraron dos abogados electos por el socio mayoritario. Según el acta, dijo que Andacor tendría ahora un “directorio legal” y que la firma se gestionará de modo más jurídico que comercial. Un directorio que Patricio Ulloa Maturana sigue integrando. Con una querella de por medio.

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