Estudio advierte que energías limpias deben crecer tres veces más rápido que las convencionales a nivel mundial
Un informe de Boston Consulting Group indicó que faltarían 18 billones de dólares más a lo presupuestado actualmente para lograr, globalmente, la denominada “transición verde”.
Las energías renovables y otras soluciones bajas en carbono deben aumentar del 12% del suministro de energía que tenían en 2021, a entre 50% y 70% en 2050 para limitar el calentamiento global a 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales, que es lo que propone el Acuerdo de París, según las conclusiones del estudio “The Energy Transition Blueprint”, desarrollado por el Centro de Impacto Energético de Boston Consulting Group (BCG).
Esa velocidad es cerca de tres veces más rápida que las transiciones anteriores, como la del carbón y los hidrocarburos (o petróleo) cuando llegaron a su punto máximo de cuota con respecto al total de las energías, que en ambos casos se logró en cerca de 35 años. El carbón se posicionó en el primer lugar en el podio tras esa cantidad de tiempo, con un 55% de participación de mercado; mientras que el petróleo consiguió llegar al mismo puesto, con un 41% de market share. En el caso de las energías limpias deberían -según el análisis- lograrlo en los próximos 13 años, lo que es cerca de un tercio del tiempo que sus predecesoras y luego, continuar creciendo hasta lograr el 70% para mediados de este siglo. Todo esto, en el escenario de Emisiones Netas Cero que establece la Agencia Internacional de Energía (AIE).
BCG alerta en el reporte que “esta rápida transición sigue siendo un desafío enorme y cada vez más improbable: las políticas actuales permitirían un aumento de la temperatura en 2,7 °C para 2100. Y la velocidad de la transición energética en sectores como la fabricación industrial y los edificios es lamentablemente insuficiente”.
Maurice Berns, managing director y senior partner de BCG, quien además preside el Centro de Impacto Energético, señala al respecto: “La mayoría de las herramientas que necesitamos para llevar nuestro sistema energético a cero emisiones netas ya están disponibles. Lo que requerimos con urgencia son políticas, casos de negocio comprobados y capacidades para llevar a cabo la transformación más grande y crítica en tiempos de paz en nuestra historia económica”.
¿Cuánto dinero se necesita?
El trabajo de BCG profundizó también en la inversión que se requiere para lograr dicho aceleramiento de la incorporación de las energías renovables en la matriz mundial. Según sus estimaciones, se necesita una inversión de US$37 billones para financiar la transición energética al 2030. De este monto, como máximo, ya se han comprometido US$19 billones, dejando una brecha de inversión de US$18 billones.
“Se necesita la misma cantidad de inversión en la red eléctrica como en nueva capacidad solar y eólica, para evitar generar energía de bajo carbono que quede desaprovechada mientras la red se pone al día. El petróleo y el gas deben reducirse rápidamente, pero seguirán siendo necesarias inversiones selectivas para garantizar la seguridad del suministro de energía para nuestras sociedades”, explica el documento.
La mayoría de los escenarios de emisiones netas cero requieren un suministro de petróleo y gas equivalente al 50%-80% del suministro de 2021 en 2030, y los activos productivos actuales no satisfarán la demanda de 2030 en adelante. El enfoque debe centrarse en el desarrollo de la producción de petróleo y gas más asequible, y con la menor intensidad de gases de efecto invernadero, indica BCG.
Incluso, el estudio revela que la economía de los sistemas energéticos cambiará fundamentalmente como resultado de la transición. La energía pasará de ser un recurso extraído, a uno manufacturado, lo que demandará una inversión inicial mucho más alta, pero costos operativos más bajos.
De esta forma, se espera un aumento sustancial en la volatilidad de los precios, y el almacenamiento de energía sigue siendo un desafío a medida que la combinación energética cambia de los combustibles fósiles a la electricidad y el hidrógeno (verde). “Actualmente, solo hay capacidad para almacenar una o dos horas de consumo eléctrico promedio en Europa y Estados Unidos”, sostiene la investigación.
Incluso, las conclusiones del informe plantean que el diseño del mercado eléctrico requerirá una revisión significativa para abordar la ciclicidad, la creciente volatilidad y la incertidumbre en los mercados energéticos. “Los costos de transporte de energía también aumentarán considerablemente debido al cambio en la combinación energética, lo que probablemente llevará a que los centros de producción industrial a nivel global se reubiquen donde la energía sea menos costosa”, dice Boston Consulting Group.
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