Exposición a guerra comercial
Cerca del 50% de las exportaciones chilenas tuvo como destino un país que hoy está involucrado a la escalada arancelaria.
La escalada arancelaria cada semana que pasa parece estar tomando más cuerpo, y si bien la economía mundial aún no se ve afectada -ni tampoco sus proyecciones-, ya se empiezan a observar algunas señales preocupantes. Y Chile, al ser uno de los países más abiertos del mundo podría enfrentar un cuadro adverso.
La denominada guerra comercial protagonizada por Estados Unidos y China, así como también otras zonas comerciales relevantes para Chile, sin duda está ocasionando un espiral proteccionista del cual puede ser difícil salir y puede traer complicaciones considerando el nivel de exportaciones locales que tienen como destino esas economías.De acuerdo a las cifras de 2017, los productos estrella chilenos están altamente expuestos a los países involucrados en guerra comercial.
Cerca del 42% de los envíos totales, pero al detenerse por sectores específicos, el 46% de los productos relativos al agro están expuestos -similar a los frutícolas específicamente. En el caso de las exportaciones mineras, la mitad va dirigida a EEUU, China, Europa u otros de los protagonistas. Los embarques al exterior del tipo industrial tienen una exposición menor, aunque no deja de ser relevante, con un 28,3%. De todos modos, productos específicos, como Salmón y Celulosa, sufren más.
En el primer caso, el 41% va a los mencionados mercados, mientras que en el segundo el 45%. El 26% de los vinos, otros relevantes productos nacionales, tiene como destino los países involucrados. En este escenario, puede ser que surjan algunas oportunidades específicas para productos chilenos, tal como identificaron autoridades chilenas.
De hecho, elaboraron un listado de 123 productos con oportunidades en México, Canadá y China, principalmente. No obstante, en el neto a nivel agregado, un país como Chile pierde con las principales potencias económicas en una escalada proteccionista. Ya se observa un fuerte retroceso en el precio del cobre hasta niveles bajo US$2,80 la libra, descenso que podría tener implicancias no menores la bolsa chilena y en las expectativas empresariales, variables con las que el metal rojo ha demostrado una alta correlación positiva en periodos pasados.
Todo lo anterior es un llamado a las autoridades para estar alertas a las señales externas y adoptar a nivel interno las medidas necesarias para mantener las expectativas en alto y afianzar un incremento del PIB tendencial. Ello, se debe lograr con la difícil misión de mejorar los indicadores fiscales, luego del deterioro dejado por la administración anterior.
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