Falabella prevé que coronavirus les impacte recién en junio y ve inicio de año con ventas planas

La familia Leyton Francione vendió 146.699 títulos de Falabella por $504,4 millones.

En conversación con inversionistas, la compañía reconoció que ha tomado una actitud más conservadora respecto a las compras; además, estima que ciertas reformas debieran impactarles, aunque avizoran una Constitución neutra.


Un monitoreo permanente de los proveedores que mantienen en China es el que lleva realizando Falabella desde el día en que estalló el llamado coronavirus. Si bien, gran parte de los productos que vende el comercio local proviene del gigante asiático, hoy el principal retailer nacional ve lejano el efecto que éste pudiera causarles. “Hoy estamos bastante cómodos con el ritmo al que estamos recibiendo los envíos. Y diría que hasta fines de mayo, no tenemos un impacto significativo en nuestros suministros”, señaló a inversionistas el gerente general corporativo de la firma, Gastón Bottazzini. Aunque añadió: “Estamos monitoreando esto y podríamos tener algún impacto a partir de junio”, precisando, no obstante, que su temporada alta se centra en mayo por el Día de la Madre, lo que sería una buena noticia dentro de este contexto. “Todavía no tenemos un problema concreto, pero es algo en lo que estamos trabajando muy de cerca con cada una de las fábricas”.

La compañía aseguró que la mayoría de sus proveedores no están en las áreas críticas; sin embargo, precisó que hoy es el gobierno chino el que entrega las aprobaciones para reiniciar las operaciones, lo que varía de fábrica en fábrica.

Menores inventarios

El cuarto trimestre de 2019 estuvo fuertemente afectado por el estallido social del 18 de octubre. Entre octubre y diciembre, las ventas del retailer en el país cayeron fuerte, pero el panorama ahora, se ve más alentador. Después de experimentar una Navidad mejor a la esperada, enero y febrero ha sido plano en ingreso, aunque con una clara mejora en márgenes, aseguraron. “Esto es básicamente porque hemos sido más conservadores en nuestros programas de compras, particularmente durante la última parte del año pasado”, destacó Bottazzini. Y subrayó que a pesar de que aún mantienen cinco tiendas cerradas por la crisis -que representan un 2% de las ventas-, lo que sigue impactando los retornos, los márgenes han mejorado.

En esa línea, subrayó que los resultados de este año, también deberían verse favorecidos por una menor campaña promocional, a raíz de inventarios más acotados. “Hoy, estamos más en línea con lo que cabría esperar de una tienda limpia con una nueva temporada y no con restos de la colección anterior que todavía están a la venta”, dice el ejecutivo.

En ese sentido, reconoció que las provisiones en su negocio financiero en el país debieron incrementarse, debido al aumento de la tasa de incumplimiento en octubre y noviembre, como resultado del estallido social. “Lo que estamos viendo hoy es básicamente estabilizador (...) No estamos viendo un mayor deterioro”, dijo el máximo ejecutivo del retailer.

Frente a las nuevas reformas, Falabella es cauta. A su juicio, el alza en el ingreso disponible, hará que las personas tengan más ingresos para gastar; aunque sí ve bemoles en los cambios tributarios. “La situación que veremos durante el próximo año y medio, dos años, es una mezcla de, en una mano, algo que debería ser negativo (donde está) el aumento del impuesto a la tierra (...). Pero, por otro lado, tienes una depreciación instantánea del 50% de las inversiones de noviembre del año pasado. Entonces, por ese lado, puedes tener un impacto positivo”, señaló el CFO, Alejandro González. Y añadió que respecto a la nueva Constitución, no se debería “esperar algo muy dramático”. Subrayó que ni los partidos de derecha ni de izquierda deberían tener el poder suficiente como para diseñar una Constitución muy drástica. “Deberían salir con algo relativamente neutral”.


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