Gobierno argentino busca renegociar pacto con FMI y extender plazos de deuda ante nueva crisis
Hacienda indicó que las medidas buscan dar espacio para la defensa del peso y no obedecen a una falta de solvencia. Por otra parte, ayer se dieron a conocer los ejes centrales del programa económico del candidato opositor Alberto Fernández, que en principio distan bastante de las políticas del último gobierno kirchnerista.
Argentina pedirá una moratoria de sus deudas, en un intento por apagar el incendio que se desató en los mercados, tras la victoria de la oposición en las elecciones primarias de mediados de mes. El ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, fue el encargado de dar a conocer las propuestas, que en concreto buscan aliviar la carga financiera a corto y mediano plazo, de manera que se cuente con holgura para defender el peso argentino, que acumula una baja de 35% en el año.
Lo anterior implica, entre otras cosas, un nuevo diálogo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), para remodelar el acuerdo que sostiene el país por una línea de crédito de más de US$56.000 millones. Se trata de una negociación que comenzará en septiembre bajo la administración actual de Mauricio Macri, pero que terminaría en el próximo gobierno.
El FMI rápidamente acusó recibo de las propuestas de Argentina, cuyo impacto procederán a evaluar. "El personal comprende que las autoridades han tomado estas medidas importantes para abordar las necesidades de liquidez y salvaguardar las reservas", agregaron en un comunicado.
Otras medidas. Además del reperfilamiento de los vencimientos de la deuda con el Fondo, algo que según Lacunza fue propuesto por la oposición, el gobierno extenderá el plazo para cumplir sus obligaciones de corto plazo con instituciones, en referencia a instrumentos conocidos Letes y Lecaps.
Lo anterior será complementado con "un proyecto de ley que provea las herramientas necesarias para promover una extensión voluntaria de los plazos de la deuda bajo jurisdicción local" y con la "extensión de plazo de los bonos de bajo legislación extranjera", según detalló el recién asumido jefe de finanzas.
"Esto se hizo por el estrés de liquidez del corto plazo y no por problemas reales de solvencia de la deuda argentina", subrayó Lacunza, quien también aclaró que la propuesta no se trata de una reestruccturación de deuda, sino de una reperfilamiento que no lleva consigo quitas de capitales o intereses.
Solo hoy se sabrá si estás propuestas resultan suficientes para calmar las aguas, aunque las dudas ya se instalaron. "Patea al próximo gobierno una parte de la deuda y confirma que seguirá gastando las reservas. Lo llaman reperfilamiento, pero es un default porque no te paga en tiempo y forma, así que sube un tono al problema".
El plan de Fernández
Con menos peso sobre sus hombros, la oposición dio a conocer los lienamientos principales de su programa económico (revisar recuadro). En entrevista con el diario brasileño Valor, Guillermo Nielsen, principal asesor en el área de Alberto Fernández, también planteó una renegociación de los términos del acuerdo con el FMI.
Las otras definiciones en general distan mucho de la política que caracterizó el último gobierno kirchnerista. Por ejemplo, en lugar del cepo cambiario respaldan un dólar flotante y no volverán a implementar restricciones a las importaciones. Además, pretenden lograr un equilibrio fiscal, lo que va a implicar una gestión ajustada del gasto".
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