La actividad privada de Europa registra una caída sin precedentes en marzo y acerca al bloque a una recesión

Angela Merkel

En Francia, la actividad del sector privado ha registrado en marzo la mayor caída desde que comenzó la encuesta de gestores de compra a mediados de 1998.


La pandemia del coronavirus y las medias de contención sin precedentes implementadas por los gobiernos han impactado de lleno en el corazón de las economías, según muestran las lecturas preliminares de marzo de los PMI’s del sector servicios y de manufacturas de las dos principales economías de la zona euro, Francia y Alemania. Estos indicadores, elaborados por Markit, reflejan como ningún otro la salud de las economías y evidencian un histórico deterioro del PIB en relación a febrero, como consecuencia del brote del Covid-19 que ha paralizado a medio mundo, lo que aboca a la eurozona a la recesión.

En Francia, la actividad del sector privado ha registrado en marzo la mayor caída desde que comenzó la encuesta de gestores de compra a mediados de 1998. El sector servicios ha desatado los temores al caer hasta 29,9, el mínimo histórico, frente al 40,0 esperado y el 52,5 del mes anterior. Cabe recordar que una lectura del índice PMI superior a 50 puntos implica expansión de la actividad, mientras que un dato por debajo de este umbral implica recesión. El PMI manufacturero ha aguantado algo mejor y baja hasta los 42,9 frente al 49,8 del mes precedente y el 40,6 previsto. Con todo, la de marzo ha sido la peor lectura en 86 meses. En este sentido, el dato de producción de las fábricas galas ha caído en marzo a 35,6 puntos desde los 49 del mes anterior, lo que supone su mayor deterioro de los últimos once años, coincidiendo con la Gran Recesión. Así, el PMI compuesto se sitúa en 30,2 frente al 28,1 esperado y el 52,0 anterior.

"Los últimos datos del PMI reflejan unos resultados pésimos para el sector privado de Francia", afirma Eliot Kerr, economista de IHS Markit, para quien los cierres forzados por el coronavirus provocaron una interrupción generalizada de la actividad. "En conjunto, estos descensos sugieren que el PIB está colapsando a una tasa anualizada próxima a los dos dígitos", alerta.

En Alemania, la locomotora de Europa, los datos no han sido tan demoledores pero sí muy preocupantes. La actividad del sector privado ha caído a niveles correspondientes a la crisis financiera de 2009. El PMI de manufacturas ha pasado a 45,7 desde el 48 anterior, cayendo menos del 39,9 esperado. En el caso de los servicios el desplome ha sido más acusado, desde el 52,5 de febrero hasta el 34,7 y frente al 43 previsto. Supone el nivel más bajo de toda la serie histórica.

El empeoramiento de la coyuntura económica en Alemania ha tenido su reflejo en la evolución del empleo, que después de cuatro meses de ligeros incrementos, ha registrado en marzo su mayor caída desde mayo de 2009, con caídas igualmente fuertes en el sector servicios y en el manufacturero.

"El colapso sin precedentes del PMI subraya como Alemania se dirige a una profunda recesión", ha indicado Phil Smith, economista de IHS Markit, para quien los datos de marzo del PMI indican una caída del PIB de Alemania a una tasa trimestral de aproximadamente el 2%, mientras que el endurecimiento de las medidas de contención de la pandemia sugiere que "la recesión se intensificará en el segundo trimestre".

La economía británica se está contrayendo a un ritmo récord, más rápido que durante la crisis financiera de 2008-09, ya que las empresas del sector servicios cerraron sus puertas ante el coronavirus, según la misma encuesta. Realizada la semana pasada antes de que el Gobierno ordenara el cierre de todos los pubs, restaurantes y otros negocios abiertos al público a última hora del viernes, el Índice de Gerentes de Compras mensual apunta a que la economía se está contrayendo a una tasa trimestral de 1,5-2,0%.

«Este descenso será probablemente la punta del iceberg y empequeñecido por lo que veremos en el segundo trimestre», dijo Chris Williamson, economista jefe de negocios de IHS Markit, que dirige la encuesta. En el peor momento de la recesión de 2008-09, la economía británica se contrajo un 2,1% en un solo trimestre.

El PMI compuesto instantáneo – que incluye alrededor del 85% de las empresas en la encuesta completa – se hundió a 37,1 de 53,0, su más bajo desde que la encuesta comenzó en enero de 1998 y por debajo de todas las previsiones en una encuesta de Reuters de los economistas. El componente de servicios se hundió a 35,7 desde 53,2, también un mínimo histórico.

«Cualquier crecimiento se limitó a pequeños bolsillos de la economía como la fabricación de alimentos, productos farmacéuticos y de salud. La demanda en otros lugares se ha derrumbado… a medida que un número cada vez mayor de hogares y empresas en el país y en el extranjero cierran sus puertas».

La actividad manufacturera PMI cayó menos, a 48.0 de 51.7. IHS Markit dijo que esto reflejaba una distorsión al alza, debido al impacto positivo en el índice del alargamiento de las demoras de los proveedores – normalmente un signo de un fuerte aumento de la demanda, pero en este caso causado por el coronavirus.

Mirando sólo el componente de producción del PMI manufacturero, la producción estaba cayendo a su mayor ritmo desde julio de 2012, durante la crisis de la deuda de la zona euro.

El Banco de Inglaterra, a su vez, ha dicho que comprará un récord de 200.000 millones de libras de activos adicionales, en su mayoría deuda pública, y reducirá su principal tasa de interés a un mínimo histórico del 0,1%. El ex gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King, dijo que el desafío económico que enfrentaba Gran Bretaña era más difícil que durante la crisis financiera de 2008-09 y que era probable que el endeudamiento público aumentara significativamente.

Sin embargo, advirtió que no se debe considerar la próxima recesión económica como una recesión o depresión convencional. «Para hacer frente a una crisis sanitaria, el Gobierno está presionando deliberadamente la actividad económica… y en algún momento habrá un rebote», dijo. 

Así, la actividad comercial en la eurozona se desmoronó en marzo a causa del colapso por el cierre de tiendas, restaurantes y oficinas. El índice compuesto de gerentes de compra se desfondó a al 31,4 desde el 51,6 de febrero, la mayor caída de la história y muy por debajo de los pronósticos de 38,8. Estos datos anticipan una contracción trimestral del PIB de la eurozona del 2% y sugiere un mayor declive a medida que se intensifique la respuesta a la epidemia, según IHS Markit.

En concreto, el colapso ha sido más significativo en el sector servicios, que sufre un descenso a 28,4 puntos, frente a los 52,6 de febrero, mientras que el sector manufacturero ha agravado su recesión, con una caída del índice de actividad hasta los 44,8 puntos desde los 49,2 del mes anterior, en mínimos de 92 meses.

En Japón, el índice de actividad del sector manufacturero ha bajado hasta los 44,8 puntos desde los 47,8 de febrero, su peor lectura desde abril de 2009, mientras que en el sector servicios el índice PMI se ha desplomado hasta los 32,7 puntos, frente a los 46,8 del mes anterior, su nivel más bajo desde septiembre de 2007.

“Las perspectivas para la economía de Japón no eran particularmente buenas antes del brote de Covid-19”, señala Joe Hayes, economista de IHS Markit, para quien los datos del PMI muestran que la economía japonesa ha entrado en una “agresiva recesión en marzo, liderada principalmente por el sector servicios” y advierte de que en el caso de una aceleración de la epidemia, “el daño para la economía puede superar lo que hemos visto hasta ahora, particularmente en el caso de que se aplacen los Juegos Olímpicos”. Por su parte, Marcel Thieliant, analista para Japón de la consultora Capital Economics, añade que los datos del PMI apuntan a una

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