La economía europea vuelve con fuerza a la senda del crecimiento tras seis meses de caídas
El Producto Interior Bruto (PIB) de la zona euro subió 2% en el segundo trimestre del año con respecto al anterior trimestre. Unos 14,9 millones de personas estaban desempleadas en la UE en junio, de las cuales 12,5 millones en la zona euro.
La economía europea volvió a la senda del crecimiento en la primavera boreal, aprovechando los avances de la vacunación contra el covid-19 y el progresivo levantamiento de las restricciones sanitarias, según cifras oficiales difundidas este viernes.
El Producto Interior Bruto (PIB) de la zona euro subió 2% en el segundo trimestre del año con respecto al anterior trimestre, lo que marca una vuelta al crecimiento tras seis meses de caídas, anunció la oficina de estadísticas europea Eurostat.
Para el conjunto de la Unión Europea (UE), el alza fue de 1,9%. Entre las grandes economías, España fue la que mas creció (+2,8%), seguida de Italia (+2,7%), Alemania (+1,5%) y Francia (+0,9%).
En el primer trimestre, el PIB de la zona euro había caído 0,3%, tras una baja de 0,6% en los últimos tres meses de 2020.
Los expertos esperaban esta recuperación para el periodo abril-junio, gracias al levantamiento de las restricciones sanitarias que habían frenado la actividad, especialmente en los sectores del transporte, la hostelería y restauración y el turismo.
“La economía europea continúa desempeñándose como un motor diésel: le lleva tiempo ponerse en marcha pero no la subestimen una vez que cobre velocidad”, dijo Bert Colijn, economista de ING bank.
La recuperación fue particularmente fuerte en España, que en términos interanuales vio un espectacular rebote de este segundo trimestre.
Su nivel del PIB es casi un 20% superior respecto al del mismo periodo de 2020, marcado por uno de los confinamientos más estrictos y por la detención de todas las actividades económicas no esenciales durante dos semanas.
La economía española se había contraído un 0,4% en los primeros tres meses de 2021 tras haber sufrido un hundimiento histórico del 10,8% en 2020, una de las caídas más fuertes de los países desarrollados.
En cuanto a Alemania, la principal economía de la Eurozona, su crecimiento fue menor al esperado, impulsado principalmente por un aumento del “gasto de consumo privado y público”, indicó la oficina federal germana de estadística Destatis.
En el primer trimestre, el retroceso del PIB fue del 2,1%, tras una revisión a la baja de la estimación precedente (-1,8%).
La economía alemana se contrajo menos que en otros países europeos en 2020, un -4,9%, pero parece repuntar con menos fuerza.
El problema de la inflación
La mejoría general de la economía europea se vio reflejada en el mercado laboral y el índice de desempleo de la zona euro cayó con fuerza en junio para situarse en 7,7% de la población activa, luego del 8% registrado en mayo, según Eurostat.
Para el conjunto de la UE, el desempleo bajó 0,2 puntos porcentuales, a 7,1%.
Unos 14,9 millones de personas estaban desempleadas en la UE en junio, de las cuales 12,5 millones en la zona euro.
El punto oscuro del panorama económico es la inflación, que aumentó 2,2% en julio en la zona euro, superando así el objetivo de 2% del Banco Central Europeo (BCE), en momentos en que el alza de precios al consumidor preocupa a los inversores.
Esta tensión en los precios provoca en los mercados temor de un alza de los tasas de interés.
Pero el BCE, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y muchos expertos creen que este aumento de la inflación es “temporal”.
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