Entre la filantropía, la música, el deporte, los aviones de guerra y Microsoft: la vida de Paul Allen

Paul Allen falleció este lunes a los 65 años debido a un cáncer. Hace sólo un par de semanas el magnate anunció que estaba recibiendo tratamiento por esta enfermedad, que ya había superado en 2009. Su vida estuvo marcada por la tecnología, la filantropía, la música y el deporte.

El magnate, que nació en Seattle en 1953,  llegó a acumular una fortuna de más de US$26.000 millones y se ubicó en el puesto 27 entre las mayores fortunas del planeta, según el ranking de multimillonarios de Bloomberg.

Al igual que Bill Gates, el cofundador de la empresa, dedicó gran parte de su vida a la filantropía, donde destacó como mecenas del arte e impulsor de la investigación científica, según indica Business Insider. 

Con solo 22 años dejó la universidad, para fundar Microsoft junto a Bill Gates, quien fue la cara más visible de la compañía tecnológica. Pero fue Allen, quien ideó el nombre de la empresa que con los años se convirtió en el mayor fabricante de software del mundo.

Fue el jefe de tecnología de Microsoft hasta que en 1983 abandonó el cargo debido a un primer diagnóstico de cáncer, un linfoma que logró superar tras largos años de lucha. Tras salir de la empresa comenzó a dedicarse a la filantropía, convirtiéndose en uno de los mayores donadores del mundo. En 1988, el empresario creó su propia fundación, para llevar a cabo de mejor forma su ayuda financiera.

Fue amante de la tecnología y la ciencia. También de la música y del deporte. Fue el propietario del equipo de fútbol americano, Seattle Seahawks, que en 2014 logró ganar el torneo más importante y codiciado de dicha disciplina, el esperado Super Bowl.

Como era fanático de Jimmy Hendrix, en el año 2000 decidió fundar un museo dedicado al rock and roll, llamado Experience Music Project. Y no es todo, pues en 2013 logró lanzar su propio disco de música junto a su banda "Los Underthinkers".

Fueron 65 años colmados de logros, llenos de metas y de ayuda económica para que otros proyectos vieran la luz. Además fue coleccionista de aviones de la segunda guerra mundial, y se dedicó a rescatar barcos hundidos de la misma época.