La importancia de la productividad

Maersk Container Industry San Antonio (MCIS) decidió cerrar su fábrica de contenedores refrigerados ubicada en dicha ciudad portuaria perteneciente a la Región de Valparaíso, que ocasionó el despido de más de 1.200 personas. La explicación de la empresa es que la sobreproducción de contenedores en el mundo y la dificultad para conseguir proveedores de insumos para la fabricación de contenedores fueron las causas que llevaron al fin de sus operaciones en territorio nacional.

Una decisión de negocios como se han tomado muchas otras en Chile y el mundo. Más allá de que llame la atención que la inversión se realizó hace pocos años (2015 fue la puesta en marcha de la empresa), se debe considerar que la decisión de inversión se adoptó varios años antes. En ese intertanto, el escanario cambió. Si el negocio no daba porque las condiciones se modificaron de manera drástica o los supuestos con que se pensó la inversión no se dieron, parece explicación suficiente.

No obstante, se han conocido antecedentes que, como dijo el exgerente de la planta, pudieron haber acelerado la opción de la compañía danesa: problemas laborales. Un estudio elaborado por el Ministerio del Trabajo entre mayo y junio de 2017, a solicitud de la empresa, advirtió problemas laborales en la compañía como alta rotación, ausentismo laboral y licencias médicas excesivas. Más allá de este problema particular, la decisión de la empresa revela una pérdida de competitividad de parte del país, dado que la compañía prefirió producir container refrigerados en otro país.

Como dijo al respecto el economista Hernán Cheyre, "el acceso a las materias primas fundamentales, la capacitación de sus trabajadores y las relaciones con los sindicatos no estuvieron exentas de dificultades, lo cual se tradujo para la empresa en una pérdida de competitividad que no pudieron soportar". Ante esto, se debe pensar como país en generar, de manera constante, las condiciones necesarias para hacer más competitivo a Chile.