Las cifras y razones de Corona para pedir su segunda reorganización judicial en cuatro años

Tiendas Corona

La red de multitiendas se vio complicada para enfrentar sus obligaciones financieras, especialmente con proveedores. Sus deudas suman $66.963 millones y los socios postergaron el cobro de deudas relacionadas. Econsult buscó sin éxito vías alternativas. En paralelo, renunciaron los dos miembros independientes del directorio de la compañía, Claudio Muñoz y Janet Awad, y su gerente general, Ernesto Bartel.


A eso de las 14 horas de este martes, el estudio del abogado Nelson Contador ingresó al Primer Juzgado Civil de Santiago un escrito donde solicitó la apertura de un proceso de reorganización judicial para la compañía Multitiendas Corona S.A. Una presentación que tiene algo de deja vu. El 10 de agosto de 2020, a cinco meses de iniciada la pandemia, hizo lo mismo para el mismo cliente.

Corona, que posee 51 sucursales en el país y 1.800 trabajadores, otra vez se encuentra en una situación financiera tan delicada, que recurre a esta alternativa para evitar la quiebra.

Hace casi exactamente cuatro años, Corona, fundada en los años por Leonardo Schupper y hoy en manos de sus tres hijos Paulina, Malú y Herman, sufrió los embates del estallido social, pues cerca de la mitad de sus locales fue vandalizado o saqueado en los días siguientes al 18 de octubre de 2019. Y a contar de marzo del año siguiente, la crisis sanitaria del covid-19 la obligó a cerrar sus tiendas. Por eso, pidió su reorganización en agosto del 2020, proceso que concluyó exitosamente en octubre de ese año.

Ahora las razones del desequilibrio son distintas. Aunque algunas de ellas son consecuencia de lo ocurrido antes.

En la presentación al tribunal, explican que esta decisión voluntaria se debió a las dificultades que ha encontrado para saldar sus obligaciones financieras.

“Esta situación se debe principalmente a pérdidas sostenidas en su negocio financiero (tarjeta Corona), el cual está en su fase final de cierre, y menores ventas en su negocio de retail. La principal causa ha sido la falta del capital de trabajo necesario para poder desarrollar sus negocios, entre otros motivos, por la imposibilidad de acceder a financiamiento desde el año 2022″, resumió la empresa en un comunicado.

En paralelo, la compañía anunció varias renuncias. Dimitieron Claudio Muñoz, quien era presidente del directorio, y la directora Janet Awad, junto con el gerente general Ernesto Bartel. De este modo, la mesa quedará integrada sólo por tres personas: José Manuel González como presidente, Mario Mora y Paulina Schupper. En la gerencia general asumirá Allan Hornig, quien era gerente de Administración y Finanzas.

Duros antecedentes

A fines de marzo pasado, Corona anunció el cierre de su negocio financiero que manejaba a través de la Sociedad de Créditos Comerciales (SCC) y que emitía la tarjeta de crédito comercial Corona, pero que a septiembre del 2023 tenía sólo 65 mil tarjetahabientes, lo que representaba menos del 3% de participación de mercado. Entre 2022 y 2024, SCC acumuló pérdidas por $19.657 millones.

Esto se sumó a la crisis pospandemia que ha sufrido el comercio minorista, que a consecuencia de los retiros de fondos de pensiones experimentaron explosivas alzas entre 2020 y 2021, pero que a contar de mediados del 2022 y hasta fines del 2023 mostró descensos profundos y constantes, que golpearon directamente las ventas de Corona, que recién comenzaron a exhibir recuperaciones a inicios de este año. “Si bien las últimas cifras de ventas e ingresos de 2024 van al alza (aunque lejos de su potencial por la falta de capital de trabajo), el impacto generado por la situación de los últimos dos años ha continuado afectando la operación regular de Corona”, explicó la compañía.

Otro hecho que golpeó las arcas de Corona fue el brote inflacionario que vivió el país en los dos años anteriores “que ha hecho que se incremente el costo de gastos recurrentes –como el arriendo de los inmuebles donde se encuentran las tiendas Corona-, gastos que aumentaron en la misma proporción que la inflación experimentada en el período, es decir, en más de un 15% desde marzo de 2022″, añadió en el documento judicial.

Un elemento a favor que tiene la compañía es que aprovechó el fuerte boom de ventas por los retiros, que le significaron un Ebitda (flujo de caja operacional) de $30 mil millones en 2021, lo que le permitió pagar todas las deudas reprogramadas con sus acreedores financieros con $20 mil millones provenientes de recursos propios y un préstamo de $21 mil millones. Además, pagó $15 mil millones a sus proveedores, equivalente a la deuda que tenía antes de iniciar su proceso de reorganización.

Sus planes para la crisis

En su solicitud concursal, el abogado de Corona explicó que la empresa ha intentado varios caminos para enfrentar sus problemas e incluso contrató a la consultora Econsult para evaluar vías de financiamiento como bonos, bancos o fondos de deuda privada, sin éxito.

“Ha implementado fuertes ajustes en sus gastos, reduciendo la contratación de personal, suspendiendo proyectos, cancelando servicios de mantención no esenciales, entre otros. De esta manera, la liquidez para desarrollar el negocio ha sido obtenida, casi en su totalidad, de la caja operacional de Corona, esto debido a las complejas condiciones actuales del mercado para acceder al financiamiento necesario, no sólo para Corona sino para todo el retail, lo que en los hechos ha resultado hasta aquí imposible de obtener”, sostuvo.

A estas medidas, se sumaron el cierre de su negocio de tarjetas y la apertura de una oficina comercial en Shanghái, China, con la misión de reducir el precio de la adquisición de la mercadería, que prevén en torno al 15%.

En un cuadro exhibido en la presentación judicial, la empresa comparó los montos de la deuda de Corona del primer proceso de reorganización de 2020 frente a este. Hoy la deuda total de la cadena de multitiendas alcanza a los $66.963 millones, mientras que hace cuatro años llegó a $80.803 millones.

Para enfrentar sus compromisos, cuenta el documento, los accionistas de la firma decidieron inyectarle $27 mil millones hasta el pasado 30 de septiembre de 2024, mediante la postergación del cobro de rentas de arrendamiento y pasivos relacionados, dado que los hermanos Schupper son dueños de varios de los locales de Corona, pero por fuera de la empresa.

Por tanto, la deuda con empresas relacionadas llega a $26.843 millones ahora, mientras que era de $21.745 millones en el primer proceso. A su vez, los pasivos bancarios en 2020 llegaban a $43.024 millones y en 2024 alcanzan a $14.330 millones. Los compromisos con proveedores eran de $15.475 millones hace cuatro años y ahora son de $25.459 millones. Así, la deuda con actores no relacionados a Corona sumaba $59.058 millones en 2020 y $40.129 millones hoy.

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