Más diversos, pero con baja participación femenina: así quedaron los directorios en 2020
En las juntas ordinarias de accionistas realizadas en abril hubo 32 cambios de asientos en los directorios de las empresas IGPA. Además, solo aumentó en tres el número de voces femeninas en los directorios.
Chile no es el mismo que hace siete meses. El país dio un giro, primero por el estallido social y luego por la llegada del Covid-19. Sin embargo, ninguno de los dos hechos se vio reflejado en un cambio de paradigma en los directorios de las empresas más grandes del país, que en abril tuvieron sus juntas ordinarias de accionistas, instancia en que varias realizaron cambios de asientos.
El Centro de Gobierno Corporativo y Sociedad del ESE Business School realizó un estudio comparativo entre este año y el 2019 con los directorios de las empresas IGPA (61 empresas) e IPSA (las 30 con mayor presencia bursátil) y un subgrupo del anterior). De allí se desprende que, tras las juntas de accionistas de las empresas IGPA, hubo 32 cambios de asientos, de los cuales 22 corresponden a nombres nuevos, es decir, que no estaban en otros directorios anteriormente.
Dos son las críticas más recurrentes a la conformación de los directorios: que son dominados por tres profesiones -ingenieros comerciales, civiles y abogados- y que la participación femenina es insuficiente. En el primer punto hubo algunos avances este año, mientras que en el segundo estos fueron mucho más modestos.
Entre 2019 y 2020 solo aumentó en tres el número de directoras -una en empresas IPSA y dos en las IGPA-, alcanzando una participación por debajo del 10% en ambos casos. Considerando las firmas IPSA, en total hay 24 asientos de directorios (de 256) ocupados por mujeres, lo que representa el 9,4% del total. El 57% de estas empresas, es decir 17 de 30, tienen al menos una mujer en sus directorios actualmente. En las empresas IGPA, a su vez, hay 43 mujeres en directorios (de 487) que representan el 8,8% del total. En el 53% de ellas, es decir 32 de 61 firmas, se ha decidido incorporar al menos una visión femenina en la discusión de gobierno corporativo.
Las cifras están bastante lejos del primer mundo. En España, la participación de mujeres en directorios de empresas es de 26,4%, mientras en Italia la cifra sube a 36,1% y Francia está cerca de alcanzar la equidad con 45,2% de mujeres en sus directorios. En varios casos existen normas que obligan a las empresas a avanzar en paridad de género.
Universo pequeño
El director del Centro de Gobierno Corporativo y Sociedad del ESE, Alfredo Enrione, sostuvo que “la baja participación de mujeres creo que se debe principalmente a que seguimos buscando en las mismas fuentes. Es decir, buscamos mujeres que hayan estado en gerencias generales o altos cargos y la verdad, en estos espacios vemos menos mujeres que hombres”. Agregó que “falta mayor conciencia por parte de quienes eligen y faltan mayores oportunidades para que las mujeres alcancen posiciones de alta dirección”.
“La cifra sigue siendo muy baja. Esto lo lamento, porque los talentos están repartidos entre hombres y mujeres de igual manera. Entonces, al dejar mujeres fuera, las empresas se están perdiendo importantes talentos”, comentó Luz Granier, quien integra el directorio de Colbún. Añadió que en general “a la mujer se le exige demostrar con hechos concretos para darle una oportunidad, mientras que al hombre se le da la oportunidad sin tener logros concretos que mostrar. Por el hombre se apuesta, por la mujer no”.
La directora ejecutiva de ComunidadMujer, Alejandra Sepúlveda, manifestó que el avance ha sido lento y “las recientes juntas de accionistas eran una oportunidad única para revertir estas magras cifras. Lamentablemente vemos que el comportamiento de las empresas no ha sido el de una verdadera puesta al día”.
Uno de los temas que también se ha puesto sobre la mesa es aumentar el número de mujeres en directorios a través de cuotas, como ocurrió con las empresas públicas. La economista Andrea Repetto aludiendo a lo anterior, señaló que “el mejor ejemplo es el sistema de empresas públicas que pasó de alrededor de 5% de cargos ocupados por mujeres en 2014 a más del 40% en la actualidad. Para ello, no se requirió ninguna ley; bastó con la voluntad de hacerlo”.
Profesiones y extranjeros
Otra de las recurrentes críticas a la conformación de directorios es la homogeneidad en las carreras universitarias de sus miembros, pues la mayoría son ingenieros civiles o comerciales. En concreto, dos de cada tres asientos de directorio están ocupados por miembros con alguna de esas dos carreras. Este año la tendencia cambió un poco en las empresas IPSA, pues se observan leves cambios respecto al perfil educativo, es decir, “otras profesiones” aumentó en 5%. Por ejemplo, en Quiñenco aterrizó Carolina García de la Huerta quien es periodista, y en AntarChile, Maurizio Angelini, de profesión arquitecto.
“Lo que llama la atención es la prevalencia de las profesiones de ingenieros y abogados, en momentos que lo que se requiere es mayor diversidad de conocimiento y experiencia. A la luz del estallido social y de la crisis que vivimos hoy, es claro que los directorios necesitan integrantes que sepan de recursos humanos, relación con stakeholders, e-commerce y comunicaciones”, aseguró la directora de empresas (JetsMart e InterChile), Karen Poniachik.
De los 32 nuevos directores de las empresas IGPA, 18,8% son mujeres -entraron seis mujeres, pero salieron tres-, 6,3% son extranjeros, 34,4% tienen magíster y sólo 3% tiene un doctorado. Las seis voces femeninas que entraron son: Nora Fuchslocher (Empresas Tricot), Renata Harasic Gil (Clínica Las Condes), Isabel Margarita Bravo y Sandra Porcile (Ripley Corp), Carolina García de la Huerta (Quiñenco) y Janet Awad (Viña Concha y Toro).
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