La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) presentó un panorama poco alentador para Chile, con un bajo crecimiento para el corto plazo, un freno a la inversión y una inflación sobre el rango meta del 3%. Sin embargo, este análisis para el país no significó un rechazo a la labor del Gobierno y, la economista de la OCDE para Chile, Paula Garda, destacó la agenda del Ejecutivo en el área económica.

“El presupuesto aprobado para el 2022 prevé un ajuste importante en las finanzas públicas, comenzando con un ambiciosa consolidación este año para estabilizar la deuda pública en 44% para 2026. Esto va en buena dirección, ya que asegura la sostenibilidad de las finanzas públicas”, dijo Garda en el marco de la presentación de la información publicada en el documento llamado “Perspectivas Económicas de la OCDE”.

Además, la economista ve con “buenos ojos” el compromiso, por parte del Gobierno, de aumentar la productividad. “Chile tiene un problema de larga data de baja productividad y bajo crecimiento de largo plazo, y en este momento es muy importante emprender una agenda de reformas para incrementar el crecimiento a largo plazo”, agregó Garda.

Desde la OCDE también valoraron los subsidios que impulsa el Ejecutivo para generar un aumento en el empleo formal.

Garda igualmente aprovechó la instancia para destacar el rol del Banco Central de cara a su labor para normalizar la inflación tras la tendencia al alza que vive Chile.

La economista de la OCDE para Chile, Paula Garda, pese a los elogios para la administración del presidente Gabriel Boric, también enunció los desafíos y deudas que tiene que impulsar el Estado para sobrepasar las dificultades económicas actuales.

“Va a existir la necesidad de incrementar los recursos públicos, que con relación al PIB son bajos al compararlo con el resto de países OCDE, pero también son bajos para proveer de mejores servicios públicos, satisfacer demandas sociales y de infraestructuras que son necesarias en Chile”, advierte Garda.

La economista asimismo planteó que Chile tiene una deuda en áreas como la educación, las energías limpias, la protección social y la innovación. “(Para esto) se requieren recursos públicos, que además ayudarían al crecimiento de la productividad y de largo plazo, y se disminuiría las desigualdades, objetivos que deben ser prioritarios en este momento para Chile”, dice Garda.

Otro de los desafíos que ve la OCDE para Chile es definir cuanto apoyó más deberá dar o no a los “hogares más vulnerables”, para que no le juegue en contra en el desafío de disminuir la inflación en el país.

Desde la OCDE dijeron compartir el diagnóstico del Banco Central sobre el futuro de la inversión en Chile, que fue publicado hoy en el Informe de Política Monetaria (Ipom) de marzo.

“Vemos qué la inversión privada se va a mantener débil en los próximos años como parte de esta normalización que está teniendo la economía, pero también por las condiciones financieras mucho más restrictivas debido a la política monetaria (...) también porque hay cierta incertidumbre en torno a la nueva constitución”, dijo Garda.

La OCDE estima que la incertidumbre no se da por el contenido de la posible nueva carta fundamental, sino por la forma en que se aplicarán dichos cambios.

Por su parte, la OCDE planteó que Chile vive una estanflación (estancamiento económico y alta inflación), pero dijo que esa evaluación se debe ver con los datos en contexto.

“Hay que tener en cuenta que Chile viene de un nivel muy alto de actividad económica, donde se observó un sobrecalentamiento de la economía y por lo tanto ciertos desequilibrios macroeconómicos. Se viene desde muy alto y se tiene que converger hacia algo más sustentable”, concluyó la economista.

La OCDE a nivel global advirtió que el planeta tiene una crisis alimentaria, pero Garda apuntó que hoy Chile no enfrentará estas consecuencias de forma más cruda al ser un país de “ingresos medios-altos”. Sin embargo, la economista apuntó que se debe trabajar en disminuir la inflación para que el panorama alimenticio global no repercuta a un mayor nivel en los hogares más vulnerables del país.