Repetto: reducción de jornada a 41 horas promedio impactaría un 13% en el costo de mano de obra
La economista de la UAI aseguró que la iniciativa del gobierno tendría un efecto positivo en los niveles de productividad, pero advirtió que no se tiene evidencia de que sean suficientes para compensar el alza en los costos.
Hasta ahora, y en medio del actual debate sobre la disminución de la jornada de trabajo en Chile, el gobierno se ha concentrado en argumentar contra la viabilidad y sobre el impacto negativo en los costos laborales del proyecto de la oposición. Aunque sobre el propio, aún no han dado mayores precisiones respecto a los efectos en la misma materia.
Frente a esto, la economista de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI) Andrea Repetto, con cálculos en mano, se refirió al impacto en los costos laborales que tendría el proyecto de adaptabilidad laboral del Ejecutivo, el cual sería de 13%.
De acuerdo con la académica, al reducir la jornada laboral en promedio, el costo de la mano de obra sube. Esto, porque si la empresa requiere que el trabajador labore el máximo de horas semanales (45 horas), deberá pagar el sueldo actual por las primeras 41 horas, pero para las siguientes horas habrá un 50% de recargo, porque son tomadas como extraordinarias.
Respecto al cálculo utilizado para deducir lo anterior, Repetto detalló que el alza del costo laboral se explica porque, de acuerdo con lo dicho por el Ejecutivo, este proyecto va a aplicar la reducción de jornada en el marco de la legislación actual. Lo que supone que, una vez agotadas las 41 horas ordinarias promedio, si el empleador requiere que su trabajador labore las horas restantes para completar el tope de 45 semanales, tendrá que pagarlas al valor de las horas extras.
En tanto, al impacto en el empleo, la especialista contradijo de cierta forma las afirmaciones que, desde el Ejecutivo, aluden a que con la entrada en vigencia del proyecto de adaptabilidad laboral se crearán alrededor de 350 mil nuevos empleos. "Es muy difícil estimar el efecto", porque "no tenemos mediciones precisas de cuánto responde el empleo a aumentos en el costo. Tampoco sabemos cuánto de la jornada actual se debe simplemente a que los trabajadores se quedan muchas horas en las empresas para señalizar compromiso con sus empleadores, más que trabajando, o si son horas realmente productivas", apuntó y señaló que "cualquier estimación que se entregue está sujeta a márgenes relevantes de incertidumbre".
Sobre la productividad, "la reducción de la jornada con flexibilidad sí tendría efectos positivos", dijo Repetto, pero advirtió que al igual que en el empleo "no tenemos cómo saber si los niveles que se lleguen a alcanzar serán suficientes como para compensar el alza en los costos".
Acotó que al gobierno "le ha faltado reconocer la incertidumbre que existe en torno a los efectos que pueden tener estas medidas". Esto porque la reciente indicación anunciada por el ministro Monckeberg, respecto a la obligatoriedad de la reducción de la carga horaria semanal -antes opcional-, "es claramente una respuesta a una restricción política que enfrenta, de la que debe hacerse cargo de una manera u otra".
La propuesta de Vallejo. En contraste a los datos calculados por Hacienda sobre el impacto del 11,1% en el costo laboral de la iniciativa de sus contrarios, la economista de la (UAI), usando el mismo cálculo que aplicó para el proyecto del gobierno, estimó que si se redujera la jornada laboral en los términos que plantea la iniciativa comunista, el precio de la mano de obra sería de 17% y no "tan conservador" como lo plantea el Ejecutivo.
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