Tasa global de descarbonización es la mitad de lo proyectado en el Acuerdo de París
Un adelanto del informe "Low Carbon Economic Index 2019" desarrollado por PWC y que será lanzado en extenso para la COP25 en Madrid, indica que, a pesar de los esfuerzos por reducir las emisiones, factores como el fuerte crecimiento de las economías emergentes, la producción de acero y el mayor uso de aire acondicionado, están complicando la batalla contra el cambio climático.
La producción de energía renovable a nivel mundial logró un aumento de 7,2% en 2018, la tasa más alta en esta década. Sin embargo, su participación en el consumo energético global alcanza sólo el 12%, en una industria que aún está dominada por los combustibles fósiles. Estos últimos contribuyeron a las emisiones globales en 2% durante el año pasado, el aumento más rápido desde 2011.
Esto es parte de los resultados de un adelanto del informe "Low Carbon Economic Index 2019", desarrollado por PWC, el cual será presentado en extenso durante la COP25, en un mes más en Madrid. La investigación, hace un análisis de las dos caras de la moneda en las acciones de los países por reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), donde, si bien se están realizando esfuerzos, aún son insuficientes para que la temperatura mundial no suba de los 2°Celsius en las próximas décadas.
El documento detalla que la "intensidad" (medida que indica el ritmo de emisión de un determinado contaminante durante una actividad concreta o un proceso industrial) de las emisiones de carbono en la economía mundial cayó 1,6% (emisiones/PIB) en 2018. Si bien puede parecer positivo, la cifra es prácticamente la mitad de la tasa de descarbonización observada (proyectada) para este año en 2015 (3,3%), cuando cerca de 190 países pactaron el Acuerdo de París.
"A este ritmo, los países ni siquiera alcanzarán sus propias contribuciones nacionales para la descarbonización (NDC) y mucho menos el objetivo global del Acuerdo. Estimamos que la tasa de descarbonización promedio necesaria para cumplir con los NDC para las economías del G20 es del 3% anual hasta 2030", indica el estudio.
La explicación se daría -según la investigación- debido a que a pesar de que la economía mundial se está volviendo más eficiente en términos de energía, el crecimiento del PIB mundial de 3,7% del año pasado, fue impulsado por las economías emergentes, con un crecimiento superior al 5% en China, India e Indonesia, donde aún existe mucho consumo de combustibles contaminantes y un fuerte aumento de la industria del acero y la construcción.
En segundo lugar, los patrones de clima extremo y frío vistos en todo el mundo el año pasado llevaron a un crecimiento en la demanda de electricidad y gas para calefacción y refrigeración. Actualmente, hay más de 1.600 millones de unidades de aire acondicionado en uso, que consumen más de 2.000 teravatios hora (TWh) de electricidad cada año. Se proyecta que la demanda podría llegar a 15.500TWh para 2050.
La importancia de estos datos es clave, ya que, durante 2019, denominado como "el año de mayor ambición" (con respecto a bajar los GEI), varios países han revisado sus objetivos de reducción de carbono. Por ejemplo, el Reino Unido se comprometió en julio a tener emisiones netas cero para 2050, y la UE está señalando intenciones similares. Y a pesar de que podríamos ver nuevos anuncios y compromisos para la cumbre mundial del clima en diciembre, el informe de PWC concluye: "La pequeña oportunidad de cumplir con los objetivos del Acuerdo de París continúa cerrándose".
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