En plena crisis, Venezuela inicia venta de su criptomoneda "petro"

Nace la primera criptomoneda emitida por un gobierno: el petro. La jugada de Nicolás Maduro para evadir el bloqueo financiero de EEUU y la Unión Europea, hace su debut en el mercado donde su valor estaría sostenido por las reservas petroleras, en medio de una importante crisis social, política y económica en Venezuela.

Pese a que todavía se desconocen gran parte de los detalles de funcionamiento de la nueva divisa virtual, el gobierno venezolano aseguró que tendrá como soporte físico un contrato de compra y venta de un barril de petróleo, estimado en US$60.

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En un principio se pensaba que la colocación inicial del petro se haría en una subasta, ofreciéndose en una Oferta Inicial de Moneda (ICO, en inglés). Pero hoy la preventa consistirá en la creación y venta de un token ERC20, sobre la cadena de bloques (blockchain) de la plataforma Ethereum.

Según el Libro Blanco del petro, el token no formará parte de la red de la criptomoneda venezolana hasta el momento en que sea canjeado, durante la ICO. El mismo documento, explica que se emitirán 100 millones de unidades, de los cuales 82.400.000 serán ofrecidos al mercado en dos etapas, una preventa privada, que inicia hoy, donde se vendería 38,4% de todos los petros disponibles, equivalente a US$2.300, y una Oferta Inicial Pública que comenzará aproximadamente en un mes, del 44%, unos US$2.700, mientras que el 17,6% restante quedaría en manos del gobierno y un grupo de asesores.

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Hasta ahora la idea de convertir el petro en líder global de una iniciativa económica, que permita aprovechar el valor de sus recursos minerales, genera opiniones dispares entre los expertos, ya que por las condiciones de creación, funcionamiento y respaldo, surgen dudas.

"Si un gobierno quiere crear una criptomoneda, lo primero que se tiene preguntar es: ¿estoy dispuesto a perder el control sobre la emisión de este activo? Si la respuesta es negativa, posiblemente no está buscando crear una criptomoneda como el bitcoin", dice a PULSO Juan Saieh, gerente general de TradeBTC. Para el experto, la administración de Maduro señalará que sólo organismos oficiales tendrán a cargo la actividad de minería y "eso hace difícil calificar al petro como criptomoneda", acotando que "se va a parecer más a un activo financiero tradicional como una acción o un bono emitido por el gobierno".

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Aunque el auge de las criptomonedas ha sido evidente en este tiempo, con el bitcoin, como ejemplo, disparándose 1.403% en 2017, mientras que en los últimos días se alzó 30,11% a US$11.134, no todos están felices con la invención venezolana.

Desde el Departamento del Tesoro de EEUU advirtieron a los inversionistas que operar con el petro, podría contravenir las sanciones contra el gobierno de Maduro, señalando que la moneda digital pareciera ser una "entrega de crédito" a ese país.

Sin embargo, desde Venezuela se frotan las manos ante la posible llegada de inversionistas de Qatar, Turquía, países del Medio Oriente e incluso Europa y EEUU, los pioneros de las sanciones financieras contra Caracas.

"La venta del petro y las implicancias en la economía venezolana van depender de qué tan exitosa sea esa venta", dice el economista y analista venezolano, Miguel Velarde, acotando que la poca claridad que existe sobre la divisa virtual, hace imposible analizar las posibilidades de éxito considerando que "el concepto de criptomoneda se basa en estar fuera de regulación, y el petro nace violando esas premisas, porque la emite un Estado".

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Por su parte el economista de la U. Central de Venezuela, Daniel Urdaneta, comenta que la idea de que el petro es una emisión de deuda está sustentada en dos argumentos: "emitir una moneda que va a estar amparada en estos barriles, corresponde a una transferencia de propiedad a un privado, de un recurso que es del gobierno", y que "el gobierno va a recibir dinero hoy a cambio de la promesa de entregar valor a futuro, pero no ha sido claro en el valor que va a estar detrás de esa moneda".

No queda claro qué tanto ayudaría el petro a contrarrestar la angustia económica de Venezuela, que aún sufre las consecuencias de una hiperinflación de cuatro dígitos, sumado a la profunda escasez de medicina y alimentos básicos.

La destituida fiscal venezolana, Luisa Ortega, solicitó al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de ese país, una orden de captura internacional contra el Presidente Nicolás Maduro, por supuestos sobornos recibidos de Odebrecht.

Según Ortega, en una investigación se constató que la campaña de Hugo Chávez de 2012, habría sido financiada por la constructora brasileña, y el dinero lo recibió Maduro cuando era Canciller.

Pero pese a las presiones generadas en su contra, el mandatario venezolano publicó ayer un video en lenguaje de señas para hacer un llamado a la sana convivencia en el marco de los últimas discusiones generadas a raíz de las elecciones presidenciales, fijadas para el próximo 22 de abril.

En ese marco, la carrera por el Palacio de Miraflores sumó un nuevo candidato: Javier Bertucci, líder de la asociación "El Evangelio Cambia" y quien, según medios locales, fue señalado en la investigación de los Panamá Papers.