Reconocimiento de la derrota
Parece aconsejable y sano que la coalición gobernante, o lo que queda de ella a esta altura, admita su derrota. Ese es el primer paso para darse cuenta de que equivocó el diagnóstico.
Las declaraciones del subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, en las que admite sin tapujos la derrota electoral del sector oficialista, es un reconocimiento de los hechos ocurridos con el resultado del balotaje del 17 de diciembre. Ese debe ser el camino que sigan todas las autoridades y los dirigentes de la Nueva Mayoría. Nadie podría no estar de acuerdo con su análisis, salvo la ministra Paula Narváez, quien salió a torcer los números hasta hacerlos parecer a su favor. Por el bien de la política chilena, parece aconsejable y sano que la coalición gobernante, o lo que queda de ella a esta altura, reconozca la derrota. De hecho, desde el interior mismo de La Moneda la opinión es que falta una reflexión profunda por parte de la Nueva Mayoría. Ese paso es el primero para darse cuenta de que la coalición oficialista equivocó su diagnóstico, que se erró en el diseño de sus políticas y se falló en la implementación. Afirman que ganaron sus ideas… Difícilmente antes, durante o después se podrá encontrar a alguien que esté en contra de una educación de calidad al alcance de todos o de una sociedad más justa.
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La ciudadanía no aceptó la forma en que la NM pretendió llegar a esos fines. Y es que a ratos parecía más interesada en erradicar los vestigios del régimen militar que en mejorarles la vida a los ciudadanos.
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