Renato Gazmuri, primer superintendente de Pensiones: "El sistema de AFP falló. Nos equivocamos y pensamos que el chileno apreciaba el valor futuro"
No sólo fue el primer superintendente de AFP y asumió el cargo antes de que comenzara a operar el sistema en Chile, Renato Gazmuri fue el encargado de convencer al Ejército de que el sistema debía ser privado y no estatal.
“Cuando Pepe (José Piñera) presentó el proyecto a la Junta Militar, Pinochet le dijo ‘yo le pedí capitalización individual, pero estatal, no en manos privadas’ y nos fuimos al ministerio pensando qué hacemos ahora. Entonces Pepe, como era muy ambicioso, dijo que la hiciéramos estatal, pero le dije que no podíamos perder el norte, porque sabemos que el Estado maneja mal las cosas e invierte mal”.
¿Pinochet quería una AFP estatal?
“No. Pinochet tenía el problema de los generales, el Ejército es un sistema socialista de mando vertical. Lo que quería Pinochet era que nosotros convenciéramos a los generales y no él , porque habían muchos que se oponían y ahí cometimos un gran pecado: tuvimos que transar que no entrara el Ejército al sistema y hasta el día de hoy nos pena, porque Capredena es un desastre”.
Durante el régimen militar Gazmuri, fue parte del equipo liderado por José Piñera y donde, entre otros, participaron Hernán Büchi, Patricio Mardones y Miguel Kast, encargado de desarrollar el sistema de pensiones para el país. De hecho, no sólo debió convencer al Ejército de llevar a cabo el sistema, sino que a uno de sus compañeros de equipo.
“Cuando estábamos discutiendo la ley, Miguel Kast dijo que no hiciéramos nada, que por qué el Estado se iba a meter en las decisiones de la gente, que el que quisiera ahorrar lo hiciera, pero, y el pero se lo contesté yo mismo, aquellos que no ahorran le repercuten al Estado de todas maneras, porque van a llegar a la edad de jubilación sin ningún peso y de alguna manera van a conseguir pensión asistencial, siempre el Estado termina pagando la cuenta”, recuerda.
Tras la implementación del sistema y estar cerca de dos años y medio en el cargo, Gazmuri se dedicó a liderar procesos de quiebras de bancos y compañías locales, para luego ser gerente del Banco Nacional y del Banco Osorno. Destaca que su carrera terminó luego de que emprendió viaje a México donde instauró el modelo de pensiones chileno.
Por un tema de ideosincracia del país, asegura que debieron implementar una AFP estatal, eso sí, rápidamente agrega que “no duró más de dos años”.
Hoy, retirado de la vida política -en 2003 presentó su carta de renuncia a Renovación Nacional- el ingeniero agrónomo y economista que va a misa todos los días recuerda que fueron once los años en los que trabajó para el régimen militar, donde antes de ser superintendente de AFP fue subsecretario de Agricultura.
Pese a estar al otro lado de la mesa, realiza una dura crítica a cómo se manejó el conflicto entre el Ministerio del Trabajo y quien hasta hace una semana ocupaba su mismo cargo: “Fui el primer superintendente y me tocó echar a andar la superintendencia y con Pepe nos juntábamos todo el equipo todos los días a las 9 de la mañana, con los subsecretarios, a discutir desde lo que pasaba en política, hacia dónde iba el Gobierno y por supuesto que en un caso como este le hubiese preguntado a Pepe qué piensa”.
Usted realizó una crítica al manejo que tuvo la ministra Ximena Rincón respecto de sus diferencias con la ex superintendenta de Pensiones...
Creo que la ministra Rincón tiene una personalidad que la hace entrar en este tipo de conflictos, hay que recordar que fue pre candidata presidencial, quería competir con Bachelet. Entonces es muy figurona, en este caso desde el punto de vista legal no tiene ninguna razón, está clarísimo que la operación era legítima. Si me preguntan mi opinión respecto si éticamente era conveniente, puede ser que sea discutible, pero la ley vigente en ese momento lo permitía, entonces ella no debió haberse metido de esa forma.
La situación de la ministra es muy delicada porque la superintendencia es absolutamente autónoma y es más, si la ministra pretende dar la orden por escrito a la superintendenta, la que queda fuera de la institucionalidad es ella. Ahora normalmente lo que se hace es conversar las cosas y en este caso si la ministra no tiene reuniones con la gente de su ministerio, no es culpa de los otros es culpa de ella. Si se informo por la prensa es su culpa, es falta de preocupación de ella.
¿Qué era lo correcto de hacer?
Como superintendente, yo hubiese conversado con Cuprum y Argentum y decirles ‘miren midamos las cosas, ustedes pueden tener razón, si quieren forzarlo fuércenlo, pero puede no ser la mejor solución desde el punto de vista de comunicación’, si al final no quedaron muy bien parados con el público.
¿Hay un error de parte de la superintendencia al no ir a comentarlo con la ministra?
No, porque ya venía una pugna muy fuerte entre las dos. Agnic debió haberlo comentado con los ejecutivos de Argentum y Cuprum, porque estaban un poco al filo. Las AFP que se fusionen de aquí en adelante no tienen la ventaja, entonces con ellos probablemente se podría haber tratado de negociar diciéndoles que tiene conveniencia para ellos pero que a nivel de imagen les iba a traer un problema fuerte y de hecho se los trajo, en este minuto no están considerados como los más limpios.
Pero las AFP en su conjunto no están bien evaluadas
Absolutamente, si entramos en eso, el sistema falló. Pero la gente tiene mala imagen del las pensiones, pero no sé si será de las AFP. Además, la gente que alega no se acuerda que antes ponían el 40% de imposición. Yo pertenezco a la generación perdida, porque tengo la mitad de mi vida en el sistema antiguo y la mitad en el sistema nuevo. Todavía no se ha jubilado nadie que haya completado un período.
¿Por qué falló?
Primero, y me hago una autocrítica, porque nosotros nos equivocamos y pensamos que el chileno valoraba más el valor futuro que el presente, pero la mentalidad del chileno es gasto hoy y no ahorro para mañana y el sistema está basado en que la gente ahorre para el futuro.
El segundo error es que las estadísticas que se están usando son muy malas. Además, si se calcula el promedio de meses que la gente ahorró para jubilar, ninguna llega a los meses suficientes para crear un 70% de la pensión como pensábamos.
Otro error de este sistema es que no se perfeccionó a través del tiempo, se mantuvo rígido durante muchos años, se han hecho modificaciones ahora último, pero la composición etárea de la gente ha cambiado y no se puede tener el mismo nivel de imposiciones que teníamos el ‘81. Bueno, ahora están tratando de buscarle algún arreglo, no sé si lo van a lograr.
¿Qué le parecen las propuestas de la comisión Bravo?
Es obvio que hay que subir la edad de jubilación y las cotizaciones.
Cuando ustedes plantearon este esquema, ¿lo pensaron para que se perfeccionara en el tiempo?
Claro y está dicho en el discurso de José Piñera cuando anunció el sistema. Los parámetros y el porcentaje de imposiciones estaban hechos precisamente para la población chilena del ‘81, pero que dependiendo de cómo variara la población iba a tener que cambiar. Teníamos un esquema muy rígido, si no hubiésemos tenido tantas restricciones, yo lo habría hecho más abierto el sistema.
¿En qué sentido?
Incorporar a los bancos, las compañías de seguros, no rigidizarlos a un tipo de sociedad.
¿Por qué no poder poner la plata en los bancos? Se pensaba que las AFP eran más seguras pero si a los bancos les ponen las mismas normas, que manejen un fondo que no pueden tocar que si quiebra el banco pero no el fondo…
¿Por qué no se ha propuesto?
Porque la tendencia es mucho más hacia la izquierda, más socialista. Hay mucha gente que opina volver al sistema de reparto y sería un desastre, está demostrado en todas partes del mundo por un problema matemático, cuando entran menos de los que salen del sistema, no funciona y además en Chile el reparto lo manejó el estado y se gastó la plata.
¿Qué le parece una AFP estatal?
En México tuvimos que hacer una AFP estatal por razones estratégicas, México era muy estatista, entonces transamos al tiro eso y no duró más de tres años.
¿No está ahí la solución entonces?
No, partamos de la base que el Estado no va a vigilar esas platas. Las entidades estatales no funcionan.
¿Cómo ve el escenario de los independientes?
No van a lograr nunca que coticen de forma obligatoria, pueden ponerlo como obligatorio pero no hay cómo controlarlo. No estamos hablando de los independientes profesionales, sino que los informales que no hay forma de controlarlo y por eso han tenido que postergarlo varias veces.
Hay una palabra que hace falta en los más de 20 años del sistema y es educación, nunca se ha enseñado, eso es culpa del Estado y de las AFP.
¿Cuál es el error de las administradoras hoy?
De imagen, que es espantosa. Tienen la peor imagen de lo que podríamos llamar el capitalismo chileno y eso lo han manejado mal ellos.
¿Cómo evalúa su desempeño?
Es imposible que habiendo poca competencia lo hagan bien. Es lo mismo que la colusión de los supermercados, es un club cerrado. La gente tiene razón cuando alega que la rentabilidad de las administradoras es mucho mayor que las de los fondos.
¿Cómo evalúa el rol de la ex superintendenta?
La encuentro muy buena. Dentro de las limitantes que tuvo, estar en un gobierno marxistoide, para mí ella tenía una capacidad de trabajo impresionante, estaba muy clara en los conceptos. Es una pérdida que se haya ido.
Este es un cargo absolutamente técnico, ese es uno de los problemas en Chile, en otros países los segundos mandos son técnicos y no cambian con los gobiernos y eso permite mantener cierta estabilidad.
Osvaldo Macías es destacado por ser un hombre técnico y no político…
Claro, pero a esta altura del Gobierno yo no veo qué pueda hacer. Primero que nada, el informe de la comisión Bravo dudo que vaya a ser realidad en algún minuto. Piense que tienen pendiente las reformas principales y les quedan dos años y las que han sacado lo han hecho mal, dudo que se metan en la reforma de pensiones.
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